
Ayer recibí esta postal de Taiguán. Es muy bonita, sólida y dinámica, diría yo… no puede verse, pero se adivina, el movimiento de las mariposas. Mariposa es una de las pocas palabras que conozco en seis lenguas, según se ha desvelado en interesante conversación de sobremesa.
Mi almuerzo fue en un bufé, por cierto chino, de esos de all-you-can-eat por 10 euros. Con Fabio mi nuevo compañero de trabajo italobrasileño, (venetoriograndense sería la versión patriachiquera) y su mujer Daniela, de Trento.
Hace algún tiempo, me llamó la atención el tamaño diminuto de la República de China, y el enorme de sus reivindicaciones territoriales. Mañana voy a subir la foto de un puzzle pequeño que he hecho hoy, porque me gustan los gatos.