Hace unos años había quedado con alguien en O’Connell st y mientras me refugiaba de la lluvia en Eason’s empecé a hojear 23 Things They Don’t Tell You About Capitalism de Ha-Joon Chang. Recuerdo haber leído el capítulo sobre cómo a la mayoría de los habitantes de los países ricos se les paga más de lo que se debería. La argumentación era muy buena aunque no ganaría unas elecciones. Yo tampoco podría ganarlas en España si dijera lo que creo del problema de las pensiones, pero la realidad está compuesta de verdades incómodas. En la parla común el capitalismo son los otros.
La semana pasada me he vuelto a encontrar con el volumen en la biblioteca local y he creído que sería una buena lectura de fin de semana. De hecho, de sábado, que son 260 páginas. Escrito en 2010 y siguiendo el espíritu del período inmediatamente posterior a la explosión de la crisis de 2008 quizá requeriría un actualización, pero los principios que se describen son más o menos permantentes. Hay una crítica de fondo al capitalismo financiero de libre mercado desde la perspectiva de quien cree que como la democracia entre los sistemas políticos el capitalismo es un sistema malo excepto si se lo compara con todos los demás.
En 2010 yo trabajaba para una compañía financiera que acabó en bancarrota. Los accionistas perdieron toda la pasta y muchos empleados el empleo y yo siempre he culpé todo aquello a los que la dirigían. Algún día contaré toda la historia de lo que vi. El capítulo 2 de este libro me ha hecho modular un poco mi opinión por lo que espero que mi reflexión final acabe siendo más rica.
Por lo demás, en general estoy bastante de acuerdo con casi todo lo que he leído. Me gusta mucho el capítulo 17 en el que se explica que por el mero hecho de invertir más en educación un país no se va a enriquecer. Este va un poco a la contra de uno de los tópicos más manidos en el debate social español, pero es invitable que cuando sólo se pregunta a un gremio sólo se oiga una cosa. No estoy muy convencido con el capítulo 11, África no está destinada al subdesarrollo, o sea con la teoría sí pero la práctica es más todo más complejo; o con el 12, los gobiernos pueden elegir ganadores, que es muy bonito hablar de los astilleros coreanos pero también podríamos hablar del programa espacial de Zambia en los años sesenta.
Lectura ligera que agradará a todos excepto a quienes aspirantes a derribar el capitalismo y a idólatras del libre mercado, pero de donde en el fondo tampoco se extraerá ninguna receta para resolver nada ya que la realidad opera en niveles más profundos que el plano esquemático.