Lecturas veraniegas

El balance del par de semanas de tórrido verano ibérico quedó en el ascenso a una fortaleza mora y otro más a una cascada, un recorrido por un campo de batalla del XIX, unas cuantas siestas escapando de las moscas, la convicción de que no debemos bajar a España en agosto y la lectura de estos cuatro libros que andaban por allí abajo. Al igual que en 2020, demasiado sobre el embrollo catalán. No sé ni por qué me hago mala sangre leyendo estas cosas.

  • «Barretinas y estrellas» de Albert Soler. Este es uno de los libros sobre el malhadado proceso que todos conocemos. La portada y el título ya son meritorios. Me gustan mucho los artículos de este escritor de Gerona del que diré que me parece que tiene mucho mérito escribirlos desde aquella provincia, piso piloto del poder etnicista regional.
  • «Dolça Catalunya» VV.AA. El libro del famoso blog con canal de vídeo y presente en las redes sociales. Está repleto de direcciones URL así que probablemente se pueda acceder a aproximadamente el mismo contenido a través del teclado y la pantalla. A grandes rasgos diré que la crítica moral del nacionalismo (o la racional de la religión) es un admirable ejercicio aunque fútil.
  • «Gracias por el fuego» de Mario Benedetti. Una vez intenté resumir la poesía de Benedetti en un tuit. En cuanto a la prosa, hace muchos años un tipo que conocía me prestó Primavera con una esquina rota y acabó de etarra y algunos años antes de que eso ocurriera ya vi en aquel libro mucho de querer acabar así. Este otro, sin ser gran cosa, me parece mucho más inofensivo.
  • «Feria» de Ana Iris Simón. El celebrado libro de la temporada contra el que se han encabronado posmodernos, podemitas, animalistas y peña que quiere que nos invadan los talibanes en general. Un libro de lazos familiares anclado en el terreno y en la realidad, a diferencia del debate político que se nos suele ofrecer. La discusión  sobre si la vida (entendida como alcanzar un empleo y una vivienda y fundar una familia) es más fácil o más difícil para la generación joven de la actualidad que para las de hace unas décadas es interesante. Las propuestas para mejorarla no suelen estar en el orden del día de los partidos políticos y los medios de comunicación así que simpatizo con la autora y me gusta que dé ideas aunque algunas de las propuestas que hizo en el famoso discurso frente a Sánchez me parecieran negativas o contraproducentes.

Me gustaría decir más, sobre todo de este último libro, pero de momento lo dejaremos así.

1 Responses to Lecturas veraniegas

  1. […] bastante al de Chesterton. Me ha impulsado a la lectura la coincidencia memorable de que hoy Ana Íris en su artículo de El País ha reproducido una cita memorable del autor: «Cuando uno esta al borde […]

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