Dos años en Rusia
La lectura de los Episodios Nacionales me ha hecho interesarme por la biografía del general español Juan Van-Halen (1788-1864). Veo que don Agustín Mendía escribió un libro a partir de las notas del general que había pasado dos años en Rusia y más concretamente en la guerra del Caúcaso en 1819-1820, es decir por territorios hoy en las actuales Georgia y Azerbaiyán. Parece que fue volumen de relativo éxito ya que si bien la primera edición es de 1849 yo he consultado una segunda edición publicada en Valencia en 1862.
Van Halen llega a San Peterburgo desde Londres y gracias a la descripción de su periplo un servidor, visitante habitual de la ciudad de Hamburgo, ha podido enterarse de que el pequeño archipiélago de Helgoland perteneció al Reino Unido hasta 1890 («otro Gibraltar, abrigo de contrabandistas») y que el elegante barrio de Altona había pertenecido a Dinamarca hasta 1864. Hay un largo recorrido hacia Berlín y por tierras de Prusia que hoy llevan nombres polacos y rusos en vez de alemanes y van acercándose a tierras del área de influencia rusa. Parece ser que el caviar no se conocía en la España de principios del XIX:
A mitad del camino, en la casa de postas que llaman de Nidden, adonde se adelantaron á pie con ánimo de estirar sus entumecidas piernas, encontraron al primer mercader moscovita que vio Van-Halen en su vida. Pasaba al interior de la Alemania y al Rhin con un cargamento de huevas de pescado que llaman Ikra ó Cabyard, que suele gustar mucho á todo el que llega á probarlas algunas veces.
Hace algún tiempo me puse a investigar el porqué del nombre «montaña rusa» que se da a las atracciones de feria así llamadas. Con esto descubrí cómo eran las montañas rusas originarias de Rusia, donde curiosamente las llaman «montañas americanas». Van-Halen las describe:
En medio de tan alegre y variado concurso se levantan de trecho en trecho, cual pirámides egipcias, las montañas rusas, ó montañas de hielo. En la época de las fiestas alzan andamios de cincuenta pies de elevación, con quince ó veinte de anchura. De la plataforma colocada en su cima, adonde se sube por una escalera interior, baja un declive de ochenta á cien pies de longitud, construido con gruesas tablas, que cubiertas de capas de nieve, sobre las cuales se echa agua, se unen en poco tiempo de tal modo, que parecen un espejo. El dia en que dan principio las diversiones públicas, se ven á cientos los pequeños trineos que, montados sobre dos planchas de hierro, reciben á dos personas de diferente sexo, y vestidas con el pintoresco trage nacional.
Aparece una idea a partir de la ubicación ideal de San Petersburgo como capital marítima. Yo había leído con anterioridad que Lisboa y no Madrid debería haber sido la capital de la Monarquía Hispánica. Van Halen sugiere lago así como que Sevilla debería haber sido el San Petersburgo español y Cádiz su Kronstadt.
Después de un tiempo relacionándose en la capital peterburguesa consigue con ayuda de Agustín de Betancourt que el zar le asigne un destino en la guerra del Cáucaso adonde se dirige en siempre complicados viajes en los que viste el burka, que es una prenda de la zona que nada tiene que ver con la que en las últimas décadas conocemos con el mismo nombre.
Es complicado seguir el itinerario con precisión debido a los cambios de los topónimos o la imprecisión en la transcripción de los mismos. Pasa por Mshet y por Tiflis para llegar a su destino en Kajetia (de cuyos vinos dice que son como los de Valdepeñas para más adelante comparar su paisaje con el de La Mancha, si bien más despoblado). Creo que el destino donde más tiempo pasa, Kargatsch, es la Karajala de hoy, aunque no podría jurarlo. Me ha parecido que al fortaleza de Tchirakh es la que hoy se llama Chirag Gala en Azerbaiyán, pero no he sido capaz de encontrar Joserek, que debería estar unos 26 km al sur.
Para desubicarnos lo menos posible siempre hemos de agradecer la imposición del sistema métrico internacional. Al menos en la Rusia imperial nos dan las distancias en verstas (Van-Halen escribe werstas a la alemana) que son muy parecidas a los kilómetros. Las alturas en pies que se dan del Kasbek y el Elborous (Elbrus) parecen erróneas.
El Cáucaso es el equivalente en Rusia al far west norteamericano. Aquí les dejo una anécdota el tipo de guerra que allí se hacía (223)
Un dia que los oficiales se habían sentado á la mesa, notaron la falta del intérprete, lo que rara vez solía suceder, y ya estaban á los postres cuando se presentó muy placentero con un lío de paño tosco debajo del brazo: dijo que les traía para postres una sandía de las que se suelen conservar en el país para invierno. Como en diciembre las frutas son muy apetecibles, todos se apresuraron á pedírsela: descubrió entonces su pacotilla, y vieron rodar por el mantel de la mesa una rapada cabeza de lesghuin, que era la fruta que acababa de recolectar el bárbaro en un encuentro hostil que había tenido aquella misma mañana, yendo á cazar á la otra parte del Alazan. Aquella hazaña, que los naturales del país tienen por una gloria, disgustó á los oficiales sobremanera. El coronel se levantó de la mesa, volviendo la espalda á aquella escena, siguiéronle todos á otro apostento, donde mientras fumaban sus pipas, el intérprete se hacía servir la comida recreándose á cada bocado con la sandía que tenía sobre la mesa.
También para comprender el viaje de regreso hacen falta ciertos conocimientos previos. Leópolis / Lviv se cita como Leopoldo y Brno / Brünn como Brimm. Entiendo que será cosa de quien pasara a limpio los manuscritos.