He estado pasando unos días en familia y me he encontrado con el libro La tragedia de España del anarquista Rudolf Rocker (1873-1958), otro de tantos periodistas, turistas, reformadores sociales o divulgadores que se pasaron por la piel de toro durante la guerra civil. Publicado en Nueva York en agosto de 1937, o sea año y pico antes del final de la fiesta, deja la historia a medias por lo cual no tiene demasiada vigencia excepto para narrar las tensiones entre anarquistas y comunistas en «la guerra dentro de la guerra» con los sucesos de mayo de 1937 por medio. En aquellos años convulsos debió de tener cierta importancia ya que incluso fue traducido al chino.
Respecto de la parte sustancial del libro sólo indicaré que a pesar de todos los males que se puedan atribuir al estalinismo me resulta bastante alucinante que ni entonces ni aún hoy alguien pudiera creer que una guerra de frente contra un enemigo militar poderoso y organizado se pueda ganar de un modo descentralizado y poniendo el énfasis en la transformación social de la retaguardia. Malas como son las dictaduras en general el mando único ha demostrado ser eficiente a la hora de dirigir el esfuerzo militar.
Como ni por el lado histórico ni por el político me he encontrado con nada que encuentre especialmente digno de reseñar voy a mencionar como de pasada unos cuantos aspectos relativos a la traducción, ya que el texto original está disponible en internet.
- Cuando el texto en inglés dice «Andres Nin» el traductor lo vierte al español como «Andreu Nin». Conocemos la jugada de la retrocatalanización de la Historia.
- Hablando de la Pasionaria, Rocker escribe «the female communist leader» y el traductor lo transforma en «la líder comunista femenina» con lo que da la impresión de que esta señora lideraba tan sólo a otras señoras comunistas. El idioma español tiene un marcador de género maravilloso en el artículo determinado que evita la utilización redundante de un adjetivo para tal fin: «la líder comunista» o mejor aún «la dirigente comunista» (ya que el leader inglés aún no estaba naturalizado en los años treinta) hubiera resultado más apropiado.
- La peor de todas las pifias debe de ser la de traducir «organized labor» como «trabajo organizado», que se da varias veces a lo largo del texto y confunde al lector no avezado. Lo correcto sería decir «los sindicatos» o «las organizaciones sindicales».
A mi modo de ver el texto de Rocker conserva hoy por hoy un escaso valor más bien de tipo arqueológico. Orwell alucinaba lo mismo pero al menos se considera que escribía con más gracia.