Puente pirenaico

05/12/2023
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Pyrinäen Brücke

Por primera vez en muchos años me coge en España el puente de la Constitución. Ilustra la entrada del día la foto de un puente que hizo el abuelo materno de mi hija cuando vino por primera vez a este país desde Alemania en 1955, conduciendo un Volkswagen de los de aquellos tiempos.

En 2011 le dio por escanear algunos de aquellos viejos recuerdos, y nos dio los archivos sin contar demasiado. La foto del puente estaba etiquetada en alemán como «puente pirenaico». En realidad no está en España sino en Francia. Una búsqueda inversa en Google Images me ha permitido averiguar que se trata del puente o viaducto del ingeniero Séjourné en Fontpédrouse en aquella parte de los Pirineos orientales hoy cercana a la frontera que se conocía con el nombre del Rosellón y la Cerdaña cuando España la perdió hace varios siglos.

En estos días que serán festivos para casi todos por aquí yo en cambio tengo una entrevista de trabajo con una empresa francesa. Así que mientras me dedico a estos asuntos les deseo que disfruten del puente.


Rosa y Pepe

29/11/2023

Pepe y Rosa

Seguramente soy propietario del único ejemplar del libro de texto «Aula de las palabras» de  1º de EGB de la editorial Edelvives que existe en la República de Irlanda. En algún momento apareció en el trastero de casa de mis padres y se les ocurrió traérmelo, cosa que me hizo cierta ilusión. Además tuvieron el detalle de no mentar mi mala caligrafía de entonces, que ahora es incluso peor. Es curioso como vuelven a la memoria los momentos en los que uno estaba haciendo tal o cual ejercicio, un dibujo que llevaba décadas sin ver, un poema infantil y cosas así.

Mirando el jeroglífico más sencillo del mundo me pareció que el libro había profetizado el momento bipartidista de la política española que llegaría más de una década después.


Mermelada en inglés

23/11/2023

Marmalade vs Marmelada (Taste Atlas)

Al primer curso de lengua inglesa al que asistí, con mi nivel cero, acudían otros alumnos que ya tenían algo de experiencia. En una de las primeras lecciones, en la que se trataba el vocabulario de comestibles, alguien preguntó a la profesora cómo era lo de la mermelada de naranja. Pregunta fascinante que yo no sabía a qué se refería. Y la respuesta fue que la mermelada se llama en inglés «jam» pero cuando es mermelada de naranja se llama «marmalade«. La respuesta también me pareció fascinante, pero eso se quedó ahí y nunca me dio por investigarlo. Creo que estoy hablando de 1997 cuando no existían ni el verbo guglear ni la empresa que le dio nombre.

En algún momento de proximidad a la lusofonía entre 2000 y 2002 descubrí que el membrillo se llama en portugués marmelo y que de ahí viene la palabra mermelada. De hecho la mermelada inglesa no es que sea de naranjas, sino que es de cítricos en general. Yo he comprado orange marmalade algunas veces y es como una mermelada casera que en vez de ser totalmente líquida tiene algunos tropiezos y está bastante más rica que la orange jam, que a pesar de la información adquirida en mi primer encuentro con el asunto, también existe. Es decir, que son dos cosas hasta cierto punto parecidas, pero distintas.

Lo que descubrí más recientemente en una imagen de un artículo una página que se llama Taste Atlas es que la mermelada portuguesa no es exactamente la misma que la inglesa. De hecho ni parecida. Sin haberla probado nunca y a partir de lo que veo en la foto, la marmalada portuguesa debe de ser lo mismo que en España llamamos membrillo, con la misma palabra que el fruto, que sin ser tratado de este modo no es especialmente agradable de comer. Ni siquiera he entrado en la especie de gominola que llaman marmelad en Rusia y Finlandia, si quieren saberlo lean el artículo enlazado.


Escalerillas

29/09/2023

En la cola

Va el título con cierta ironía. Este ano en abril volviendo a Irlanda desde Biarritz me fijé en que la escalera de acceso al avión que estaban utilizando los que embarcaban por la parte de atrás era enorme.  Tenía dos tramos opuestos y creo que hasta descansillo. Nunca había visto una así. Me he puesto a investigar el mercado de este tipo de equipamientos, que en inglés se llaman boarding stairs o boarding steps y me ha sorprendido la cantidad de competidores y modelos que hay en este sector. Uno lo creía bastante estandarizado, pero hay bastante más variedad de la que podría pensarse: las hay automóviles y de arrastre, extensibles, con cubiertas y en diferentes tamaños.  La escalera que nos ocupa concretamente la fabrica la empresa Aviramp, que tiene varios modelos similares.

La escalera de la parte de atrás es impresionante

14.04.2023


Suspensos como desahucios

10/07/2023

Lo de «haced un país donde sea verdad la justicia, donde sea efectiva la propiedad, eficaz el mérito, fecundo el trabajo, y dejaos de quitar y poner tronos» de ayer me ha recordado esta similitud que surgió el otro día en una conversación guasapera. Estábamos hablando de cómo en el bachillerato y en los exámenes de acceso a la universidad de España las notas son cada vez más altas sin que el nivel académico de los adolescentes haya mejorado que se sepa y con la intuición de que lo que ocurre es más bien lo contrario. No sólo eso sino que además creo haber leído que el 30% de los alumnos sacan sobresaliente y gran parte de las notas se concentran por encima del 13 sobre 14 puntos. No sé en que momento de la vida a alguien se le ocurrió que operar sobre 14 era mejor que hacerlo en la base 10 que ya habían descubierto nuestros ancestros con sólo mirarse las manos y sin haber salido de África.  El caso es que he leído que la nota promedio de la Selectividad en 2023 sería 7,38 sobre 10 (que habría sido de las más altas hace treinta años cuando yo la hice) mientras que en 2015 era de 6,25.

Tratándose de España esto tiene además una dimensión regional y he visto algunas estadísticas que muestran que las notas de Canarias son elevadas de un modo que no puede corresponderse con la realidad académica. Entiendo que se inflan para que los alumnos insulares tengan buenas posibilidades de optar a plazas universitarias en la península. Aquí nos topamos con la injusticia de que diferentes exámenes en diferentes regiones son puntuados con más o menos generosidad pero todos ellos permiten el mismo acceso a las mismas universidades. Un absurdo.  No olvidemos tampoco la perspectiva de clase derivada del hecho de que la nota de los exámenes de acceso hace media con la de los cursos anteriores: los profesores funcionarios del bachillerato en la educación pública podrían permitirse el lujo de ser honrados al evaluar, no así los de los centros privados cuyo prestigio depende de los resultados de sus alumnos.

La analogía con los desahucios viene del hecho de que tratando de no dejar a nadie atrás, se cargan el sistema. Si no se puede embargar al propietario de una vivienda por no pagar la hipoteca, si no se puede lanzar del inmueble al inquilino moroso y si no se puede expulsar con rapidez al ocupante ilegítimo es verdad que estás protegiendo a unas cuantas personas, pero destrozas el mercado de la vivienda, si no del todo al menos en parte, ya que le generas una distorsión importante a bancos, caseros y los que compiten con otros para adquirirla. Y lo mismo ocurre en la educación: si no suspendes a ningún alumno, si haces que nadie repita curso, si todos los alumnos tienen derecho al sobresaliente y a acceder a la que se les haya ocurrido que es la carrera de sus sueños, te has cargado el sistema de selección.

Creo que una de las razones por la que a muchos (especialmente en la izquierda) les atraen estas dinámicas es que mientras los favorecidos por las mismas son visibles en el momento en el que se les ayuda, las víctimas que generan no lo son. Aquel que habría comprado la vivienda si hubiera sido un poco más barata y el alumno que ha sacado 13,2 en 13,3 pero cuya nota era justa y no estaba inflada y que por eso no va a poder estudiar medicina en una universidad pública. Al final esas víctimas invisibles se acaban buscando la vida y nadie es consciente de cómo se les perjudicó.


Solteros contra divorciados

02/07/2023

El otro día estuvo por aquí el embajador y en uno de los antros clásicos de por entonces, entre trago y trago y hablando de amigos y conocidos de los viejos tiempos, caímos en la cuenta de que una porción sustancial de los mismos ya ha pasado por el trámite del divorcio.

El chascarrillo fue que en vez del típico partido de fútbol pachanguero entre solteros y casados tendríamos que organizar uno entre solteros y divorciados y que los casados podrían ser los linieres y el árbitro.


Cuentos chinos españoles de Rusia

07/11/2022

El otro día estuve escuchando un interesante programa sobre la figura de Valentín González, «el Campesino». Más allá de la biografía de este personaje singular recomendaría la serie completa de D. Joaquín Rivera Chamorro sobre Los otros del 36. Tras el programa me puse a buscar otro de TVE que el autor había mencionado. «Rasgos» de 1982 en el que Mónica Randall entrevista al Campesino y en el que uno puede percibir su escasa formación más allá del estado de decrepitud en el que el hombre se encuentra a esas alturas.

Este programa no lo pude encontrar en la página de RTVE, pero estaba troceado en Youtube y con una calidad de imagen y sonido bastante mala. Entre muchos desvaríos me llamó la atención la historia estupefaciente que allí se daba por cierta tanto por la entrevistadora como por el entrevistado de que la cosmonauta soviética y primera mujer en el espacio Valentina Tereshkova era hija de él y de que esa era la razón de su nombre de pila.

Esta tontería me ha devuelto a la memoria algo que recordé hace poco tiempo, cuando murió Mijaíl Gorbachov. Una historia que recuerdo haber leído y visto en el telediario en los años ochenta. Se llegó a decir que Gorbachov era de origen español y su nombre real Miguel Corbacho. Para asegurarme de que no era una alucinación mía me he puesto a buscarlo y lo he encontrado en la hemeroteca de El País, en la última página de la edición del 17 de agosto de 1986:

[…] líder soviético, se ha marcado un enorme farol con su nombre, porque en realidad se llama Miguel Corbacho y es gallego. Así, como lo leen. Según las investigaciones del diario La Región, de Orense, el secretario general del PCUS es nieto de Antón Corbacho, un emigrante a Centroeuropa que participó en la revolución de 1917. Perseverante y tenaz, Antón llego a dirigir uno de los koljos más importantes del Cáucaso, se casó, ascendió de categoría y pudo mandar a la universidad a su hijo Manuel, quien, al acabar la carrera en el seminario de Tbilisi, optó por la nacionalidad soviética. Su hijo Miguel pensó que si su padre era soviético lo mejor era llamarse Mijael. En el apellido Corbacho se cambió la C por la G, menos sonora, y se agregó la v final por analogía con las terminaciones rusas. Las hipótesis con las que trabajan investigadores no relacionados con La Región apuntan: 1. A que Mijael, o Mijail, lo diga ahora por no querer ser menos que Fidel Castro, Raúl Alfonsín y Julio Iglesias. 1 A que se lo cambiara para llegar a ser quien es, poder ver a Reagan, ya que por la Casa Blanca siempre ha pululado un cocinero gallego, y copiarle la receta del pulpo.


Calendarios

20/09/2022

La coincidencia del día ha estado en que por la mañana había investigado sobre el calendario revolucionario soviético y sus semanas de cinco y seis días y me gustó el problema de ajedrez que había en una hoja de almanaque que ilustraba la entrada de la Wikipedia y me propuse recordar que los trece días que van del 1 al 13 de febrero de 1918 son el equivalente en el mundo ruso a los diez que van del 5 al 14 de octubre de 1582 en el hispánico.

Luego por la tarde he visto el documental «España, la primera globalización» (2021) y ahí han comentado un dato del que no había tenido noticia con anterioridad. Si bien en la península Ibérica el cambio del calendario gregoriano al juliano se produjo en 1582, en el virreinato de la Nueva España esto ocurrió en 1583 y en el del Perú en 1584.

He encontrado el artículo «El calendario gregoriano en América» de Juan Comas (1957) del que tomo las líneas finales:

En resumen, hay constancia de que el calendario fue modificado por lo menos en tres años sucesivos en los dominios de la Corona de España: 1582 (en la Península), 1583 (Audiencia de Guatemala) y 1584 (Virreinato del Perú). Sería interesante saber con precisión lo ocurrido al respecto en otros territorios del Nuevo Mundo.

A título de curiosidad recordemos la fecha en que otras naciones adoptaron el calendario gregoriano: 1584, Austria y la parte católica de Alemania; 1586, Polonia; 1587, Hungría; 1700, países protestantes de Alemania; 1752, Inglaterra; 1753, Suecia; 1873, Japón; 1911, China; 1917, Bulgaria; 1918, Rusia; 1919, Yugoslavia y Rumania; 1923, Grecia; 1926, Turquía.

En esta lista Irlanda va en en el mismo saco que Inglaterra. De lo de 1752 y las consecuencias que ha arrastrado hasta casi nuestros días me ocupé en otro momento.


Versos alejandrinos

26/06/2022

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El otro día la jefa trajo a casa varios tebeos de Tintín y Astérix, dos personajes que a ambos nos fascinaron en la infancia. La intención era iniciar a la heredera en la misma afición y no miento cuando digo que me sentí defraudado por su falta de interés, aunque en fin sean gustos que uno no puede imponer. Total, que ayer estuve con Tintín en el Tíbet y hoy me toca andar con Astérix por el Egipto. Al poco de iniciar el «Astérix y Cleopatra» (Asterix and Cleopatra en inglés) nos encontramos a un antiguo amigo de Alejandría que llega a la aldea en busca del druida Panorámix (en inglés, Getafix) que lo recibe y explica a los demás la proveniencia del visitante, con juego de palabras incluido:

  • My dear old Getafix, I hope I find you well?
  • An Alexandrine…

He contado las sílabas y he visto que había doce, y no catorce que son los que todo el mundo sabe que debe tener un verso alejandrino,  así que mi primera impresión fue que no habrían tenido en cuenta el detalle en la traducción. He buscado el original en francés:

  • Je suis, mon cher ami, tres heureux de te voir.
  • C’est un alexandrine.

Que también son doce sílabas. Aquí me he tenido que poner a mirar a ver si es que lo que se entiendo por verso alejandrino es diferente en otros idiomas. La respuesta es que sí. Tanto en inglés como en francés, verso de doce sílabas, dos hemistiquios de seis. Como en francés todas las palabras son agudas, contando las sílabas de los versos franceses a la española salen 6+1 y 6+1, total catorce.

Ya de paso me he enterado que el nombre viene del Romance de Alejandro. No podría ser tan sólo que cuatridecasílabo fuera una denominación enrevesada.

Me quedaba por comprobar qué hicieron al traducir al castellano:

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  • Estoy, querido amigo, muy contento de verte.
  • ¡Es un alejandrino!

Contad si son catorce y está hecho.


Lo de los pronombres

24/06/2022

Hay una moda reciente en el mundo anglófono de las empresas que me fascina por varias razones que comentaré a continuación. Algunas gentes concienciadas con los temas de la diversidad en las identidades y prácticas sexuales han comenzado a indicar en su firma, a menudo tras su nombre y cargo, los pronombres ingleses de tercera persona con los que se identifican: el nominativo, el acusativo y el posesivo.

Lo habitual es que se trate de he/his/him o she/her/hers, o sea: que en una exhibición virtuosa un tío del que nunca hubieras dudado que es un tío te indica que es un tío o bien una tipa hace lo propio… pero también está la gente para la que en principio esto se inventó, cuyo sexo autopercibido no se corresponde con el que percibiríamos los demás, así que hay más opciones, algunas incluso de reciente invención y también combinaciones alucinantes. O sea, alguien que parece que es un hombre pero que quiere que los demás lo refieran como ella y otras palabras que no son ni él ni ella. De todo esto yo sólo he llegado a ver el caso de una única persona que tenía they/them bajo la firma (esto es lo que en inglés se llama pronombre genérico de tercera persona y que no es extraño usar para referirse a una persona indeterminada que podría ser varón o fémina aunque sí que lo es para referirse a una persona concreta) pero encontré una larga y estupefaciente lista de opciones, que por fortuna creo que casi nadie utiliza.

En el fondo esto de los pronombres es una forma de indicar «soy chico» o «soy chica» o las otras miles de cosas que parece ser que existen y yo aproximadamente desconozco, pero me sorprende que en vez de hacerlo directamente se busque un giro de semejante carga gramatical. Es asombroso por ejemplo que se especifique el pronombre de tercera persona y no el de segunda. Al fin y al cabo, si voy a hablar contigo, no entiendo por qué habría de llamarte algo que no fuera tú o usted, en inglés you. ¿No es excesivo intentar controlar la conversación entre terceros que se refieren a uno? En este contexto de empresas multinacionales importan todas las injusticias y privilegios menos el anglocentrismo: si te importa cómo me refiero a ti cuando hablo con otras personas somos muchos los que tendríamos que recibir una lista de pronombres en diferentes idiomas.

Que esa es otra. Hay varios genios del mundo hispánico que han copiado la moda sin percatarse de que en español para empezar no es obligatorio decir él ni ella para expresar, por ejemplo, que una persona «(él/ella) es idiota». El pronombre se suele elidir. Tampoco el posesivo de tercera persona singular distingue género, de hecho «su» no distingue ni el número del poseedor. En español lo relevante a estos efectos sería la desinencia de género: es guapo / es guapa.

Otra de las cosas asombrosas es que se especifique una triada. Pongamos He/him/his o she/her/hers. Son formas gramaticales y al menos internamente coherentes, independientemente del aspecto de quienes piden que se usen para referirse a ellos. Me pregunto qué pasa si alguien indica que sus pronombres son he/her/them o cosas más inmanejables aún. Yo ya sé que en el mundo de la empresa estas cosas no se pueden discutir y que de hecho todo lo que no sea aplaudirlas sin cuestionarlas parecerá poco, pero mi tentación es decir a los anglos que pueden destruir o transformar o mejorar su idioma como les dé la gana pero que nos hacen la vida difícil a los demás ya que mientras que a ellos seguramente les salga de modo natural el resto tendríamos que ponernos a estudiar estas cosas.

Por azares de la economía actual me toca tratar por correo electrónico con mucha gente de la India. Dada mi ignorancia sobre las distintas culturas del subcontinente cuando cuento sólo con el nombre del interlocutor hay muchas veces en las que no sé si son macho, hembra o alguna de todas estas cosas que nos están llegando de EEUU. Acaban las interacciones y ni he sabido el sexo de mi interlocutor ni me ha importado. A mí mientras me resuelvan el problema me da igual chatear con hombres, mujeres, grupos intermedios o robots. En un mundo tan frío e impersonal no sé a qué viene darse tanta importancia.