Matrimonios y laicización en España e Irlanda

14/04/2017
Knack weekend

Knack weekend

En 2010 me sorprendió descubrir que el año anterior fueron más los matrimonios civiles que los católicos en España. Esta tendencia ha continuado en el tiempo y en 2013 comparé este índice de secularización de mi país de origen con el de residencia.

[…] matrimonios civiles en 2011, extraídos de un periódico para el caso español y de la página de la televisión irlandesa para el irlandés.

  • Matrimonios  civiles en Irlanda (2011): 29%
  • Matrimonios civiles en España (2011): 60,07%

En ambos países hay tendencia hacia la secularización, pero tanto el punto de partida como el ritmo son diferentes.

Hace unos días he visto la noticia con los datos de los matrimonios en 2016 para Irlanda y me ha parecido interesante actualizar el mesofacto. He tenido que acudir a los datos del CSO [el equivalente irlandés del INE] para entender un poco mejor lo de los matrimonios humanistas y espirituales.

Fuente: CSO

No lo explica bien del todo, pero lo que recuerdo de la boda de una compañera de trabajo es que las opciones de ceremonias que existen son civiles y religiosas de varios tipos: católicas, protestantes y otras. Por como agregan los datos parece que la ceremonia «espiritual» se cuenta entre las religiosas y la ceremonia «humanista», entre las civiles. Al final va a ser más práctico contar los matrimonios católicos. Ahora me estoy preguntando si la cómica boda céltica de mi jefa anterior sería religiosa-espiritual o civil-humanista.

El INE no ha publicado aún los datos de 2016, pero con los de 2015 que aparecieron en los periódicos nos quedan estos mesofactos casi un lustro después:

  • Matrimonios civiles en Irlanda (2016): 35.8%
  • Matrimonios civiles en España (2015): 72.3%

Parecería que la secularización avanza y sin embargo el mundo me parece bastante igual al que era hace 5 años. Mi opinión basada en prejuicios e intuiciones –no hard data here– es que esto tiene mucho más de salida del armario que de transformación social profunda.

Una modelo descriptivo muy simplificador que planteo a quienes me preguntan por España es que se puede dividir el país en tres grupos: Tanto el grupo de los no religiosos como el de los católicos practicantes suponen cada uno una cuarta parte de la población. Los católicos no practicantes son la mitad de la población. El equilibrio social viene determinado por el hecho de que los católicos no practicantes se parecen más en opiniones y actitudes a los ateos/agnósticos que a los católicos practicantes. Mi impresión es que la sociedad no se seculariza porque en realidad ya estaba allí y que los datos sólo lo están dejando ver de un modo más explícito.


San Patricio 2017

17/03/2017

Hoy día de san Patricio en Dublín hemos cumplido por enésima vez con la tradición de NO acudir al desfile que se hace en el centro. Por culpa de mi señora madre o gracias a ella , que de pequeño me llevó a chupar frío a la cabalgata de Reyes y a la tamborrada infantil de San Sebastián, le tengo alergia a estas cosas. No es más que una sucesión de charangas y carrozas de carnaval con poco sentido estético ni de homogenéidad excepto quizá por la profusión de verdura en el colorí.

Los irlandeses lo tienen por un gran acontecimiento e incluso se televisa. Hastra los más despreciables villorrios celebran su propia procesión con tractor y recua de lugareños incluída. Si uno viene de una cultura mediterránea, donde la costumbre de celebrar por las calles está más arraigada, en general recibe la sensación de un pobre espectáculo. Cualquier población de veinte mil habitantes en la Europa meridional consigue montar circos mejores y con mejores fuegos artificiales.

Esto lo pongo en relación con un fenómeno sobre el que llevo intentando reflexionar algún tiempo. Las notables diferencias en la concepción y ocupación del espacio público que este hijo de Iberia observa en Hibernia. No sé si circunscribir esta comparación a España e Irlanda o si incluso podrían abarcar el orbe latino todo y todo el mundo anglosajones, pero podría valer. Lo de festejar en la calle es un aspecto, pero el dónde empieza la calle es otro, cómo y cuanto utilizar los espacios comunes como los parques es otro. Está todo marcado en parte por el tiempo meteorológico, pero en algunas de las facetas no tendría por qué influir.

En general los irlandeses dan el pego como más amables y educados que los toscos del sur. El espacio personal es una cosa que hay que aprender y que creo que es cultural aunque puede que tenga que ver también con el frío. Para mí los sospechosos son el catolicismo y el clasismo, pero como todo es  un fenómeno compuesto de capas y bastante complejo. Me sigue resultando extraño el modo de ubicarse de esta gente en el transporte público. Cómo se agolpan junto a la puerta del tranvía sin atreverse a ocupar los pasillos cuando la densidad lo haría aconsejable. En general los irlandeses no están acostumbrados a las aglomeraciones y eso se nota. Un bar se considera lleno mucho antes de lo que lo estaría en España.

El asunto de la densidad de población debería ser una preocupación capital en la capital. Los datos de Eurostat muestra que más del 90% de la población de Irlanda vive en una casa y menos del 10% en pisos. Esto genera una serie de problemas que tienen que ver con la carestía de la vivienda, con el transporte, la distancia al trabajo, la dificultad de concentrar servicio y el tipo de redes y relaciones que pueden crearse. No es por nada que digo que Dublín no es una ciudad sino rus in urbe.

Espero poder aclarar y extender algo mis ideas a este respecto.


Resumen de 2016

01/01/2017
Aquí y pocas veces allí

Aquí y a veces allí

Llevo semanas o meses oyendo que 2016 ha sido un año especialmente convulso y negativo. No estoy muy seguro aunque sí que es verdad que en el plano político me he visto perdedor de todas las batallas sin haber participado en ninguna. El bréxit podría llegarnos a afectar más directamente al bolsillo, pero lo que pone la supervivencia en peligro es que los gringos hayan escogido a un tonto partidario de la proliferación nuclear y las elevadas temperaturas en el Ártico de estas últimas semanas. Esto enlaza con la superpoblación y uno es neomaltusiano, pero en fin, mientras no estalle ninguna de estas tres cosas parecerá que no vamos mal del todo.

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En lo personal ha sido un año de transición o de consolidación o de estancamiento, incluyendo la renuncia a algunos sueños. Hemos pospuesto la importante decisión de adónde ir a vivir y eso que un cambio antes del otoño de 2017 es inevitable. Si los viajes son una forma fácil de salir de lo rutinario, sólo he abandonado Irlanda dos veces en 2016, ambas para ir a España y para lo que en la práctica han supuesto dos funerales que han sido lo peor del año sin duda. Ahora que se me van los tíos tengo mucho más presente que estamos en el punto de corte para la desaparición de la generación inmediatamente anterior. Creo que el único lado bueno que tiene eso es que refuerza el vínculo con la familia y provoca que nos alegremos más aún de recibir visitas, de las que este año, por fortuna, hubo unas cuantas. La salud bien, pero no me pongáis a correr cien metros. El trabajo: sigo en el mismo sitio y sólo es trabajo pero casi hasta me gusta, lo cual me va convirtiendo en un tipo de persona mucho menos interesante de la que creo que un día fui. Y supongo que se notará en las cosas que aquí escribo.

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Esto de bloguear ha perdido cierto encanto para mí (por ejemplo, en la primera mitad del año hice 87 entradas y en la segunda apenas 39), pero me sigue gustando especialmente volver atrás y reencontrarme con textos que a veces ni tengo consciencia de haber escrito. En el futuro seguiré intentando dejar constancia de datos memorables que encuentre en libros. Creo que este año 2016 deja treinta y pocas entradas librescas y eso conforma el grueso de mi actividad lectora (siempre hay algunas cosas más que no reseño por falta de tiempo, de ganas o por que las obras de todos conocidas bien poco dejan que ya añadir).

Entre las cosas a las que me dediqué en tiempos pretéritos, tras varios años he leído un libro entero de ajedrez e incluso en verano me pasé unas cuantas semanas practicando por las noches el juego rey. Luego las circunstancias lo hicieron decaer.

A veces se me ocurre que debería probar nuevas aficiones pero la curva de aprendizaje es empinada. Mi único propósito para 2017 es completar la BWV 996, que ya está muy bien encauzada. Dos años después voy a dejar La Catedral para pasarme a este otro clásico de la guitarra. He perdido casi todo el interés por viajar excepto para reuniones familiares. En este momento de la vida la felicidad consiste en que las cosas se queden como están. Si me tocara la lotería casi lo vería como una molestia. Si esto no es equilibrio yo ya no sé qué puede ser. Que las cosas sigan parecido.

Guitarra parecida

Guitarra parecida

Otros finales de año, WordPress nos facilitaba unas bonitas estadísticas (2015, 2014, 2013, 2012, 2011) que parece que ya no van a hacer más. En 2016 hemos tenido 89.844 clics, que consolida una tendencia decreciente que me parece que se viene dando en el blogueo en general desde que las redes sociales se consolidaron como el foro en el que hablar por hablar en detrimento de esto otro.

Estadísticas 2016

Estadísticas 2016

Tengo también por aquí las diez entradas más exitosas de 2016, que en realidad están a uno o dos órdenes de magnitud de popularidad por debajo de las más antiguas:

  1. Cañones de la Armada Invencible
  2. Murallas de Dublín
  3. Cartograma de la población española por provincias
  4. Onomatopeyas de estornudos en diferentes idiomas
  5. Elecciones generales en Irlanda (2016)
  6. ¿Qué pescado hay en Irlanda?
  7. Tilacino cinocéfalo, tigre o lobo marsupial de Tasmania
  8. Donde empieza el camino de Santiago en Irlanda
  9. La violencia según Pinker
  10. El intento de invasión de Irlanda de Eduardo Brucio (1315)

No sé cómo evolucionarán, pero parecería que si algún día quisiera vivir del clic en vez de a mis lecturas tendría que dedicarme a las irlandesadas.

Años anteriores:


Resumen de 2015

01/01/2016

pigs-countryballs

Un año más comienzo con un resumen de lo que fue el año anterior, tanto en lo personal como en lo que uno escribe, más allá de estadísticas. Ha sido 2015 un buen año a pesar de algunos sinsabores. Por ejemplo y por el lado de las cosas buenas, comenzamos el año sin empleo pero esto se corrigió pronto ya que al principios de año firmé el contrato y en febrero comencé a trabajar en la empresa en la que sigo y en la que creo que me quedaré bastante rato, si puedo y me dejan. Mi empleo es bastante similar en funciones y condiciones al anterior y tiene la ventaja añadida de quedarme más cerca de casa, con lo que al final lo de que nos echaran del otro salió bastante bien. Esta compañía es un poco más caótica y en algunos procesos veo que van como quince años por detrás, lo cual a ratos resulta frustrante pero también supone que la presión que sufrimos los empleados es menor y que es más fácil mejorar cosas, ya que hay tanto que mejorar. Lo más importante es, por supuesto, que siga habiendo salud.

Basilea

Basilea

No es que nos hayamos movido mucho este año, pero sí que hemos ido dos veces a Alemania: una en primavera y otra en verano y después ha habido un viaje a España, ya en otoño. En mayo fuimos a la Selva Negra para la boda de mi hermana. Se dio la oportunidad de entrar en Suiza (un país que no había tocado) y dar una vuelta por Basilea. Además de los bonitos días junto al Titisee estuvo bien conocer Friburgo y cruzar la frontera francesa para ir a Estrasburgo donde había estado otra vez hace ya bastantes años. La siguiente vez, en medio de la ola de calor de julio y por cosa de los precios de los vuelos nos tocó ir a parar a Bremen que es una ciudad que merece más reconocimiento del que suele dársele. De ahí pasamos a nuestros cuarteles habituales: Hamburgo y Hanóver, aunque puede que a esta última ya no tengamos que ir más y lo sentiré porque me gustaría volver a ese zoo. En ese viaje también conocimos Luneburgo y fuimos a la playa para bañarnos en el Báltico, plagado de medusas. Me gusta mucho Alemania y un asunto que siempre está sobre la mesa es si no deberíamos irnos a vivir allí.

Knack weekend

Irlanda

Durante el año y por trabajo tuve que ir una semana a Rotterdam y dos veces a Maidenhead cerca de Londres. Luego en otoño fuimos a Guipúzcoa a ver a la familia, y ahí para mí son vacaciones de verdad porque no siento la obligación turística de hacer nada, aunque sí que acabo haciendo cosas de guiri por fingir. En Irlanda creo que este año no he salido del cinturón de la M-50 más que una sola vez y ha sido ahora a finales de diciembre. Cuando tenga algo más de tiempo para viajar intentaré conocer países nuevos de Europa (me quedan unos veinte o así para mi objetivo y me he dado un cuarto de siglo para lograrlo). A no ser que nos obliguen a ir a la India o EEUU no me planteo salir del continente en mucho tiempo.

Aquí y allí

Por Irlanda todo sigue más o menos normal, lo cual es bueno, aunque me temo que 2016 será un año de cambios con el vértigo que eso produce. Me dará mucha rabia -aunque me temo que será necesario- cambiar de casa. Es un imperativo que tiene que ver con la escasez de plazas escolares y el arbitrario y discriminatorio sistema que se aplica para otorgarlas. Todo sistema discrimina de algún modo, pero no creo que haya otro país de Europa occidental en la que la religión de los padres sirva como criterio para asignar plazas en centros públicos. En fin, yo no les voy a mejorar su país a los irlandeses, sólo formo parte de la base de contribuyentes y mi presencia aquí la valoro como un conjunto. Si un día los costes son mayores que los beneficios nos iremos y fuera. Habrá elecciones en el país (Irlanda) antes de mayo y preferiría que el equipo de gobierno actual tuviera continuidad. No hay revolución bolivariana a la vista ni involución de ningún tipo.

Servidor junto al grabado en el Museo Nacional de Tokio

Yo difuminado

¿Cuánto hemos escrito en 2015? 143 entradas (frente a 169 en 2014 ó 152 en 2013). El mes en que más marzo (18) y el que menos mayo (4). Las entradas escritas este año aún no han tenido tiempo de madurar y además las de principios de año tiene mayores posibilidades de ser vistas, pero las cinco más vistas han sido «¿Cuánto cuesta la gasolina en Irlanda?«, «Feldberg de la Selva Negra«, «Ocaso español en Filipinas«, «Fontana de Trevi» y «Citywest«. La mayor parte de las aproximadamente cien mil visitas van a entradas viejas que son las mismas todos los años. La de las encuestas israelítas es la que ha explotado esta vez.

Hace tiempo que he detectado que voy a lo fácil y tengo tendencia a escribir cosas sobre Irlanda y la vida cotidiana en este país. Aquí vivimos y creo que algunas comparaciones o curiosidades puedan ser de interés. Una cosa que veo por la calle o algo que oigo en el trabajo suelen ser detonantes que me lanzan a dejar cosas anotadas para la posteridad. Me gustaría más escribir de ideas generales pero no se me ocurren tantas, así que este tema seguirá boyante.

Me salen veintitantas entradas sobre libros en 2015, así que puede que haya leído unos treinta. Uno multiplica ese número por la esperanza de vida estadística con su edad y queda muy empequeñecido ante el tamaño de cualquier biblioteca. Echo en falta tiempo para leer. No es sólo el tiempo de leer sino el de conseguir el entorno adecuado para leer con provecho. Poder leer sería mi deseo este año. No por la actividad en sí, sino porque es un indicador valioso. Si consigo leer en 2016 más que durante el año anterior, eso querrá decir que muchas otras cosas más importantes han ido bien.

A todos los que me leéis os deseo un muy feliz 2016.


Sociología normativa

21/06/2015

Hace un par de días he leído una entrada muy interesante de Heath, uno de los autores de aquel libro tan gracioso para explicar las tribus urbanas que fue «Rebelarse vende». Trata de algo a lo que llama «sociología normativa», que es aquella funciona atribuyendo a los problemas las causas que sería deseable que lo fuesen.

Cuando la economía va mal nos gusta que la culpa sea de los bancos y si África está de pena preferimos que sea por culpa del fenómeno del colonialismo que se dio allí hasta hace cincuenta años. Esta pulsión narrativa de los mortales se ha trasladado a las «ciencias» sociales hasta un punto que, si se piensa, lo de sociología normativa puede llegar a sonar como un pleonasmo.

Recoge una frase bastante acertada de otro autor que se queda corto al sugerir que la izquierda política «identifica problemas reales, pero como los adscribe a causas espurias, luego encuentra difícil formular políticas que los remedien».

Luego enumera cuatro problemas de este modo de ver el mundo social. Una idea muy típica de izquierdistas (de esos a los que Lenin llamaba infantiles) es creer que todos los problemas se pueden resolver políticamente. Heath pone aquí el abandono escolar, o la desigualdad en el reparto de las tareas domésticas entre los sexos. España lleva quince o veinte años en una cruzada contra los asesinatos de mujeres por parte de sus parejas en la que nunca se han juzgado las medidas llevadas a cabo por su eficacia, sino más bien por su buena intención.

El tipo de problema que más me interesa es el de ignorancia estadística: identificar la correlación con la causalidad o escoger el lado erróneo de una ecuación, que es muy típico que se haga. Precisamente esta semana había leído una noticia boba en la que la causalidad me parecía totalmente inversa: «El sexo frecuente asegura el éxito financiero, según un estudio» pero sin leer el estudio no se atreve uno a decir si la culpa es de los sociólogos o de lo que los «periodistas» entienden de los «sociólogos».

También esta semana me encontré con unos consejos para enfrentarse a las estadísticas que me parecieron el punto por donde mucha gente que escribe en la prensa española podría comenzar.


Promedios australes

07/06/2015

BBC

Hace un par de semanas leí que por primera vez en 24 años hubo más australianos que emigraron a Nueva Zelanda que neozelandeses procediendo a la inversa.

Ese par de países lejanos tienen un tratado de libre circulación de personas que permite que los nacionales del uno residan y trabajen en el otro sin demasiado papeleo.

También tienen cierta rivalidad y como hace años que sigo (algo) las noticias neozelandesas había sabido con anterioridad de que era un asunto que preocupaba en el país kiwi, por aquello de la fuga de cerebros y tal.

Un político cuyo nombre no recuerdo minimizó el problema diciendo algo así como que «el neozelandés que emigra a Australia contribuye a mejorar el cociente intelectual medio de ambos países.»*

Es una idea que me resulta graciosa y me gustaría emplear alguna vez. Hasta la fecha no he tenido éxito.

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* Acabo de averiguar que este político se llamaba Robert Muldoon y que murió en 1992, antes de esta última racha migratoria. También he descubierto que en estadística a este fenómeno de incrementar el promedio de dos grupos tras cambiar elementos de un grupo al otro se le ha llamado fenómeno de Will Rogers, por un humorista que hizo el mismo chiste con anterioridad, pero usando Oklahoma y California.


Resumen de 2014

05/01/2015

Otra vez aquí para el resumen del año más allá de las estadísticas oficiales. No empezó muy bien 2014, volviendo a las urgencias del hospital después de muchos años. Luego fue el susto más que nada y el año se ha dado en general bien, aunque por desgracia creo que ya no habrá año en que no se nos muera algo o alguien. Digo lo de algo ya que a las ausencias físicas se suman las de proyectos que quedan definitivamente descartados. Quizá la noticia del año fuera que en octubre nos echaron del trabajo, un hecho del que en su momento me alegré bastante aunque habrá que esperar a un nuevo equilibrio para poder juzgar las cosas de modo definitivo. En este año sin salir apenas de la isla esmeralda pudimos conocer las de Lanzarote y Malta y hubo una visita a la familia en España allá por abril. Estos tres últimos meses del año han sido muy interesantes: en octubre me visitaron mis parientes más cercanos y recuperé una guitarra que tenía abandonada. A la alegría de dejar atrás Swords, espero que para siempre, se ha unido la posibilidad de volver a la afición antigua de pulsar cuerdas y el regreso a la lectura de los clásicos. Después de muchos años pude por fin ver Connemara, una excursión tantas veces aplazada. Para 2015 sólo puedo pedir que todo siga como está y que encuentre un buen empleo antes de marzo o uno malo antes de junio.

Respecto al blog, en algún momento de principios de diciembre hemos llegado a las 500.000 visitas acumuladas y a los 2.000 comentarios (contados desde mayo de 2009). He leído que esto de los blogs tocó techo hace ya varios años y que cada vez reciben menos visitas. Me imagino que ya se incorpora cada vez menos gente a Internet y que la cantidad de material para leer se ha incrementado notablemente. A veces he tenido intenciones ambiciosas: escribir más o más a menudo o mejores textos o más largos o meter más traducciones. Este año metimos 169 entradas, que viene a ser como una cada dos días. Creo que lo mejor es que no me comprometa a nada y siga anotando lo que me apetezca en cada momento. Este año 2015 vamos a cumplir una década de blog, que no está nada mal. Vamos día a día y si juntamos muchos días quizá hagamos la segunda.

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Desde la ventana

Desde la ventana

Enero (12): Además de con el resumen del año anterior, nos pusimos con una película que tuvo China por escenario y el crimen del ajedrez. El camello vecino y el regreso a nuestro restaurante favorito fueron lo más interesante que pasó en la oficina. Murió el ultimísimo de Filipinas, observamos palabras interesantes y mal traducidas, leímos un libro sobre Extremadura en América y tuvimos la malísima idea de intentar votar dos veces en las elecciones europeas.

Postal y mapa, dos de mis temas clásicos

Postal y mapa, dos de mis temas clásicos

Febrero (5): En febrero nos fuimos a Lanzarote, por lo que apenas subieron al blog cuatro cosas. Me chocó que alguien creyera que 2000 todavía sonaba a moderno, nos llegó una postal de la antigua colonia española de Guam (si me lees y además me mandas postales te considero un héroe), Lo de Ucrania ya se iba poniendo feo pero había que mirarlo comparativamente, vi por vez primera un mapa de las fuentes del Amazonas y no creía que estuvieran tan al sur y también una foto de Shangái que me dio algo de vértigo.

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Narcisos

Marzo (14): La primavera se acercaba y esta vez la postal llegó de Taiwán. Recordé otros viajes primaverales, no sé por qué tan especialmente aquel de Italia en 2009. Como los viajes lejanos cada vez están más complicados nos tocan planes menos ambiciosos, aunque fui por vez primera a Skerries y segunda a Greystones. A principios de mes fue el lío del congreso del PP europeo aquí casi al lado de casa. Recuerdos de viejos viajes por Toscana y Egipto. Subí una entrada que tenía pensada hacía años y encontré una idea sobre el trabajo y la vida que este mismo año me ha acabado resultando importante.

Pavo real

Abril (4): Los primeros días los pasamos en España, por lo que no fue un mes de mucha actividad bloguera. Pusimos las fotos de una excursión a Malahide del mes anterior y comentamos un libro con infografías deportivas, los últimos avances respecto a los neandertales y la penultimísima postal que nos llegó del Japón.

Ahí está

Ahí está

Mayo (20): Superado el letargo invernal, fue mayo un mes de actividad frenética, en el que vi muchas películas y salí mucho por Dublín para ver sus cosas viejas y nuevas. Vimos el Giro de Italia, la oficina de Ryanair y el nuevo barquito de la Armada Irlandesa. Fueron las elecciones europeas tanto en España como en Irlanda y tuve la ocasión de ver y escuchar unas danzascoros georgianos. Quizá la mejor entrada del mes fueron las fotos que había hecho desde el avión yendo a Biarritz en abril, o si no la del hombre del sextante.

La mancha negra, que no mano negra

 Junio (13): Y llegó junio, que era el mes del mundial de fútbol. Desde el primer día ya vimos que la selección español lo iba hacer mal, así que nos alegramos mucho de la victoria de Alemania. Vino el Juan Sebastián Elcano a Dublín (y entonces aún no sabíamos que iba cargadísimo de droga), la India se subdividió un poco más y yo me quejé amargamente de lo complicado que nos lo ponen para votar a los residentes en el extranjero y de que la gente estaba utilizando la palabra «bipartidismo» para decir concentración electoral o algo así. Hubo tiempo para la ciudad en la que vivo, para otra en la que viví, y para una por la que pasé y donde empezó la Gran Guerra un siglo antes de este mes. Un cuadro turco, el comandante Cero, la deprimente Norilsk de Rusia y un antiguo tratado de anatomía made in Spain, fueron los restantes temas del mes.

Spain's weather map 28-JUL-14

Spanish weather map (28-JUL-2014)

Julio (20): El séptimo mes del año fue hasta cierto punto determinante, ya que el día 15 nos informaron de que iban a cerrar la oficina. Ese mismo día escribí una descripción sobre la ausencia en las islas británicas de persianas y bidés. Escribí en inglés, que creo que era algo que hacía mucho que no hacía. Me escribieron algunos lectores preguntando por cosas de Irlanda y más o menos eso me empujó a algo que nunca había querido: acabar escribiendo una especie de blog temático sobre Irlanda y comparaciones con España, en lugar de un blog personal puro. De todos modos, escribí sobre el salario mínimo, emigración o el coste de la vivienda. Quién sabe, a lo mejor debería seguir tirando por ahí. Después de varios años volvimos al museo de Collins Barracks. Me alegré de reencontrarme con la gente de Blackrock. Otros temas: Pyongyang, tsundoku, terrorismo y demografía, lagartijas y art déco en Dublín.

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El moai de Clontarf

Agosto (22): Quizá uno de los meses más prolíficos. Otros se van de vacaciones, yo ya hace años que no aguanto el calor del sur de Europa en este mes tórrido y en cambio por el centro de Dublín se está bastante bien. Un fin de semana fuimos de paseo por Donnybrook, otro por Clontarf, donde vimos un moai y una curiosa señal en Dollymount además del parque de santa Ana. Hice la comparativa de precios entre Irlanda y España, seguí haciendo consideraciones demográficas, me pareció mal que el gobierno llevara el ébola a España (luego he modificado algo mi opinión), recomendé no hacer cola para ver el libro de Kells, me gustó mucho una serie web postyugoslava y recordé otro agosto escocés en Fort Augustus. Me definí como acentista militante (sólo) y anoté un misterio germanodublinés que todavía me intriga. El par de artículos que mejor me quedaron en este mes sin vacaciones fueron el que escribí sobre el fenómeno «Podemos» y sobre el multilingüismo, con ideas mitad mías y mitad robadas al igual que todo lo demás.

La Valeta desde Mdina

La Valeta desde Mdina

Septiembre (11): El parón en la producción industrial de párrafos se debió en esta ocasión a que nos fuimos unos días a la isla de Malta. Si algún día me pongo con lo de pasar por todos los países de Europa ya tengo hecho uno de los de difícil acceso. Ya en Irlanda fuimos a Donabate y Portrane, que no quedan tan lejos. Este mes estuve trabajando bastante para cumplir todos los objetivos que nos habíamos marcado antes de cerrar el garito, así que mis historias son apenas las que ocurren en el autobús, mis obsesiones clásicas: alguna que otra curiosidad histórica o lingüística. En este mes empecé a buscar trabajo, y parecía ir bastante bien aunque se trate de una carrera de fondo.

Hembra de ansar común y machos mandarín y joyuyo

Hembra de ansar común y machos mandarín y joyuyo

Octubre (9): Este mes estuvo ajetreado entre las visitas de tres generaciones de familiares y alguna rama algo más alejada. Me tomé las vacaciones que me quedaban y los días que no fueron de asueto supusieron una auténtica locura intentando acabar la transición con Bangalore a tiempo. En las excursiones por el Phoenix Park encontramos al pato mandarín, al joyuyo y a la polla de agua. El ébola seguía siendo protagonista aunque ya remitiendo. Me acordé de mis ruidosos connacionales. Con gran pena hicimos la última comida del equipo, por esos territorios del norte del condado. Aquí acabó una historieta de 46 meses.

Abadía de Kylemore

Abadía de Kylemore

Noviembre (16): Nos acercamos al invierno con más tiempo libre, excepción hecha de unos días en Connemara, que es una de las zonas de Irlanda que merece la pena ver y algunas entrevistas a las que había que acudir y preparar. Lo primero que leí fue el libro que me regaló mi jefa el día de la despedida. Luego el de Fukuyama sobre el orden político es uno que citaré bastante en los próximos años. En este mes llevé a cabo ideas que tenía paradas hacía tiempo, como algunas que ya están comentadas más arriba y el mapa de la Pentapotamia 0 lo de las etnias de Rusia. El tema de los apellidos es uno de los que más visitas traen a este blog así que incidí en ese aspecto de la diferenciación cultural. Lo mejor es que pude acabar algo que llevaba pendiente más de quince años. Ese sentimiento, mezcla de orgullo, alivio y felicidad no es uno que se produzca todos los días.

Mi ideología

Mi ideología

Diciembre (23): Y finalmente diciembre ha sido el mes más prolífico del año en este blog. Una mezcla de abundante tiempo libre, mal tiempo atmosférico, abundancia de actividad lectora narrable y que la familia me ha abandonado en navidades han contribuido a ello. Hice un test sobre ideología política que me pareció que estaba bastante bien, cuento un poco mis ideas políticas actuales, que pronto pueden cambiar. En parte gracias al Kindle leí bastantes libros: «Lingua tertii imperii» de Klemperer, «La leyenda negra» de Juderías, «El sombrero de tres picos» de Alarcón, las «Cartas finlandesas» de Ganivet, «La tía Tula» de Unamuno, «La rana viajera» y «Alemania» de Camba  y algunos otros que no he comentado aún, tebeos incluidos. También estoy estudiando guitarra clásica y además de la Cavatina de Myers tengo bastante avanzadas cuatro o cinco cosillas de las que daré cuenta a su debido momento.


Los números de 2014

31/12/2014

Los duendes estadísticos de WordPress.com prepararon un informe sobre el año 2014 de este blog.

Aquí hay un extracto:

El Museo del Louvre recibe 8,5 millones de visitantes al año. Este blog lo vieron cerca de 100.000 personas en 2014. Si se tratara de una exposición en el Louvre, harían falta alrededor de 4 días para que toda esa gente pudiese pasar a verla.

Haz click para ver el reporte completo.


Idiocracia

10/08/2014

Idiocracia en Vimeo.

Un amigo me ha recomendado la peli Idiocracia, de 2006, que es mala de cojones y él lo sabe. Ahora bien, comienza con tres minutos trepidantes en los que para empezar hay una reflexión sobre un futuro en el que la selección natural ha hecho que cada vez se reproducieran más los seres humanos menos inteligentes y una sucesión alterna de escenas en la cual una pareja de elevado cociente intelectual no encuentra el momento de tener un hijo mientras que lumpen de ese que en los Estados Unidos llaman  rednecks o white trash se reproduce como los conejos. Las escenas llevan una superposición del árbol genealógico de cada uno de los casos que es de lo más gráfico. Yo me ahorraría de la peli todo lo que ocurre en el siglo XXVI, pero los cuatro minutos iniciales me parecen apoteósicos.

En general me hacen bastante gracia cosas que tengan que ver con algo que haya visto en la vida real. Esto de la feracidad los borregos y la escase descenencia de las personas serias y responsables lo tengo visto, pero hay muchos ejemplo en estas sociedades tan cómicas que nos ha tocado vivir:

Un par de días antes de ver la peli le comentaba a una compañera de trabajo que había empezado a leer una noticia sobre un individuo de Inglaterra en el periódico y en la primera línea decían que tenía cinco hijos. Sin saber más no fue difícil adivinar que o bien se trataba de alguien muy rico o de alguien muy pobre. Así son las cosas hoy y esto de la reproducción humana y quién se reproduce y cuánto es causa y efecto del hundimiento de las clases medias en el mundo desarrollado.

Ahora viene mi comparación entre Hibernia e Hispania. Sin mirar mucho las cifras, aprecio procesos similares, aunque los resultados sean bastante distintos. De hecho, con datos de 2012 la tasa de fertilidad de Irlanda es la más alta de la UE’28 (2,04 hijos por mujer) y la de España es la segunda más baja (1,32 hijos por mujer, Portugal tiene 1,28).

Lo más importante es, por supuesto la economía y eso afecta de modo parecido a todos los países que llevan el mismo ciclo. A mi modo de ver y sin investigar mucho, la mayor natalidad irlandesa se debe a:

  • Una mayor prevalencia de los valores tradicionales
  • Una estructura de clases sociales más rígida y aceptada.
  • El tipo de asistencia social y los grupos a quienes se asigna.

En realidad los valores conservadores también se están erosionando, aunque menos y con unos veinteaños de retraso con respecto a España. Lo de que la estructura de clases sociales sea más rígida implica una aceptación más conformista de su destino por parte de las clases más bajas, que ni aspiran a subvertir el orden político ni se esfuerzan por mejorar su posición social mediante el comportamiento individual. Esto enlaza tanto con la ideología irlandesa dominante (valores tradicionales) como con el hecho de que el sistema de asistencia social es muy líquido y se centra en el dinero en el bolsillo y no tanto en prestaciones sanitarias o educativas. Estas prestaciones tienen dos tipos de beneficiarios preferentes, que son los desempleados de larga o larguísima duración y las madres solteras.

Por ejemplo, los miembros de la clase baja reciben dinero si no trabajan, unos 860 euros al mes y 140 por cada hijo a cargo. Como no trabajan la madre suele quedarse a su cuidado y no les preocupa el coste altísimo de las guarderías (entre 800€ y 1.200€ al mes por niño). A diferencia de las clases medias, donde un hijo adicional supone un coste adicional y la posibilidad de tener renunciar a una fuente de ingresos (si el salario de la madre es menor que el coste de la guardería de los hijos) en la clase baja un hijo adicional supone en principio un ingreso mínimo adicional.

Ahora bien, enlazando con Idiocracia. ¿Es esto lo mejor para un país? Mi impresión es que aunque a mí me parezca injusto (por eso de haber llegado a las clases medias) seguramente lo que hace Irlanda sea mejor que lo que hacen otros países, visto el resultado de natalidad. ¿Se está reproduciendo la gente que debería? Tengo la sensación de que aunque la primera impresión sea que la gente más capaz se está reproduciendo menos, es posible que se esté consiguiendo la mezcla de población necesaria para el futuro de mayor desigualdad que va a llegar.

Al final supongo que esto de la natalidad y el envejecimiento es una especie de equilibrio dinámico de lobos y corderos o una cuestión de costes y beneficios a corto y a largo plazo, tanto para los individuos como para la sociedad en su conjunto.


Coste de la vida en Irlanda

03/08/2014
Gráfico

Gráfico de precios. UE-27 = 100

Por lo que veo en las estadísticas este blog se ha convertido en una página de consulta para gente que quiere venir a vivir a Irlanda, así que en cierta medida voy respondiendo a las cuestiones que me parece que son de interés para aquellos que quieren venir a ver o a vivir esto y espero que también sirvan a quienes quieran entenderlo mejor.

Hace ya un tiempo toqué el tema de los impuestos y últimamente los del salario mínimo y el precio de la vivienda. Con lo del salario mínimo metí una tabla de Eurostat que comparaba el coste de la vida (lo que se suele denominar «cesta de la compra») de diferentes países de la UE y otros desarrollados como Noruega, Suiza, EEUU y Japón. El índice 100 es la media de precios de la UE-27 (o sea, antes de la incorporación de Croacia), por lo que los países cuyo índice sea más alto que 100 estarán por encima de la media y se podrá decir que son los caros y los que estén por debajo son más baratos. La tabla que puse sólo llegaba hasta 2010, pero en la web de Eurostat ponen los diez últimos años así que la he podido completar hasta 2013.

Se mire por donde se mire Irlanda es un país caro. De entre los países comparados sólo los cinco países nórdicos, Suiza y Luxemburgo son más caros. El único consuelo es que hace unos años era más caro aún que hoy.

Recuerdo bastante bien el impacto que me produjeron algunos precios al llegar, allá muy a finales del siglo XX. Por ejemplo, que una barra de pan costara al cambio unas 300 pesetas o que el precio de tres pimientos fuera de alrededor de 1.000 pesetas. Algunos los acepté como costes «culturales»: los irlandeses no suelen comer pan y en España las frutas y verduras son inusualmente baratas debido a la ingente producción nacional. Los corregí en la medida de lo posible con bienes sustitutivos (pan de molde en vez de barra de pan y manzanas en lugar de naranjas). También había cosas más baratas y mejores, como la leche y las tarifas de las compañías de teléfonos. Otras eran mejor calidad por similar precio, como la cerveza en los bares. Pero en conjunto las cosas eran más caras: era difícil encontrar un yogur por menos de 100 pts y dos pechugas de pollo estaban por las 1.000 pts. Allá por el año 2000 los precios irlandeses era un 35,3% más caros que los españoles, y por supuesto había cosas que eran mucho más caras aún,

Antes de meterme en el supermercado voy a comentar el precio del transporte, que es un factor principal y la cesta de la compra no es sólo lo que cabe en una cesta. Creo que los coches cuestan alrededor de un 50% más. También los seguros de vehículos son más caros. La autoescuela es en cambio bastante más barata. La gasolina a 1,50€ el litro, el diésel a 1,40€. El transporte público es más lento y caro que en la mayoría de los sitios (mi billete de autobús urbano al trabajo, 12km son 3.25€ con tarjeta mensual me sale el trayecto a 2.50€).

Ya en el supermercado, sigo teniendo en mente precios de la España de hace más de un decenio así que algunas cosas que me parece que serán más caras que en España probablemente hoy por hoy tendrán precios parecidos. En realidad desde el año 2000 este índice de precios ha subido en España un 11.5% mientras que en Irlanda tan sólo un 2.7%. En España parece notarse mucho el cambio al euro en 2002. Hoy en día tengo la sensación de que en Irlanda se encuentran cosas mucho más baratas que hace diez años. Recuerdo un par de escenas de 2003, como no encontrar un cepillo de dientes que costara menos de 3,50€ o ir a comprar al supermercado con Kwankho y ver que el mejor precio en papel higiénico era 5€ por 12 rollos (-oye tío ¿en España el papel higiénico será así de caro? -joder, no creo, ¡si lo tiran al campo en los estadios de fútbol!).

Creo que en general en Irlanda los precios han sido caros incluso en los tiempos anteriores al fenómeno del tigre celta cuando eran más pobres que las ratas y que esto es debido a varios factores:

  • Aislamiento geográfico y coste de transportes
  • Oligopolio y falta de competencia
  • Falta de cultura de consumo eficiente

Una cosa buena del mercado irlandés es que es más flexible, debido a lo cual, a consecuencia del golpe de 2008 los precios reaccionaron con rapidez y se ajustaron mejor que en otros lugares, oseasé España. Esto ocurrió tanto en la bubuja inmobiliaria como en la cesta de la compra. De hecho el momento de mayor diferencia entre los precios irlandeses y españoles se produce en 2008 (un 36,3% más caros) pero en dos años desciende notablemente (a «sólo» un 22,5% más caros). En España la tendencia es leve y casi continuamente ascendente, a pesar de todo lo acaecido en cerca de década y media.

Paso de macro a microeconomía para ilustrar mejor esto de la flexibilidad: una de las cosas llamativas de los supermercados irlandeses es que los productos alimentarios que van a caducar en el día o al día siguiente los colocan en unas estanterías especiales para las ofertas o simplemente les ponen un nuevo precio con una etiqueta de color amarillo chillón y los venden con un gran descuento antes de tener que tirarlos. Creo que en España esto no funcionaría porque por un lado un grupo de gente es  más exigente con las normas sanitarias y tendría más prejuicios a la hora de adquirir estos productos y por otro lado habría otro sector de consumidores que estaría esperando para comprar sólo estos productos de precio reducido, perjudicando al mercado de los otros.