Vida y muerte de Manuel Gutiérrez

15/10/2023

Ofensiva de Zaragoza (agosto-septiembre de 1937)

El día que vi la película de Chapáyev había estado haciendo antes unas búsquedas y al intentar escribir el nombre del protagonista a la francesa tecleé «Tchepaieff» con la curiosa fortuna de que acabé en una página sobre la historia militar de la provincia de Castellón en la que se publicaba el diario de un miliciano que apareció cerca de Zuera, en el frente de Aragón, junto al cadáver de su autor y que un soldado del bando contrario había conservado durante más de sesenta años. La última entrada, del sábado 11 de septiembre de 1937, dice así:

Estamos acuartelados bajo los olivos; se esperan órdenes de un momento a otro se dice que para marchar a la línea de fuego. Hemos dormido mal; es triste sin embargo estar descansando (¿) y tener que dormir sobre lo labrado y bajo el techo bonito pero poco acogedor de los olivos, el azul cielo y las plateadas estrellas… pero paciencia; ¡es la guerra!…
Esta tarde hemos ido al cine pero no sé por que causas se ha suspendido el festival; lo siento porque tenían que hacer la película “Tchepaieff”.

Así que en un mismo día vimos un filme y supimos que hubo un hombre que murió y que la última nota que dejó escrita indicaba que se había quedado con las ganas de ver esa misma película. No pude sino ir al principio para leer las pocas páginas de espacio que ocupa todo el diario desde que comienza a escribirlo el día 6 de abril de 1937 hasta su muerte cinco meses después.

El contexto bélico es el de la ofensiva de Zaragoza, preludio de la más conocida batalla de Belchite. No es que el diario contenga ninguna información especial, es más bien una cosa personal que registra sobre todo aspectos cotidianos, casi domésticos, de la vida del soldado. Lo más fascinante es quizá que nadie haya recordado después a este hombre ni se sepa más de él que lo que dejó escrito en esas líneas: Un barcelonés llamado Manuel Gutiérrez que persiguiendo un ideal murió en la guerra de España, en Aragón.

Como no considero que sea un material demasiado publicable por si solo (quizá su mejor oportunidad estaría en alguna compilación de textos de diaristas) he querido humildemente darle algo de difusión  desde estas líneas por si pudieran contribuir a que se cierre alguno de esos círculos de la casualidad que produce la Historia.

Me parecieron interesantes sus consideraciones del 15 de agosto y la carta que envía desde Fraga a un amigo de Sabadell el 17 tras decidir abandonar la CNT para integrarse en la JSU:

Día 15, domingo

Esta mañana ha tenido lugar un mitin en el “Cigonye” – la rambla de Fraga. Han hablado Matas, Comisario de la 27 División, Trueba, el Secretario del Partido Comunista Aragonés, el Comisario de la Brigada Lister. Todos han definido las luchas internas de Aragón y la opresión de que han sido víctimas los trabajadores del campo por parte de los incontrolados en nombre del régimen libertario. Dijeron que de ahora en adelante se haría justicia inexorable contra el atrevido que osase aniquilar la vida a un soldado o a un campesino; y no tengáis miedo porque la ribera del Cinca está liberada gracias a la presencia de los soldados del pueblo.

No se ha efectuado el entierro de los cuatro asesinados que fueron abandonados en la sierra por los incontrolados.

Ya no he podido aguantar más; hoy precisamente he comprendido, mejor dicho he acabado de comprender, que estoy desplazado de la organización a la cual pertenezco. Me he decidido a afiliarme a las Juventudes Socialistas y así lo he comunicado al amigo Sales. Muchas cosas han influido en mi espíritu para llegar a este extremo. El buen trato que siempre he recibido de los compañeros socialistas entre los cuales nunca me he sentido extraño y que idénticos derechos que ellos he tenido y en sus reuniones de célula siempre he podido manifestar mi opinión; siempre he encontrado acertadas las consignas lanzadas por el C.S.V.C. a pesar de que, a veces he dudado de la buena intención de los que las proclamaban. A estas consignas han debido de amoldarse las demás organizaciones cuando ya no les ha sido posible seguir su grupo de equivocaciones. Reconozco – como ha de reconocer todo hombre consciente – que para llegar a la completa liberación humana es de necesidad imprescindible una firme organización, – un régimen de transición – y naturalmente surge la idea de gobierno. Prácticamente he observado todo eso y muchas otras cosas más y delante de los errores y desmanes de los fanáticos que integran la C.N.T. – en Fraga he observado que hay más de los que creía – me he hecho a mí mismo la siguiente pregunta – “¿Soy socialista o anarquista?” – y sin titubeo he respondido – “Soy un revolucionario pero sin apartar la mirada del Más Allá me adapto a las circunstancias del momento y freno los ímpetus que empujan los pies de mi ideal y con paso lento pero seguro marcho hacia la Libertad Humana” -. Así pues mi lugar está a las J.S.U.C.

Hasta las dos de la mañana he estado con el compañero Sales hablando al fresco y contándole las causas que han motivado mi resolución. Ha quedado perplejo pues no ignora las controversias que había tenido a este respecto con el compañero Sovaint y Pueyo, en las cuales me mostraba fuerte en mis teorías; pero !ah! las luchas que he sostenido yo en mi interior hasta este momento en que he quedado desengañado del todo.

Yo sé que no he cambiado nada; soy el mismo de siempre. Quienes han cambiado son los teóricos del anarquismo. Sé que la C.N.T. no se comporta con dignidad y estoy satisfecho por haber tenido suficiente fuerza de voluntad para separarme.

Estaba pensando que en el mismo escenario histórico nuestro hombre hace el camino político inverso al de Orwell  que es como decir al del protagonista de la película que en 1995 dirigió Ken Loach, Tierra y libertad.

A pesar de los pequeños avances republicanos en estas jornadas de septiembre y luego en diciembre-enero en Teruel, toda esta zona caerá en manos del ejército de Franco a lo largo de marzo de 1938.

 


Genocidios en diferido

12/10/2023

He pasado un feliz Día de la Fiesta Nacional de España a veces llamado por su antiguo nombre de día de la Hispanidad, que en realidad sería algo mucho más importante y digno de celebrar.

Ojalá el 12 de octubre lo siga siendo fiesta nacional siempre, ya que es el aniversario de la gesta histórica que está en el origen de la importancia de que hoy dispone nuestro país, gracias a la voluntad consciente de algunos españoles de entonces de aumentar su fortuna a la vez que extendían la religión verdadera por el mundo y al accidente de que junto a este sistema de valores se extendiera también nuestra lengua por todos los continentes. Esa lengua y esos valores son los que nos siguen dando un lugar en el mundo de hoy más importante que el que nos da nuestra mayor o menor fortuna.

Una de las ministras ultraizquierdistas ha sugerido esta mañana que debería plantearse dejar de conmemorar el día nacional en esta fecha. Yo creo que su mensaje incurre en varios errores de planteamiento y algunos de pura lógica formal. No hay genocidio contra los pueblos de América Latina si América no se latiniza primero, es decir, si no llega la latinidad hispana a las costas aquellas, que parte de lo que conmemoramos. Y si la latinización de América es genocidio sin paliativos no es que no habría América Latina hoy (por haber sido ya exterminada), sino que habría desaparecido sin haber llegado a latinizarse. Obviamente, la historia de la América Hispana, a pesar de toda la guerra y violencia que quepa en cinco siglos, no se caracteriza por el genocidio sino por el mestizaje.

Más fascinante me parece aún el uso del concepto de genocidio. El fin de semana pasado hemos visto un ataque inequívocamente genocida perpetrado prácticamente en directo  y la ministra y su tribu ideológica han corrido a ponerse del lado de los agresores. No son capaces de ver un genocidio ante sus ojos, pero en la llegada a las Antillas de tres carabelas ven todo eso. Y en cinco siglos de historia compartida no ven nada más que eso.


Chapáyev y otras películas soviéticas de los años treinta

23/09/2023

Cartel de José Renau

Había visto en algunas fotos y vídeos tomados durante la guerra civil en Madrid el cartel que José Renau hizo para Tchapaief, el guerrilleo rojo, (1934) que hace su parte de propaganda a propósito de la vida de Vasilii Chapáyev (1887-1919). Como puede verse el nombre está escrito a la francesa, ya que el francés era el medio de entrada a la cultura exterior de los españoles de aquel tiempo. No había visto la película hasta hoy. A pesar de la distancia se deja ver, pero del artículo que mencionaré a continuación tomo estas líneas:

La incidencia de las películas soviéticas en la cartelera madrileña durante la Guerra civil fue marginal. Incluso Chapaiev, un héroe más humano, con imperfecciones «para hacerlo más verosímil» y que metió más de 50 millones de espectadores en 5 años en las salas de la URSS exhibió sólo en 7 ocasiones en Madrid. Ante esta situación de marginación, el cine que creaba héroes debió buscarse otro público; el que estaba en las trincheras

Como digo he encontrado un artículo de 2009 titulado La construcción de un mito: La influencia del cine soviético en Madrid durante la Guerra Civil Española (1936-1939) de José Cabeza San Deogracias donde según he leído las películas propagandísticas no tuvieron una es acogida especialmente favorable y que el público en general prefería las películas estadounidenses y las de producción nacional. La propaganda para ser eficiente debe ser mucho más sutil.

De este artículo he entresacado varios títulos para ver cuando tenga algo más de tiempo:

Los marinos de Cronstadt (Yefim Dzigan-G. Berenko, 1936)
El circo (Grigori V. Alexandrov, 1936),
Los marinos de Cronstadt (Efim Dzigan, 1936)
Suburbios (Boris Barnet, 1933)
¡La patria os llama! (Yuli Raizman y Grigori Levkoyev, 1935)
El carnet del partido (Ivan Pyriev, 1936)
El diputado del Báltico, (Kheifits y Aleksandr Zarkhi, 1937)
La última noche (Yuli Raizman, 1937)
Aurora de París (Grigoriy Roshal, 1937)
Hijo de la Mongolia (Ilya Trauberg, 1936)
La juventud del poeta (Abram Naroditsky, 1937) sobre Pushkin
Bajos fondos (Jean Renoir, 1936) pelicula francesa sobre la obra de Gorki
Amor y odio (Albert Gendelstein, 1935)
Las tres amigas (Lev Arnshtam, 1936)
La juventud de Máximo (Leonid Kozintsev-Grigori Trauberg, 1935)

 

 

 

 


Los libros del conquistador

21/09/2023

Los libros el Conquistador

El otro día estábamos viendo la miniserie de el Quijote que RTVE hizo a principios de los años noventa y le contaba yo a la heredera sobre los libros de caballerías, ya que don Quijote tiene continuamente en los labios al Amadís de Gaula, a Palmerín de Ingalaterra o el caballero del Febo. Se me ha ocurrido buscar bibliografía sobre las novelas caballerescas del siglo XVI y me he encontrado con Los libros del conquistador de Irving Leonard (1953) el título original de la edición estadounidense de 1949 era Books of the Brave.

Es un interesante volumen que trata el tráfico de libros hacia las Indias en el primer siglo de la Conquista. A través de una serie de documentos de inventario, legado o compraventa sea en la ciudad de México o en la de Lima, puede reconstruirse parcialmente qué libros llegaban, qué precio tenían y de ahí intuir qué importancia tendrían en el imaginario de los llegados para poblar los nuevos reinos de América, ya que esta literatura no sólo le arruinó los sesos a Alonso Quijano sino que influyó en el modo de ver el mundo, las expectativas y el proceder de ciertas generaciones de hombres de acción que salieron de España hacia el Nuevo Mundo.

Muy interesante el desarrollo de la cuestión logística, la carrera de Indias que los libros tenían que hacer para atravesar el océano y la no menos trivial labor de atravesar el itsmo de Panamá o el camino hasta el Perú. Es fascinante que el Quijote estuviera disponible en Cuzco en 1606 en el año siguiente a su publicación en la Península. La pizca de conocimiento que he adquirido es que en Las sergas de Esplandián, la novela de donde salió el nombre California, la palabra «sergas» (que significa «hazañas») debería haber sido en realidad «ergas», que me supongo que tendrá que ver con los trabajos que el hijo de Amadís hubo de pasar.

De las notas de un capítulo tomo esta lista cronológica de novelas de caballería que proviene de Henry Thomas, Spanish and Portuguese romances of chivalry; the revival of the romance of chivalry in the Spanish Peninsula, and its extension and influence abroad (1920) :

1508 Amadís de Gaula
1510 Sergas de Esplandián
1510 Florisando
1511 Palmerín de Oliva
1512 Primaleón de Grecia
1514 Lisuarte de Grecia
1516 Floriseo
1517 Arederique
1518 Clarián de Landanís
1519 Claribalte
1520 Leoneo de Ungría
1521 Lepolemo
1522 Clarimundo
1522 Clarián de Landanís II
1524 Clarián de Landanís III
1524 Reymundo de Brecia
1526 Lisuarte de Grecia II
1526 Polido
1528 Lidaman de Ganayle
1530 Amadís de Grecia
1530 Florindo
1531 Félix Magno
1532 Floramble de Lucea
1532 Florisel de Niquea
1533 Platir
1534 Lidamor de Escocia
1534 Lucidante de Tracia
1535 Rogerl de Grecia
15340 Valerian de Ungría
1542 Philesbian de Candaria
1544 (?) Palmerín de Inglaterra
1545 Cirongilio de Tracia
1545 Crisalián de Espana
1545 Florando de Inglaterra
1546 Silves de la Selva
1547 Belianís de Grecia II
1550 Floramante de Colonia
1551 Rogel de Greia II
1556 Felixmarte de Hircania
1562 Espejo de Príncipes
1463 Leandro el Bel
1564 Olivante de Laura
1576 Febo el Troyano
1579 Belianís de Grecia III
1581 Espejo de Príncipes II
1587 Duardo Segundo
1589 Espejo de Príncipes III
1602 Clarisol de Bretanha
1602 Policisne de Beocia


Salónica, la ciudad de los espíritus

09/09/2023

Portada

Este sábado nos hemos entretenido con Salonica City of Ghosts: Christians, Muslims and Jews 1430-1950, de Mark Mazower, a quien ya le habíamos leído otro libro sobre los Balcanes. Salónica es la segunda ciudad de Grecia desde que fue incorporada al país tras las guerras balcánicas de 1912-1913 y tiene un interesante pasado multicultural tanto en lo lingüístico como lo religioso hasta la mitad del siglo XX.

Aunque sabía que los griegos de la actualidad (en realidad desde 1937) llaman a la ciudad Thessaloniki, que en español queda un tan antiguo como la carta de san Pablo a los tesalonicenses, nunca había reparado en lo básico, que es que Tesalónica significa «la victoria de Tesalia» (y es también el nombre de una hija de Filipo de Macedonia, hermana de Alejandro Magno).

Lo que quería leer más en detalle es la historia de los judíos de Salónica, ya que es harto curioso que en 1900 existiera en el Oriente europeo una ciudad entre mediana y grande en la que la lengua mayoritaria de la población fuera una variante del español. Me sorprendió descubrir que además de los 70.000 judíos sefardíes también había unos 10.000 musulmanes que lo hablaban. Además del triste destino de esta gente con la que compartimos idioma también me interesa mucho la conformación de la identidad nacional griega moderna frente a lo otomano, lo eslavo y lo demás. No es Salónica un destino por el que tenga pensado dejarme caer, pero después de hoy ya sé mucho más del lugar que de otros por los que sí he pasado.

 

 

 


Episodios Nacionales: Vergara

04/09/2023

«…y entre los muertos habrá siempre una lengua viva para decir que Zaragoza no se rinde.»

Continuamos con la tercera serie de los Episodios Nacionales, escrita por Pérez Galdós entre 1898 y 1900. La séptima novela de la serie es Vergara.  Es este el nombre de una localidad guipuzcoana que yo solía frecuentar pero hace muchos años que ya no.

Como la anterior emplea Galdós el género epistolar, aunque esta vez lo abandona por la mitad. En lo que iba leyendo me interrumpía para consultar las biografías que me iban pareciendo interesantes: Juan Zavala, Ros de Olano, Antonio Van Halen (que es distinto de Juan Van Halen, a quien leímos en otra ocasión) y José Antonio Muñagorri. También la de Lord John Hay, que me ha hecho gracia eso que dice el autor de que le llamaban Lorchón. Por el mapa sé que el fuerte que hay encima de Pasajes de San Juan lleva su nombre, aunque nunca he oído a nadie llamarlo así ni Lorchón ni nada parecido.

Gran ventaja el conocimiento geográfico de la patria chica para la ubicación espacial. Pequeña aparición de la lengua regional:

Silencio sepulcral. El Brigadier Iturbe, jefe de los guipuzcoanos, acudió a remediar con un pérfido expediente la desairada, angustiosa situación del Monarca. «Señor -le dijo-, es que no entienden el castellano». Y D. Carlos, tragando saliva, le ordenó que hiciera la pregunta en vascuence. Pero Iturbe, que era de los más comprometidos en la política marotista, formuló la pregunta con una alteración grave: ¿Paquia naidezute, mutillac? (¿Queréis la paz, muchachos?) Y con gran estruendo respondió toda la tropa: ¡Bai jauna! (Sí, señor.)

Creo que la mejor parte de este episodio nacional está casi el final y se concentra en los últimos capítulos. En el  penúltimo, el 37, aparece el famoso abrazo de Vergara:

Era este un extenso campo a la salida de la villa, entre el río Deva y el camino de Plasencia. Allí formó muy de mañana el ejército de Espartero, y ante él fue desfilando la división castellana, con su jefe el General Urbistondo. Maroto, que parecía resucitado, a juzgar por la repentina transformación de su continente, que recobró su gallardía, así como el rostro la expresión confiada y el color sano, ocupó su puesto; al punto apareció con su brillante Estado Mayor el Duque de la Victoria, y recorridas las líneas, cautivando a todos con su marcial apostura y la serenidad y contento que en su rostro se reflejaban, mandó a sus soldados armar bayonetas; igual orden dio Maroto a los suyos. Espartero, con aquella voz incomparable que poseía la virtud de encender en los corazones la bravura, el amor, el entusiasmo y un noble espíritu de disciplina, pronunció una corta arenga perfectamente oída de un lado a otro de la formación, y terminó con estas memorables palabras: Abrazaos, hijos míos, como yo abrazo al General de los que fueron contrarios nuestros. Juntáronse los dos caballos; los dos jinetes, inclinando el cuerpo uno contra otro, se enlazaron en cordial apretón de brazos. Maroto no fue de los dos el menos expresivo en la efusión de aquella concordia sublime. En las filas, de punta a punta, resonó un alarido, que parecía explosión de llanto. No eran palabras ya, sino un lamento, el ¡ay! del hijo pródigo al ser recibido en el paterno hogar, el ¡ay! de los hermanos que se encuentran y reconocen después de larga ausencia. Era un despertar a la vida, a la razón. La guerra parecía un sueño, una estúpida pesadilla.

Se había dispuesto que las divisiones vizcaínas y guipuzcoana entrasen en el campo del convenio después de comenzado el acto, para que la solemnidad de este y su ternura influyesen en el ánimo de los reacios, y el efecto correspondió a lo que Espartero y Urbistondo con tanta habilidad y conocimiento del humano corazón habían dispuesto. Las tropas guiadas por La Torre como las conducidas por Iturbe, se vieron envueltas en la inmensa atmósfera de fraternidad que ya se había formado. Los corazones respondieron con unánime sentimiento. No podía ser de otro modo. La idea de unidad, de nacional grandeza, de moral parentesco entre todas las razas de la Península, ganó súbitamente los entendimientos de castellanos y éuskaros, y ya no hubo allí más que abrazos, lágrimas de emoción, gritos de alegría, aclamaciones a Espartero, a la Constitución, a Isabel II, a Maroto, a la Religión y a la Libertad juntamente, que también estas dos matronas se dieron de pechugones en aquel solemne día.

Y en el último, el 38, aparecen los últimos pasos en territorio español del pretendiente:

La que aún se llamaba Corte, el fracasado Rey y los fieles que le seguían continuaban en Elizondo sin saber dónde meterse ni por qué resquicios escurrir el bulto. Incansable, corrió allá Espartero; D. Carlos oyó el galopar de su caballo, y acercose más a la frontera. Allí quemó el absolutismo su postrer cartucho. El batallón cántabro, último en la fidelidad, primero en el valor, defendió con estoica bravura las posiciones de Urdax contra las fuerzas triplicadas que allí mandó el Duque de la Victoria. Batiéndose con desesperación, mártires de la fe del deber, los cántabros pudieron decir a su expugnador: morituri te salutant. Una columna de cazadores y una sección de tiradores de la Princesa, mandados por Zabala, dominaron el terreno, dando por terminada la acción, y con ella la guerra del Norte. Antes de que sonaran los últimos tiros, montaron a caballo el Rey, la Reina y demás personas de la familia y servidumbre, y a todo correr emprendían la fuga sin parar hasta Francia. Había entrado Carlos seis años antes por el mismo boquete de la frontera, siendo recibido por Zumalacárregui; se retiraba escoltado por algunos números de su guardia, solo, triste, más abatido que desengañado, sin ninguna gloria personal. La corona de la dignidad con que supo sobrellevar su destierro fue la única que poseyó en su vida.

Este proyecto va despacio pero prosigue.


El sol sale de noche

03/09/2023

Ed. Progreso (Moscú 1970)

Un tema que de cuando en cuando aparece en estas notas es el de los españoles que anduvieron lejos y más concretamente por Rusia en diferentes épocas históricas. Por un casual nuestra vista se ha detenido ante El sol sale de noche: La presencia española en la Gran Guerra Patria del pueblo soviético contra el nazi-fascismo. Narrada por Eusebio Cimorra, Isidro R. Mendieta y Enrique Zafra. Edición publicada en la URSS en 1970 que incluye un artículo de la Pasionaria a modo de prólogo. No ha sido fácil encontrar una imagen del monumento a los espanoles caídos en 1943 en la aldea de Shubino (o Shubyne,  según Google Maps) en Crimea, pero aparece en la portada de una revista digital.

Dado que trata sobre la guerra es acertado el tono épico que oculta tanta verdad incómoda. Ya no se puede escribir así porque estos tiempos mejores en que se escribe peor no se pueden disfrazar de epopeya. En todo caso, hace falta tener en cuenta que además de ser un libro del género histórico o biográfico no deja de ser un libro de propaganda prosoviética (en lo internacional) y antifranquista (en lo específicamente español)  publicado en plena Guerra Fría. Como ejemplo de la prosa épica que ya no puede practicarse este párrafo elegíaco en memoria de Justo Rodríguez Suaña:

Ese día las jabalinas se partieron como astiles sedientos de banderas, y el valor se puso zapatillas de plomo en los estadios obreros, y la nieve de Peñalara le pidió -y le rindió- cuentas al Cáucaso, y las agujas de los pinos se clavaron en el pulmón de todas las sierras del mundo, y un “échale hilo a la cometa” de garbo y desgaire madrileños empezó a poner telegramas negros a los Estados Mayores de la primavera.

Obviando toda la exageración bélica y la propaganda, quise fijarme en los pequeños detalles cotidianos de la vida de aquellos  españoles tan lejos de su país. A la vista de la noticia que ha copado los medios durante la segunda mitad de agosto de 2023 y a través de este fragmento que ponemos a continuación se plantea uno lo que ha sido la izquierda española y lo que es:

La calle de Gorki, en el mismo centro de Moscú, fue durante varios años, desde mayo de 1939, lugar preferido de cita a la que nadie convocaba, de paseo fisgón al que nadie invitaba, para muchos españoles que vivían en la capital o en sus aledaños. Los españoles solían encontrarse allí las mañanas de los domingos y los atardeceres de casi todos los días únicamente en el trozo que iba -y que va- desde Ojotni Riad (hoy Avenida de Carlos Marx) hasta la Plaza de Pushkin. Había sitios, esquinas, rincones preferidos para detenerse a ver pasar las chicas, que despertaban en la atención celtíbera un caracoleo de piropos. No faltaba algún “ortodoxo” que pontificaba:

– Camarada, que estás en Moscú.

– Pues que retiren esos monumentos que pasean por las calles -contestaba cualquier donjuán incorregible.

La verdad es que las chicas moscovitas no hacían mucho caso de aquel ojeo murmurador de los españoles. Y lo más que, quizá, pensase alguna es que la leyenda de lo “temperamental” no era tal leyenda.

Por mi afición al ajedrez me interesó el dato de que hubiera soldados durmiendo en el escenario en el que Capablanca había ganado el torneo internacional de Moscú de 1936 y donde Kárpov y Kaspárov habrían de enfrentarse en 1984:

La 4ª Compañía no volvió la noche del 15 de octubre a su cuartel. La alojaron en la Sala de las Columnas de la Casa de los Sindicatos. Su misión seguía siendo la misma. Habían dormido con el uniforme puesto y el macuto por almohada en la misma sala donde hacía muchos años tuvieron su cuartel destacamentos de la Guardia Roja moscovita.

Aquí un fragmento que como guipuzcoano y a la luz de lo acontecido durante las últimas décadas (incluso sin contar los últimos dos años) no me parece que resista especialmente bien el juicio de la Historia:

– ¿Usted es rusa?

– Soy ucraniana.

– Pues Ezequiel y yo somos vascos. Para que usted se entere, en nuestra lengua el País Vasco se llama Euzkadi. Porque es un país, como Ucrania. Y para que se entere mejor, los vascos somos todavía algo así como eran los ucranianos antes de la revolución. Yo le prometo, Valentina Vasílíevna, que pelearemos por Ucrania sabiendo que peleamos por toda la Unión Soviética, Y que al luchar por la Unión Soviética, lucharemos por España y por Euzkadí.

En total el libro es una serie de viñetas como las de Svetlana Alexievich pero ocultando todas las verdades incovenientes. No se percibe ninguna injusticia, ninguna carencia ni ningún error del sistema soviético. Una lástima porque hace que uno se cuestione cuán embellecidos no estarán unos relatos que uno quisiera que fueran estríctamente ciertos.


El Escorial

20/08/2023

Monasterio

Del Valle de Cuelgamuros nos acercamos a El Escorial, donde ya habíamos estado aquella otra vez aunque sin poder entrar al monasterio. La casualidad quiso que, pasado el monumento, encontrásemos aparcamiento frente a una placa que conmemoraba la residencia en la población de los hermanos Álvarez Quintero. Volvimos caminando hacia el grandioso edificio, que esta vez sí que estaba abierto al público, y finalmente pudimos entrar a verlo. Yo diría que la visita requiere entre dos y tres horas, y eso sin detenerse demasiado a reparar en detalles.

Una vez adquiridos los boletos es relativamente sencillo moverse por el enorme edificio siguiendo los carteles con fechas. Sólo para llegar a la Biblioteca Real es necesario un pequeño desvío. Mis espacios preferidos fueron la propia biblioteca (donde pude observar por la página en que estaba abierto el Libro de ajedrez, dados y tablas de Alfonso X), la impresionante Sala de Batallas y otra próxima a los aposentos de Felipe II cuyos muros están decorados con multitud de mapas. En general es mucho más interesante la parte de los Austrias, más sobria, que la de los Borbones, que me pareció un remedo de Versalles.

Obras (agosto de 2023)

En la Basílica pasamos bastante rato, observando pinturas, relicarios y los cenotafios de los Austrias mayores. El lugar donde más parece que uno siente la Historia con mayúsculas es la cripta en la que se encuentran los panteones de infantes y reyes de España. Desde el Emperador Carlos V todos excepto Felipe V y Fernando VI yacen allí. Me pareció curioso pensar que la princesa de Asturias, a pesar de ser tan joven, ya sabrá que aquí tiene que acabar.

Jardines

En general creo que El Escorial no es tan conocido fuera de España como debería. Es el problema de que un país tenga demasiados atractivos turísticos. Aunque a mí no me gusta utilizar este tipo de comparaciones o al menos no de modo oficial, si uno lo piensa, este lugar es como el Pentágono junto con la Casa Blanca en el siglo XVI.

Felipe II

Tras salir del sitio entramos a tomar un refresco en un bar que había en los edificios de enfrente, que también tienen una interesante historia y luego estuvimos descansando un rato en un jardín de por allí que parece ser que también pertenece a Patrimonio Nacional. Curiosamente el parque está delante del Centro Universitario María Cristina, que es donde, según había leído un par de días antes, Pedro Sánchez estudió Empresariales aunque él haya dicho que hizo Económicas en la Complutense. Tras despedirnos de Felipe II bajamos a Barajas a recoger a nuestra pasajera y pusimos rumbo de vuelta a Salamanca después de habernos sacado la espina de aquel plan por fin cumplido.

 

01.08.2023


Valle de Cuelgamuros

19/08/2023

La famosa vista

Hay una película a la que en español llamaron Atrapado en el tiempo (1933) y cuyo tema principal, el del día de la marmota, también ha quedado como un cliché que sin duda es tan apropiado como el título para el lugar en el que estuvimos a principios de este mes, que recurrentemente retorna al debate político y los medios. Desde que en 2022 se aprobó cierta ley se llama oficialmente Valle de Cuelgamuros al que hasta entonces se había conocido como Valle de los Caídos, aunque creo que este nombre va a perdurar bastante si es que alguna vez deja de usarse del todo. Es complicado cambiarle el nombre a las cosas.

El funicular

Hay una razón adicional y personal por la que el título de la comedia protagonizada por Bill Murray y Andie MacDowell me parece adecuado y es que, hace ya unos cuantos años (creo que en el verano de 2005), también estábamos en Salamanca y también nos tocó ir a buscar a alguien que llegaba por la tarde al aeropuerto de Madrid y surgió la idea de pasar el día en la sierra, que se está fresquito, y de paso ir a ver el Valle y El Escorial, plan que se vino abajo a causa de que era lunes, día de la semana en que cierra Patrimonio Nacional, por lo que en aquella ocasión apenas se pudo ver el afamado monasterio por fuera. Al Valle no se pudo ni subir ya que la verja impide el acceso a la carretera. Así pues, como en la película, la vida nos ha dado la oportunidad de repetir el día para hacerlo bien. En martes, como debe ser.

La explanada

Más repeticiones: En 1968 mi padre, entonces adolescente, estaba haciendo una efepé y les llevaron de excursión al Escorial y al Valle adonde ese día acudía mucha gente de la provincia de Toledo. En la explanada escucharon un discurso de Blas Piñar del que ha recordado el efecto retórico de cierta epífora durante todos estos años. Así, estamos recorriendo en este año varios de los escenarios de su juventud.

Mirando a la Piedad

Nos plantamos en la verja de acceso media hora antes de que abrieran. Sólo había otro coche esperando. Pagamos los billetes y subimos los seis kilómetros de carretera, con vistas más que hermosas, para dejar el vehículo en un aparcamiento expedito desde el que ya se observa la famosa cruz y donde descubrí que existía un funicular para llegar a la misma. Cuando mi viejo era joven subió a pie: el trenecito se inauguró en 1975. Luego nos dijeron que «por razones de seguridad» no se puede ascender a la cruz desde 2008, sin que nos quedara si dichas razones estribaban en el riesgo de que alguno se despeñase o el de que algún otro colocara una bomba. Una lástima que no se pueda llegar arriba ya que desde abajo es difícil hacerse a la idea de la magnitud de la cruz y de las estatuas.

No sé suele mentar que el valle en sí es un paraje arbolado de notable belleza natural

Tras un rato merodeando por la explanada vacía que en otros tiempos tantas concentraciones de adhesión al Régimen viera, nos decidimos a entrar a la cavernosa basílica, cuya longitud realmente yo desconocía, ya que apenas había visto imágenes del fondo de la misma, donde se encuentra el altar y hasta hace poco se encontraban las lápidas de Franco (hasta 2019) y José Antonio Primo de Rivera (hasta abril de este mismo 2023). Lo primero es pasar por un arco de seguridad y meter la mochila por un detector de metales. En los más de doscientos metros de trayecto hacia el interior de la gruta hay muchas piezas artísticas interesantes ante las que uno podría parar, cosa que hicimos frente a varias de ellas, pero la longitud del templo parece invitar a llegar al final sin detenerse. Realmente había muy pocos turistas y apenas algo de clero y unos cuantos empleados del lugar. Si uno se fijaba podía ver las losas nuevas en los lugares donde hasta hace poco se veían los nombres de estos históricos difuntos.

La del aparcamiento es la típica que no suele salir

En los espacios religiosos tiendo a sufrir el síndrome del impostor e intento asimilarme a la gente que parece saber qué está haciendo. Podría decirse que este lugar es incluso de doble adscripción religiosa, pero uno sale del paso admirando la proeza arquitectónica y escultórica. En la tienda de recuerdos no había demasiado debido a que estaban esperando material con el nuevo nombre oficial. Tras salir de la basílica tiramos unas cuantas fotos de los alrededores y nos pusimos a almorzar junto al estacionamiento. Había por allí unos chavales gringos haciendo una especie de misa de campana de esas con guitarras y timbales y el orador parecía que tenía mucho que contarles a los pobres. En estas vacaciones por el oeste español hemos visto a muchos grupos que iban o venían de la concentración de jóvenes con el Papa en Lisboa. Al final, entre todo estuvimos un par de horas en el recinto. Curiosamente, cuando la jefa aterrizó, había nos dijo que había tirado algunas fotos desde el avión al lugar donde creía que estábamos, aunque eso fue unas horas después de que nos hubiéramos ido.

Vista aérea (01.08.2023)

Aquí lo suyo es que uno exprese su propia opinión sobre este lugar: pasado, presente y futuro. Ojalá este sitio no se hubiera construido nunca, en primer lugar todos habríamos ganado si la causa de su inexistencia hubiera sido la ausencia de guerra, también porque fue un espacio para mayor gloria de los vencedores (a pesar de que el propio Régimen intentó suavizar esto con posterioridad), que deberían haber sido magnánimos y, por último, porque supuso el gasto de recursos que habrían sido mejor empleados en paliar alguna de las muchas carencias que sufrió la depauperada España de la posguerra.

Ahora bien, el lugar existe. Hay quien dice que debería ser demolido, opinión con la que discrepo. Creo yo que una vez que existe se debe conservar. Tampoco creo que sea factible eso que algunos dicen de «resignificarlo». El sitio es lo que es: refleja guerra, muerte y dictadura. La mayoría de los españoles siente un rechazo instintivo hacia el lugar o falta de interés por el mismo. Aunque yo esté muy interesado en la Historia me parece que eso es lo normal.

Sacar los restos de Franco del lugar me pareció un intento bastante ridículo de pseudovenganza para conseguir no se sabe exactamente el qué. Ahora puede uno ir a ver el lugar donde estuvo enterrado Franco e incluso puede ir al otro cementerio. Intentando acabar con Franco lo multiplican, que quizá sea lo que algunos necesiten. Me parece que no se puede ir al Valle y no ver a Franco por todas partes. Con Franco dentro o fuera y con el tiempo puede que eso cambie o puede que no. Tengo leído que se han prohibido los actos políticos celebratorios del franquismo en el Valle. No es que me parezca mal que el Estado limite actividades políticas privadas en sus propiedades, pero en la medida en que estén amparadas por la libertad de expresión también supongo que el Valle es mejor lugar para estas cosas que el centro de Madrid.

En el La Clave el 18 de noviembre de 1983, dentro de las profundas discrepancias entre los participantes, me parece que se decían cosas más sensatas de las que he oído últimamente.

Hay un programa de Antena 3 de 2009 que me pareció bastante interesante. Dos antiguos trabajadores del valle discrepan sobre cuál debería ser su futuro.

01.08.2023


El alma del 21

06/04/2023

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En las semanas inmediatamente anteriores al último viaje a España me terminé un puñado de libros en castellano que llevé de vuelta. La historia de cómo acabó en mis manos El alma del 21 de Juanjo Crespo es que estuve viendo su charla con Joaquín Rivera Chamorro y se la pasé a mi padre ya que un primo suyo que vive en Barcelona (y que va para los noventa) estuvo en la guerra de Ifni de donde conserva algún recuerdo en forma de balazo. Le interesó tanto que se compró el libro, que a través de diversas viñetas, algunas de ellas francamente emotivas, nos lleva a lo largo del siglo y medio de historia del Regimiento de Transmisiones n. 21.

Libro muy fácil de leer, escrito en un estilo directo de párrafos cortos, que por su contenido quizá sea sólo adecuado para los muy aficionados a la historia militar o los muy interesados en la presencia española en África. Quien aquí escribe quisiera mejorar su conocimiento de ambos campos.