La vez que nos calamos hasta los huesos en Glendalough

04/11/2023

El valle de Glendalough es uno de los sitios más bonitos de Irlanda. Debido a la mala carretera se tarda algo en llegar aunque sobre el mapa no queda tan lejos de Dublín. De hecho, si se dispone de vehículo o si se puede organizar una excursión es el lugar que yo recomendaría para quienes vienen un fin de semana largo a la capital irlandesa y además de los pubs y esas cosas quieran ver algo de la verde Irlanda de las postales.

Uno ha estado por allí en varias ocasiones en todas las estaciones y con tiempo bueno, malo y regular. En 2008 hicimos una excursión familiar en la que nos calamos hasta los huesos cosa que aún se me reprocha. La verdad es que debería haberlo montado mejor ya que en uno de los anteriores paseos por el lugar con el Catala, Ainhoa y Mr Tinock, (seguramente en 2006) nos ocurrió exactamente lo mismo, así que repetir el fallo es señal de que no aprendemos.

Lo peor es que el chaparrón te caiga encima al subir desde el poblado minero por la zona que en los mapas aparece como Van Diemen’s Land (Al parecer este nombre se lo pusieron jocosamente los mineros debido a que queda muy lejos, lo mismo que Tasmania que antiguamente se llamó así).  Para caminar hay unas excelentes tablas que evitan que el terreno de turbera quede destrozado, el problema es que no hay ni un árbol ni nada que te proteja del viento ni de todo el agua que te ha de caer. Pero lo pasamos bien.

Reportaje fotográfico: Glendalough 08MAR08


23 cosas que no le contaron sobre el capitalismo

29/04/2018

Portada

Hace unos años había quedado con alguien en O’Connell st y mientras me refugiaba de la lluvia en Eason’s empecé a hojear 23 Things They Don’t Tell You About Capitalism de Ha-Joon Chang. Recuerdo haber leído el capítulo sobre cómo a la mayoría de los habitantes de los países ricos se les paga más de lo que se debería. La argumentación era muy buena aunque no ganaría unas elecciones. Yo tampoco podría ganarlas en España si dijera lo que creo del problema de las pensiones, pero la realidad está compuesta de verdades incómodas. En la parla común el capitalismo son los otros.

La semana pasada me he vuelto a encontrar con el volumen en la biblioteca local y he creído que sería una buena lectura de fin de semana. De hecho, de sábado, que son 260 páginas. Escrito en 2010 y siguiendo el espíritu del período inmediatamente posterior a la explosión de la crisis de 2008 quizá requeriría un actualización, pero los principios que se describen son más o menos permantentes. Hay una crítica de fondo al capitalismo financiero de libre mercado desde la perspectiva de quien cree que como la democracia entre los sistemas políticos el capitalismo es un sistema malo excepto si se lo compara con todos los demás.

En 2010 yo trabajaba para una compañía financiera que acabó en bancarrota. Los accionistas perdieron toda la pasta y muchos empleados el empleo y yo siempre he culpé todo aquello a los que la dirigían. Algún día contaré toda la historia de lo que vi. El capítulo 2 de este libro me ha hecho modular un poco mi opinión por lo que espero que mi reflexión final acabe siendo más rica.

Por lo demás, en general estoy bastante de acuerdo con casi todo lo que he leído. Me gusta mucho el capítulo 17 en el que se explica que por el mero hecho de invertir más en educación un país no se va a enriquecer. Este va un poco a la contra de uno de los tópicos más manidos en el debate social español, pero es invitable que cuando sólo se pregunta a un gremio sólo se oiga una cosa. No estoy muy convencido con el capítulo 11, África no está destinada al subdesarrollo, o sea con la teoría sí pero la práctica es más todo más complejo; o con el 12, los gobiernos pueden elegir ganadores, que es muy bonito hablar de los astilleros coreanos pero también podríamos hablar del programa espacial de Zambia en los años sesenta.

Lectura ligera que agradará a todos excepto a quienes aspirantes a derribar el capitalismo y a idólatras del libre mercado, pero de donde en el fondo tampoco se extraerá ninguna receta para resolver nada ya que la realidad opera en niveles más profundos que el plano esquemático.


El retroceso de los glaciares

26/01/2017

Cuando por enero el invierno se empieza a hacer largo me acuerdo de la gran oportunidad que tuvimos hace años cuando le robamos tres semanas para pasarlas en el verano austral de Nueva Zelanda. Y siempre deja uno aquí una nota en ese mes, mezcla de nostalgia y agradecimiento.

Por ejemplo hace cinco años escribí sobre el glaciar Fox, que allá por 2008 tenía un aspecto imponente. Por desgracia, la muralla de hielo que muestran mis fotografías ya no existe y según las fotografías diacrónicas que muestra la universidad neozelandesa de Massey uno tiene que llegarse bastante mas arriba para encontrar la lengua.

He encontrado un vídeo en el que puede verse la cuesta que hay que subir para encontrarse con el hielo. Este cambio impresionante ha llevado al glaciar más o menos por donde estaba en los años ochenta. A pesar del calentamiento global, que en general ha hecho retroceder los glaciares en casi todas partes, el Fox había estado avanzando durante la primera década del siglo debido a grandes nevadas que se habían producido unos años antes. El efecto acordeón a corto plazo (unas décadas) podría ser normal. Lo que no va a ser normal es la imagen a largo plazo.


La compañía tal anuncia nosecuantos empleos

23/01/2016

En la presa irlandesa hay dos tipos de noticias que no suelo ver en la española y que se dan con una frecuencia inusitada. Uno es la cantidad de gente que muere en incendios domésticos. El otro, que voy a tratar hoy, es algo que se vende como noticia aunque en realidad seguramente se trate de notas de prensa corporativas. El formato es el que encabeza esta entrada: «La compañía X anuncia que va a incrementar sus operaciones en Irlanda lo cual supondrá la creación de N puestos de trabajo».

A todo el mundo le gusta una noticia así. No estoy seguro de si la propia empresa es la más interesada. En parte es probable que se haya ganado el favor de los poderes públicos del país a cambio de la promesa de generar empleo. También las autoridades se ven beneficiadas por las buenas nuevas. Por último, a los periodistas les están haciendo el trabajo gratis. Los lectores están encantados. En realidad ni siquiera se dan cuenta de que cuando una multinacional crea 100 empleos en Irlanda sólo 20 de esos van a ser para irlandeses. Eso sí, probablemente los mejores.

Lo peor de todo es que nadie se encarga luego de verificar si esos empleos acaban existiendo o no. Por ejemplo, la compañía para la que yo empecé a trabajar hace ahora diez años planeó una ampliación de estas en 2007 e incluso arrendó el edificio contiguo. Se hizo una inauguración de esas a la que vino el consejero delegado, que era un escoria, desde los EEUU y llamaron al ministro y en la prensa salió que se iban a generar 450 empleos. Al año siguiente, con la famosa crisis aquella que entonces era de las hipotecas subprime y que ahora es la misma pero tiene otros nombres, todo aquel cuento de la lechera se fue al garete. Según se fue reduciendo la plantilla el personal que estaba en el otro edificio volvió al viejo y acabamos siendo menos gente que al principio. Pero eso ya no salió en ningún periódico.

Sé que os estoy descubriendo la rueda, pero es un buen hábito no creerse todo lo que uno lee.


¿Cuántos españoles viven en Irlanda?

22/01/2016

Es una de esas cosas que no se pueden saber, pero según el dato más oficial que puede conseguirse que es el registro de la embajada, parece que en 2015 serían 8.835. A mí me parece que este dato no sirve de mucho y mi propia historia personal lo ilustrará: yo mismo estuve registrado como transeúnte cuando aún existía la figura, de alta, de baja, he vuelto al país, he estado varios años sin darme de alta y ahora llevo cuatro o cinco registrado de nuevo. Lo que quiero decir es que puede que haya bastante gente que esté viviendo de modo permanente sin estar registrada (yo mismo estuve en esa situación más de un lustro).

Esta y otras curiosidades en un vídeo que puso ayer en Youtube algo que se llama Consejo de Residentes Españoles. Parece que cada vez hay más gente y sólo se registra un bajón allá por 2008 (conjetura gratuíta: la gente se volvió a la madre patria a disfrutar de las ganancias acumuladas durante el período del tigre celta). La pirámide de población tiene una forma muy curiosa y achatada por los polos; la mortalidad parece bastante baja. Como tengo la sensación de que el dato de mi provincia en el mapa de las provincias españolas de origen está errado, voy a poner aquí debajo la diapositiva con el mapa de los condados irlandeses en los que residen los españoles emigrados. Bastante la mitad en Dublín y cuanto más cerca del aeropuerto casi que mejor. Luego Cork y Galway y lo que llaman los commuter counties (como traducción propongo «condados de cercanías»): el cinturón de condados que rodean la capital y desde los que se puede venir a trabajar a diario.

Españoles residentes por condados en Irlanda

Españoles residentes por condados en Irlanda

En fin, lo dicho, que como los estudiantes de bachillerato y universitarios, la gente que viene a pasar un año después de la carrera, los turistas e incluso muchos que andan por aquí de continuo no se registran creo que es probable que en todo momento haya más de treinta mil españoles en esta república.

ACTUALIZACIÓN 22-AGO-2021: He encontrado una tabla del INE con la lista de los 28 países en los que residen más de 10.000 españoles. En 2021 la lista la cierra Irlanda  con 10,681 residentes españoles.


Viajar al mundo subdesarrollado

09/08/2014

Espero llegar a viejo y cuando mire para atrás a lo mejor acabo pensando que alcancé a la madurez el día en que rechacé un viaje a la India con todos los gastos pagados. A lo peor acabo teniendo que ir ya que es por un asunto del trabajo, pero mi postura actual (y la de todos los miembros de mi equipo) es la de que, aunque sea un poco más engorroso, podemos resolver la papeleta por teleconferencia. Además los próximos meses van a estar bastante entretenidos, sobre todo buscando un nuevo empleo y hoy por hoy pienso que echaría mucho de menos a mi hijita y que mis ganas de trabajar en el calor húmedo o incluso de sacar unos días libres para descubrir una región infectada por la pobreza y potenciales enfermedades tropicales son mínimas. Así que no voy, hay otros sitios más seguros y agradables de recorrer. Si acaso iré a ese subcontinente dentro de un par de décadas, cuando haya cumplido mi misión principal.

Dentro de que hay una cierta exageración en mis palabras y de que por ir a la India un par de semanas seguramente no pase nada y que, en realidad, pesa más la falta de ganas que ninguna otra consideración, lo importante es que detrás de las decisiones personales tiene que haber una responsabilidad personal. Una de las medidas populistas del zapaterismo que más me indignó (y mira que hay para escoger) fue la decisión de enviar tres aviones del ejército a «rescatar» a la panda de turistas que estaban en Tailandia cuando el golpe de Estado de 2008. Enviar tres aviones cuesta una pasta, la situación en Tailandia era completamente segura y quien va allí tiene que disponer de los suficientes medios para poder manejarse si cierran el espacio aéreo unos cuantos días (y si no, que vayan a Canarias). Luego veías en la tele a una vieja quejándose de que había pasado frío en el avión y de que la ración de comida del ejército era mala. En fin.

Ahora con lo del misionero del ébola de Liberia, misma historia. El Gobierno manda un avión para salvar del ébola a un único individuo, que además tiene una enfermedad muy contagiosa y casi mortal de la cual no ha habido casos en España. Pues vale. Ese hombre está trabajando para su empresa, que es una orden religiosa o lo que sea, no está representando al país (no es el mismo caso que si fuera el personal de la embajada, por ejemplo, y también lo vería distinto si, en vez de a uno o dos, hubieran sacado a doscientos compatriotas de una situación de peligro inminente y cierto). Además estás trayendo un virus peligrosísimo a un lugar donde no se han dado casos.

Aquí, mi impresión es que la jugada populista del Gobierno del PP se intenta atraer al voto católico más duro para compensarle de algunos desplantes mientras se salta la separación entre Iglesia y Estado mediante el comodín de la ciudadanía. No parece muy coherente con lo de quitarnos el derecho a asistencia sanitaria a los españoles residentes en el extranjero. Como es un tema de clientelismo político, luego también ve uno en las redes sociales a extremistas mala gente del otro lado pidiendo que al religioso lo salve su dios y gilipolleces por el estilo. A esos me gustaría verlos opinar en el hipotético caso de que el afectado fuera un voluntario de una onegé izquierdista. A mi modo de ver, ni para el cura ni para el brigadista de la solidaridad internacional ni para el ciudadano de a pie (aunque con los de a pie seguramente no hay mucha tajada electoral que sacar). No debe ser misión del Estado salvar fuera de las fronteras de su jurisdicción a quien por su cuenta y riesgo ha decidido tomarse riesgos por su cuenta. .Es muy bonito lo de decir que somos una organización no gubernamental, pero que luego las facturas nos las pague el gobierno.

Párrafo aparte merece el caso especialmente grave de que en los últimos años el Gobierno español haya pagado rescates de secuestros. Sí, si a mí me secuestraran también preferiría que el Gobierno pagara el rescate, pero a medio plazo lo único que consiguen con ello es ponernos más en riesgo a los españoles, en comparación con los ciudadanos cuyos gobiernos no pagan.


Un siglo

28/06/2014

La mancha negra, que no mano negra

Hoy hace cien años que, en palabras de algunos, comenzó el siglo XX. También podemos asirnos al título de Zweig y decir que empezó a desmoronarse el mundo del ayer.. El Puente Latino sobre el Miljacka acabó llamándose Gavrilo Princip como el autor del crimen. La casa-museo que hace esquina es el lugar desde el que disparó al coche en el que iban el archiduque y su esposa. Concretamente desde un punto en la calle perpendicular al río que es donde hoy se encuentra la descriptiva placa que sustituyó a la de homenaje a Princip que hubo en el mismo lugar durante muchos años.

Durante los próximos cuatro años espero aprender bastantes cosas sobre la Gran Guerra. A mi modo de ver, mientras que aún podemos entender las causas de la Segunda Guerra Mundial e identificarnos con ciertos valores el problema de la Primera es que toda esa muerte se produjo como consecuencia de asuntos territoriales de imperios y dinastías que ya ni existen ni importan a nadie. Al menos podemos representar la muerte en la Europa de los años cuarenta como una victoria frente al nazismo, pero todos los cientos de  miles muertos para que Austria-Hungria siguiera teniendo un pie en los Balcanes o para ganar cien metros de frente en Verdún son futiles y difíciles de entender. El otro día comentábamos las 300.000 bajas en el frente del Isonzo, un escenario secundario, que incluso desde un punto de vista militar apenas sirvieron para nada.

Volviendo al Sarajevo de junio de 1914, hay un buen resumen del atentado en la Wikipedia, a mí me gustó leerlo hace años en el libro de Brian Hall sobre la descomposición del país imposible que era Yugoslavia y Enric González también lo contó muy bien en El Mundo la semana pasada. Hace poco hablamos del edificio de la Biblioteca Nacional de Bosnia-Herzegóvina, que en 1914 era el ayuntamiento en el que se celebró la recepción al heredero del trono austrohúngaro y su esposa. Después de pasar por Sarajevo descubrí que nuestros días en la histórica ciudad acontecieron exactamente cien años después de «la crisis bosnia», jugada diplomática mediante la cual Austria-Hungría se anexionó el territorio de Bosnia dejando a Serbia y Rusia con un palmo de narices. Puse unas pocas líneas y tengo unas cuantas fotos más de una ciudad que me resultó muy agradable a pesar de su historia sangrienta. En realidad, poder disfrutar de la vida en el escenario de tanta tragedia debería ser una alegría añadida. Más que de lápidas y placas y de los impactos de obús en las fachadas tengo el recuerdo del día apacible, frío y soleado; de la mezcla de estilos arquitectónicos y del olor a leña.


Cena asiática

25/11/2013
a

Caldero de todo un poco

Tiene que hacer más de cinco años que no paso por el Wagamama de Dublín, porque la última vez que he comido en uno fue en Londres en 2008 (y descontando Heathrow tampoco hemos vuelto a pasar por Londres). El restaurante de aquí es un poco incómodo, entre lo de que a veces hay que hacer cola, hay que bajar las escaleras y luego compartir una de esas mesas enormes con quien llegue, como si fuera un garito del metro de Tokio. Ahora bien, la cantidad de delicias al alcance de uno es enorme y los precios bastante asequibles, aunque en esta ciudad se pueden hacer mejores negocios. Un placer reencontrarse aunque sólo sea con la imagen de ese cuenco gigantesco de caldo, fideos, verdura y carnes.


Lyttelton

17/11/2013
Mapa

Mapa de la península

El día de después de llegar a Nueva Zelanda era el primero de 2008 y salimos a las calles de Christchurch desiertas para buscar un coche de alquiler, algo que creímos que podía ser complicado, ya que el día es festivo en tantos lugares. Nos encontramos con todos los juerguistas que venían de celebrar el año nuevo  y al final el problema no era que los establecimientos estuvieran cerrados, sino que al ser temporada altísima había pocos vehículos disponibles. Nada que no se pudiera resolver pagando casi el doble de lo normal.

Como teníamos pagada otra noche  en Christchurch, nuestra primera expedición fue salir a recorrer la península de Banks que queda al lado mismo, en las afueras. La primera parada fue en un pueblecito porturario, Lyttelton, que estaba muy en cuesta. Puede decirse que Lyttelton es el puerto de Christchurch y no es difícil imaginarse cómo estaría en las primeras décadas del XIX cuando los primeros colonos empezaron a llegar. Hoy debe de tener unos tres mil habitantes y todavía parece más importante como puerto que como pueblo. Apenas estuvimos media hora, lo justo para apreciar cierta similitud con el estilo arquitectónico del lejano oeste norteamericano y aprovisionarnos de agua, zumos de frutas y otras cosas. La mujer de la tienda nos contó que tenía un pariente en el hospital. Mi vieja cámara era incapaz de capturar la intensidad del azul de esas aguas.

De allí seguimos hacia Akaroa, con la intención  de dar la vuelta completa aa la península, enorme y extinto volcán. Alguno de  los primeros tramos era una pista forestal no apta para vehículos de alquiler, pero sorteamos todo con bastante eficacia y la entrada en el país de los antípodas fue un buen preludio de todo lo que habría de venir.

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De Wellington a la Antártida

15/11/2013
Memorial Richard Byrd

Memorial Richard Byrd

En Wellington, la capital de Nueva Zelanda, hay un pequeño monte llamado Victoria como tantas otras cosas por la reina aquella de los ingleses, de los canadienses y de estos otros guiris de los mares del sur. Cerca de la parte más alta, que ofrece una bonita vista de la ciudad y su bahía, hay algunos monumentos. Uno de ellos es en homenaje a la expedición antártica de Richard Byrd. Es un tanto chillón, pero apunta al sur. Junto a él hay un panel explicativo con un mapa en un sentido poco habitual. La idea es que siguiendo desde Wellington en línea recta hacia el sur, lo primera masa de tierra con la que se encuentra es la Antártida.

Cumbre del monte Victoria

Cumbre del monte Victoria, Wellington y bahía

15.01.2008