Fases del choque cultural (Kalervo Oberg)

23/06/2022

Durante las últimas semanas he hecho poco más que trabajar. Una de las ventajas de lo que hago es que puedo escuchar la radio mientras lo hago, que más que la radio es una pestaña abierta en el navegador con el Youtube puesto. También más apropiado que llamarlo escuchar es decir que lo que puedo hacer es oír y que lo que no puedo hacer es mirar, así que tengo que escoger vídeos de conferencias o en los que se cuenten cosas, siempre que no dependan demasiado de la imagen. Un subgénero en el que me he introducido recientemente es el de las experiencias de gente que vive en un país diferente al suyo. He visto (oído) varios de americanos tanto gringos como hispánicos que residen en España. Como no puede ser de otra manera un tema de discusión habitual es el de las diferencias y choques culturales.

Con eso de que el Youtube te sugiere contenido similar al que ya has visto, no los he tenido ni que buscar. También me han interesado bastante los de hispanohablantes que residen en el Japón, que como salto de nivel en lo de las diferencias culturales no está nada mal. A través de uno de estos supe de un marco cognitivo del que no había tenido noticia con anterioridad: Las cuatro etapas del choque cultural descritas por el antropólogo Kalervo Oberg en 1954.

  • Fase 1: Luna de miel
  • Fase 2: Rechazo / regresión
  • Fase 3: Ajuste / negociación
  • Fase 4: Dominio

Me recordaban bastante las famosas cinco fases del duelo de Kübler-Ross, pero estas no aparecieron hasta 1969 así que si alguna influencia existiera habría de ser en sentido contrario. El modelo de Oberg tiene forma de U, pero existe algún otro similar como el de 5 fases de Gullahorn y Gullahorn (1963) con forma de uve doble que refleja altibajos y el choque cultural inverso que muchos experimentan al retornar a su ambiente cultural inicial. Sin haber conocido antes estos modelos no me resultan nada extraños y creo que puedo encajar mis propias experiencias en algo parecido, con algunos matices que se podrían mencionar.

Yo diría que mi experiencia de inmigrante (o lo que sea) español en Irlanda condensó los sentimientos más intensos, tanto de luna de miel como de rechazo, de modo simultaneo a lo largo del primer año de estancia. Creo que encontré muy pronto mi fase 3, que yo denominaría de equilibrio y que nunca he estado ni llegaré a la fase 4 de dominio de la cultura irlandesa. La única forma que he tenido y tengo de estar aquí es siendo muy individualista y manteniéndome muy al margen de las movidas irlandesas, de sus costumbres y de su estructura de clases. Permaneciendo al margen es imposible llegar a la cúspide de esta sociedad, pero los individualistas tampoco suelen tener esas ambiciones.

En cambio creo que puedo decir que nunca he experimentado el llamado choque cultural inverso: cuando estoy en España las cosas, incluidas las que no me gustan, tienden a resultarme normales. De todos modos sí que diría que a lo largo de los años Irlanda ha ido metiéndose en mí, aunque es difícil separar los efectos de la exposición a otra cultura de los propios cambios que uno vive a causa de sus propias experiencias o meramente de la edad.


Un año en el otro mundo (Julio Camba en EEUU)

26/03/2022

Veo que fue en los alrededores de 2014-15 cuando me dio por leer a Julio Camba. La rana viajera y sus experiencias de corresponsal en Alemania e Inglaterra. Ahora ha tocado leer Un año en el otro mundo (1917) sobre su primera estancia en Nueva York. El año que allí pasa es 1916 y contexto político internacional del momento es el de la Gran Guerra en Europa en la que los EEUU no han decidido aún participar. En lo interno lo son los prolegómenos de la elección presidencial de 1916 en las que compiten Wilson y Hughes. Sin embargo, como siempre en la obra de Camba, lo interesante está en la perspicacia a la hora de interpretar costumbres y diferencias culturales.

Hace años alguien se preguntaba en un blog qué diferencias había entre la cultura europea y la estadounidense. Camba menciona dos de las respuestas que allí se dieron. Una de ellas es la idea que tienen muchos en EEUU de que sólo ellos gozan de «la libertad» o «las libertades»: un abstracto que no aciertan a definir pero que al parecer sólo existe allí y los demás no podemos disfrutarlo. Don Julio se mofa del concepto.

Otra de las respuestas que se dieron fue la de la idea anglosajona esa de que un hombre vale tanto como la riqueza que posee. El to be worth que comentamos hace unos meses a propósito de Fernández de Moratín. Dice Camba que «el mejor artista para un americano, es el artista que cobra más». Se mencionan otras consecuencias de este gusto demesurado por la cantidad como la afición por las estadísticas y los récords.

Este volumen me ha gustado menos que aquellos del mismo autor leídos anteriormente, o al menos que el recuerdo que de ellos conservo. Entresaco un par de fragmentos que me tocan de cerca. Me parecería correcto pensar de mí mismo que soy un español del siglo XX, que no ha evolucionado junto con el país y que conserva una visión de hace dos décadas (las que llevo fuera de España) en muchas cosas:

El caso de los países nuevos es el caso de esas tertulias españolas que, los que hemos viajado algo, hemos visto en las grandes capitales europeas. Parece que españoles que llevan largos años de residencia en París, en Londres o en Berlín, deben tener una mentalidad más europea que los que viven en España, y, generalmente, ocurre todo lo contrario. Yo he visto por esos mundos a españoles citando constantemente períodos de Castelar y versos de Núñez de Arce. Si hubieran estado en España, esos hombres hubieran evolucionado como los demás. Fuera de ella, guardan el espíritu y la visión de la España que conocieron.

También la visión de España que intento transmitir es simplificada e idealizada. Por ejemplo una en la que don Quijote y Machado son muy importantes y no hay apenas diferencias regionales.

Españoles muy serios y muy pontevedreses, muy guipuzcoanos o muy de Villanueva y Geltrú, yo los he visto hacer de andaluces en los grandes bulevares con una convicción estupefaciente.

Otra me ha recordado a aquello de Nueva York de que cuando uno lee «Spanish Food» o si le dicen «I’m Spanish» hay que entender lo de «español» en el sentido amplio de «hispano», lo cual no me disgusta.

— ¡Ah! ¿Es usted español?
— Sí — dice uno, seguro del éxito.
— ¿Y de dónde es usted? ¿De Méjico? ¿De Nicaragua?

Porque lo que se entiende generalmente aquí por español es americano de habla española.

— No — rectifica uno — . Soy de España.
— ¿De España…?

Para los americanos el ser de España es, indudablemente, una manera como cualquier otra de ser español; pero es la manera más vaga de todas, la más lejana y la que está más fuera del orden de sus conocimientos. Al poco tiempo, uno ve que el ser español no es, en los Estados Unidos, ser absolutamente nada.

Seguiremos leyendo a don Julio.


Feliz Navidad

24/12/2021

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Hay un grupo de gente semiculta que traduce y mal gilipolleces y chatarra ideológica que se produce en las universidades de los Estados Unidos de América. Entre otras muchas paridas algunos creativos del país que fue faro de Occidente han descubierto que más inclusivo para con las minorías que decir Merry Christmas (Feliz Navidad) que es una expresión cristiana, sería decir Happy Holidays. Los semicultos que han traído esta idea a lengua española han traducido el happy holidays como Felices Fiestas, que no es que está mal pero lo que ocurre es que el contexto USA no es el contexto español, y eso no se puede ni traducir ni modificar sin más, así que han creado un engendro mediante el cual alguno habrá que se crea un héroe del laicismo y de la multiculturalidad por decir «felices fiestas» como dicen «happy holidays» sus amigos de Hollywood.

En España de toda la vida de Dios se ha dicho Felices Pascuas o Felices Fiestas pero quien lo decía no tenía la percepción de estar diciendo algo distinto a Feliz Navidad en ningún sentido: ni religioso, ni ateo, ni político, ni moral. Simplemente se decía y dice «fiestas» porque hay varias seguidas: la Nochebuena, la Navidad, la Nochevieja, el Año Nuevo y Reyes. Lo de las Pascuas (que yo nunca entendí del todo y que me parece que está en franco declive) es porque además de la Pascua de Navidad, que yo de niño nunca supe que era una pascua, también existen la de Pentecostés y la de Resurrección, que sería la Pascua por antonomasia.

No soy creyente y nada me importan nada las cosas religiosas. Tampoco soy aficionado a los festejos más o menos laicos o populares relacionados con la Navidad (ni el árbol, ni los villancicos, ni la nieve, ni los regalos). Lo que no puedo soportar es que unos concienciados de nuevo cuño me den una interpretación incorrecta de lo que yo he vivido ni aunque me la traigan de Berkeley. Para mí la Navidad es una época del año, como si me dijeran finales de diciembre, en la que en una serie de países de tradición cristiana se hacen una serie de cosas. Si eso a alguien le molesta es su problema. Así pues y como dicen los gringos: en esta colina he de morir. Ya sé lo que tengo que decir para alejarme de los vendedores de morralla. Estimados lectores: Feliz Navidad.


El tío Lorenzo y el parentesco inglés

14/11/2021

Tabla de parentesco de primos con los dos ejemplos que se comentan

Hoy además del Partido Comunista de España ha cumplido cien años el tío Lorenzo, un primo de mi abuelo. Eran casi de la misma edad, mi abuelo era un año mayor. Al tío lo hemos visto los últimos veranos en el pueblo y me sorprende cómo le funciona la memoria, me reconoce a la primera y se acuerda de cosas de hace mucho tiempo. Yo lo veo casi igual que hace cuatro décadas, cuando me llevaba a lomos de un borrico blanco que tuvo. Esperemos que cumpla unos cuantos más y sobre todo que sea con tan buena salud. Este año contó que había cogido el covid y que lo pasó mal pero ahí le tienes. Creo que mi padre me contó una vez que nunca había salido de la provincia de Cáceres. No sé cual es el secreto de una vida tan larga, desde luego que habrá disfrutado de aire más puro, menos estrés y alimentos más naturales que la mayoría de nosotros, pero como es bien sabido la vida de antes era dura de verdad, y se podría pensar que si uno pudo con aquello ha de poder con todo… aunque seguramente estaríamos cayendo en el sesgo de supervivencia.

Decir «un primo de mi abuelo» me parece la forma más práctica de describir el parentesco. Si tuviera que expresar el parentesco que hay directamente conmigo diría «tío abuelo segundo», que creo que también lo entendería casi todo el mundo de habla hispana. De hecho, la última vez que lo he visto, en agosto de este año, estaba sentado en la plaza junto a un tío abuelo mío propiamente dicho, que es primo carnal suyo y que con sus 93 años a cuestas es el último hermano de mi abuelo que queda vivo.

En inglés, en cambio, no somos tío-abuelo y sobrino-nieto (en segundo grado) sino que somos primos: first cousins twice removed ya que sus abuelos son mis tatarabuelos. Este sistema de expresar parentesco siempre me pareció complicadísimo y menos intuitivo que lo que diríamos en castellano (aunque en el fondo nunca lo usamos con precisión y en el pueblo la gente vieja son todos tíos y tías de todos y de otros muchos más nuevos decimos que somos «parientes» y ya está). El problema que le veo es que llama cousins (primos) a personas que pueden estar en diferentes generaciones, siglos y milenios. Esto se salva con la palabra removed, a continuacion de la cual va el número de generaciones de separación.

Algunas veces, leyendo sobre las dinastías de la realeza europea, me había encontrado con este removed de las generaciones de separación pero sólo me propuse comprenderlo seriamente hace unos meses para descifrar cuál era el parentesco entre el destacado jugador de ajedrez Edward Lasker (1885-1981) y el campeón mundial de lo mismo Emmanuel Lasker (1868-1941). Según el primero eran third cousins twice removed. Me voy a tener que inventar una palabra para explicar lo de «primos terceros separados por dos generaciones», que querría decir que los tatarabuelos de Emmanuel Lasker (o sea 4 generaciones por encima de él) que eran sus ancestros comunes estaban 6 generaciones por encima de Edward Lasker, es decir: que eran los abuelos de los tatarabuelos de Edward Lasker (¿trastrastatarabuelos?).

A esto, siguiendo mi lógica, le tendríamos que decir que Emmanuel Lasker era tío abuelo cuarto de Edward Lasker, pero como eso ya no lo entendería nadie seguramente se quedarían en «parientes lejanos».


Leandro en Londres

20/10/2021

Parece ser que el día de la Hispanidad del año pasado estuve leyendo las Apuntaciones sueltas de Inglaterra de Leandro Fernández de Moratín (1760-1828). He tenido que volver a buscar, ya que siempre lo olvido, y espero esta vez recordar que éste es el hijo y que fue su padre, Nicolás Fernández de Moratín (1737-1780) el que escribió aquello tan gracioso sobre las putas y el poemilla aquel del admirose un portugués que antiguamente solía aprenderse en la escuela.

He vuelto hoy a las apuntaciones y las he vuelto a leer todas. Hay más de una que merece la pena comentar pero ya habrá ocasión. De momento me voy a quedar con la que había dejado aquí aparcada. Se trata del séptimo apunte del cuaderno segundo, que comenta una expresión inglesa que si a él le sorprendió en la última década de 1790 a mí me ocurrió igual más de doscientos años después. Supongo que eso es buena señal: me alegra que no haya pasado a nuestro idioma ese to be worth seguido de una cantidad de dinero que refleja la renta o el patrimonio de una persona:

En comprobación de lo que se ha dicho ya en varios artículos acerca del culto que se da al dios Dinero en esta nación, no es de omitir una frase que está muy en uso entre los ingleses. Es natural cuando uno pregunta a otro ¿quién es aquél? que le respondan: Aquél se llama N.; tiene tal facultad, o empleo, ha hecho, o escrito, tales obras; tiene tal habilidad, o tales prendas; es de tal país, etc., pero en Inglaterra no sucede así. Aquí se pregunta ¿quién es aquél?, y responden inmediatamente: Aquél vale dos mil guineas, o más o menos; y según es lo menos o lo más, así es el gesto de aprobación o desprecio del que lo pregunta. Esto de valer tanto significa que aquel hombre junta tanta renta al año, ya sea por sus haciendas, por su industria o por sus sueldos, y tal es el modo de informar del mérito y circunstancias de cualquiera. La estimación que de él se hace, es en razón del dinero que tiene; y se tasa a un hombre como se pudiera tasar a un carnero o a un cerdo, según la calidad de su lana, o las libras de manteca que puede producir. Si el Tasso, Cervantes, Milton, Camoens… atravesaban por una calle de Londres, nadie diría: «Aquéllos han escrito la Jerusalén, el Don Quijote, El Paraíso perdido, y Los Lusíadas»; dirían (según la frase vulgar): Aquellos cuatro que van por allí, valdrán, uno con otro, doscientos reales.

En mi experiencia vital en la anglofonía nunca he oído hablar a nadie así de otra persona del mundo real (será que «valemos» tan poco). La tengo por una cosa estadounidense y de los medios que tratan la vida de los ricos y famosos Con todo aún me resulta un modo de hablar indecoroso. Es seguramente exagerado extraer de la mera existencia de esta expresión que en el mundo gringo haya un mayor culto por el dinero o que el de nuestro idioma sea más respetuoso con el valor intrínseco y la dignidad de los seres humanos.


Please y sorry son palabras que no existen en español

12/10/2021

Tengo una compañera de trabajo que quiere aprender español y a veces me pregunta cosas y yo le doy respuestas sencillas para que ella las pueda entender y para que no se complique la existencia, al menos hasta que tenga un nivel más avanzado. Una de las cosas que no le intentaría explicar es esto que digo de que please y sorry son palabras que no existen en español.

Si me preguntara cómo se dice please, le diría sin más que «por favor». Pero no es del todo cierto. Cuando alguien pide algo por favor, no está exactamente pidiendo un favor, pero casi. Los anglófonos meten please en todo tipo de contextos, y en muchos de estos un «por favor» no encajaría. Para que sepan si pueden hacerlo o no en español yo les recomendaría que pensasen si en esa situación podrían decir en inglés «as a favour». Sí pueden, entonces sí que se puede decir «por favor». En el espanglish de los que vivimos en Anglosajonia, utilizamos la palabra plis, porque es útil para decir «haz lo que te estoy pidiendo que no es para tanto», o algo así.

Lo mismo ocurre con sorry, que expresa un nivel de empatía con el mundo circundante que no existe en mi mundo interior castellano. Si te chocas con alguien, si alguien se choca contigo, si en algún momento interfieres en la trayectoria de alguien que va caminando aún sin tocarle, todas estas circunstancias son circunstancias de sorry. Sorry no es «lo siento», porque es un resorte que se activa sin llegar a sentir. Una chica española me dijo que los anglófonos son falsos, porque te dicen sorry sin que realmente les importe, pero es que sorry no es «lo siento». Decir sorry es decir «me doy cuenta de que estás ahí y de que lo que acabo de hacer hasta cierto punto podría importunarte». También lo utilizamos tal cual en espanglish porque no existe un nivel de implicación emocional tan leve en español.

12.10.2013

(No lo publiqué en su momento porque no quedé contento con cómo había plasmado la idea)


Temas navideños 2017

25/12/2017

¡Feliz Navidad!

Y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Hoy es uno de los días en que  en Irlanda cierra todo y me he quedado bloqueado en mi rincón del condado de Wicklow ya que ni siquiera hay transporte público para aproximarse a la civilización. Ayer me acerqué al supermercado de al lado de casa para acaparar alimentos y allí pude ver que las cosas ya no son como antes. Ahora ya no cierran el día 26 (san Esteban), así que mi carga acabo siendo menor de lo previsto.

Me imagino que en España es raro encontrar un supermercado abierto el día 24 de diciembre a las ocho de la tarde pero es que en Irlanda no se celebra la Nochebuena. Esto me sorprendió hace muchos años y es una cosa que suelo seguir contando en España. Mis interlocutores se sorprenden y me responden que «si son católicos, cómo no celebran la Nochebuena». Catolicismo significa etimológicamente universalidad pero parece que algunos de sus aspectos no son tan universales.

Esto nos lo enviaron unos clientes a la empresa

El viernes 22 el jefe (irlandés) nos invitó a comer. Estábamos la portuguesa, la austriaca y servidor. Todos de países de cultura catolíca. En Austria y Portugal el día 24 es también más importante que el 25 en cuanto a las celebraciones familiares. El jefe contó que ellos solían ir a la Misa del Gallo (cuyo nombre, como yo aprendí hace relativamente pocos años, no tiene que ver con el ave ya que en inglés se llama Midnight Mass y también al cementerio. Al parecer en Irlanda la Navidad era el momento de ir al cementerio y el día de todos los Santos, pues no.

Escritorio 1

La familia se fue a Alemania y yo me he quedado aquí poniéndome al día con lecturas y cosas. Hay gente a la que le sorprende mucho que alguien pase las navidades solo y todos los años me invitan a cenar a varios sitios, que yo declino porque me resultaría muy incómodo ser el proverbial pobre que la gente lleva a su mesa.

Escritorio 2

En la oficina hicieron un concurso de decoración de escritorios en el que yo fingí participar poniendo por encima cuatro cosas que me habían dado otros a quienes le sobraron. Lo gracioso es que ganó Mohamed de Pakistán, que quizá no sepa demasiado de lo que fue la Navidad, aunque el capitalismo global nos haya puesto a todos en el mismo plano. En todo caso, se demuestra que tres milenios y muchas generaciones de antepasados en la civilización judeocristiana no dan ninguna ventaja a la hora de colocar espumillón con estilo.

La cena de navidad de este año fue el día 14 y estuvo bien. Por cierto, esto también es una tradición que va por países: en nuestra empresa al menos en el Reino Unido no se hace nada, en Suecia se hace una cosa más glamurosa a la que van las parejas de los emplados, en Francia algo parecido a lo nuestro. No me he enterado aún de si la oficina de Madrid hace algo o no y lo tengo que preguntar. Yo comenté un día, aunque no estoy seguro del todo, que me parecía que la cena de empresa española estaba sustituyendo a la tradición, más antigua, de la cesta navideña. Quizá porque la cesta era más fácil considerarla un derecho adquirido. Esto lo tengo que averiguar.

https://twitter.com/alfanje/status/942043184338751488

Fue en un restaurante en la que se puede considerar calle más antigua de Dublín, Fishamble st, junto a la catedral de la Santísima Trinidad que llaman Christchurch, donde se estrenó El Mesías de Haendel. Algo muy bueno para mí, aunque recibió críticas, es que empezamos a comer muy temprano (era más una comida tardía que una cena) y a las ocho de la tarde ya estaba en casa.

Aprovecho para enviar mis mejores deseos para estos días y el año por venir a todos los que hayan caído en esta página.


Ali y Nino

03/07/2017

Ali und Nino (1937)

Hace ya más de seis años que leí una interesante entrada sobre el misterio de Essad Bey. Por mera coincidencia eso fue unos pocos meses antes de llegar al Transcáucaso, destino que nunca me había planteado. De las lecturas previas y posteriores al paso por Georgia, Armenia e incluso podía decirse que Azerbaiyán me quedó la voluntad de leer el «Ali y Nino» y con gran fortuna esta semana ha caído una traducción española en mi manos. Al parecer existen otras tres anteriores en castellano pero ésta es la más reciente (2012). De entre las varias versiones  cinematográficas debe de haber alguna más reciente aún.

La historia de amor entre una princesa georgiana y un noble azerí sirve muy bien para hacer comparaciones y alegorías  de la tensión compleja entre Oriente y Occidente o entre el cristianismo y el islam. Hay muchas frases muy interesantes a este respecto, pero la que me resulta más destacable es el alegado del padre de Ali Kan en el capítulo 22, no por nada específico de lo del choque de civilizaciones sino por cómo se puede observar el mismo fenómeno en muchos contextos políticos diferentes. El conflicto identitario empieza como conflicto interior :

«Eres un hombre valiente, Alí Kan. Pero ¿qué es el valor? Los europeos también son valerosos. Tú, y todos los que lucharon contigo, ninguno de vosotros sois ya asiáticos. Yo no odio a Europa. A mí Europa me resulta indiferente. Tú sí la odias, porque tú llevas dentro de ti un trozo de Europa. Fuiste a un colegio ruso, estudiaste latín, tu mujer es europea. ¿Acaso sigues siendo asiático? Si hubieras vencido tú, tú mismo hubieras introducido a Europa en Bakú sin darte cuenta. Da lo mismo que sean los rusos o nosotros quienes construyan las carreteras y abran las fábricas. No podía ser ya de otra manera. Cuando un hombre asesina a tantos enemigos con tal sed de sangre, ya hace tiempo que no es un buen asiático.»

La reacción identitaria la protagoniza siempre un mestizo que ya ha perdido la supuesta pureza ideal y pretende recobrar aquel pasado glorioso, que suele ser una ensoñación sin demasiado contacto con la realidad.

Luego lo de Occidente y el Islam. A mí me gustan estas metáforas novelescas porque le dan a uno la sensación (falsa) de que se puede comprender con un destello la complejidad de procesos históricos de gran calado. Por suerte y por desgracia esto no es así y en planteamientos como ¿cuáles son las diferencias entre Oriente y Occidente? no sólo las respuestas son bastante malas sino que lo más probable es que la pregunta y las categorías que pretende comparar también lo sean. Al menos invita a reflexionar, que no es poco.

En todo caso, es un bonito paseó por el corredor que va de Tiflis a Bakú, con excursiones al Alto Karabaj y hasta Teherán. Recomendable para quienes estén interesados en la historia del Imperio Ruso en Asia y en aquella visión romántica del Cáucaso como Far West que desde el principio dejó su impronta en la tradición literaria rusa.


Tulipanes negros

24/04/2017

Tulipanes blancos y negros

En los años ochenta había en España un anuncio de televisión de un desodorante llamado Tulipán Negro, que no sé si sigue existiendo. Sólo recuerdo del spot el coro de voces declamando tulipán neegro. Por entonces no sabía de la novela de Dumas ni si de verdad podían existir tulipanes negros. De hecho creo que no he visto uno hasta ayer, cerca del parque de Fairview.

En Dublín la jardinería es un servicio bastante más eficaz que la limpieza de calles y recogida de basuras. Los jardineros van rotando las flores según la época del año. Los tulipanes son una imagen frecuente y aunque ciertamente hay conductas antisociales de desaprensivos no se dirigen hacia la flora del modo en que me imagino que podría suceder en España, donde cuando no hay alguien que las destroza por diversión no falta la puta vieja que se las lleva para su casa.

Puente sobre el Tolka en East Wall


Vigilia

04/04/2017

Algunas veces he exagerado un poco diciendo que hay dos Europas católicas y que una es la más relajada que existe en el Mediterráneo (España, Portugal, Italia) y la otra la del catolicismo duro (Polonia , Irlanda y la Ciudad del Vaticano). Irlanda progresa adecuadamente, con lagunas substanciales, pero todavía me encuentro aquí con cosas que sorprenden a mi mentalidad forjada en la España industrial.

Seguro que algunas de éstas también existen en España y lo que ocurre es que los medios de comunicación generalistas no les dan bola. Por lo que sea, y a ese lo que sea lo vamos a llamar la idiosincrasia y tradición del país, aquí la opinión de un obispo parece que vale más. También los llamamientos a los rezos para resolver o más modestamente aliviar tragedias acaecidas parece que tienen más eco, aunque esto es una característica del mundo anglo, o por lo menos de los EEUU. Pray for this, pray for that….

Digo yo que en España también habrá vigilias, aquí se convocan a menudo («velas con velas» – es mi hallazgo de hoy) para cosas como rezar por los heridos graves, pero un rasgo que me interesa es la vigilia como parte del repertorio de acción y protesta política. Por ejemplo esta noche hubo una frente al Parlamento para llamar la atención sobre la situación de un ciudadano irlandés de origen egipcio preso allá.

No tengo claras cuales son las características que separan a la vigilia de otros tipos de concentración o manifestación política (sentadas etc.) quizás no tengan que ser materiales, sino espirituales como la palabra invita a creer, o tal vez se trate tan sólo de la elección de un término con connotaciones religiosas; la presencia de velas de cera parece clave. Ni siquiera tengo claro si ha de durar toda la noche o si basta con echar un ratillo. Sólo he encontrado un ejemplo de vigilia laica en España y varios más en nuestra América, usando «vigilia para protestar» en los buscadores. Otras son sin duda traducciones de noticias en inglés. Yo me cuidaría muy mucho de usar la palabra vigilia en un contexto que no sea religioso; «concentración nocturna», «protesta con velas».

Pero fluye el idioma y al final Alonso Quijano velando las armas en la venta habrá sido el primer subversivo que rechazó plegarse a la realidad.