Puerto de Mogán 2023

26/11/2023

Letrero

Además de Maspalomas, la otra visita obligada en nuestras islas y venidas por Gran Canaria era el Puerto de Mogán en el que también recalamos en varias ocasiones. Aquí fue donde nos alojamos en invierno de 2018 y no quedaba lejos (en auto) de la casa de esta vez. El primer día que intentamos llegar nos hicimos un lío con la carretera ya que para tomar la autopista hay que salir en sentido contrario, cosa que no hicimos por lo que acabamos en la carretera vieja del litoral, que está cortada y por la que no se puede llegar. Pero al menos vimos cómo está la costa entre Puerto Rico y Taurito.

 

Teníamos la intención echar un café en el impresionante hotel de la otra vez pero en vez de eso nos conformamos con echar un vistazo al gigantesco vestíbulo y bajamos a la playa para recorrerla entera hasta el colorido y novedoso (para nosotros) letrero con el nombre del municipio. También anduvimos por el lujoso barrio que hay junto al puerto deportivo, que si bien es muy bonito, no me agrada tanto como alojamiento debido a la cantidad de turistas que transitan por él día y noche. Ya se sabe que el turismo siempre son los demás. Después nos dio tiempo a tomar un barraquito y a subir al molino que hay justo antes del pueblo de Mogán desde el que bajé caminando la otra vez.

Otro de los días subimos al mirador, que también habían acondicionado bastante mejor desde la otra vez. Ahora es una plataforma con asientos en la que cabe bastante gente. La subida se hace algo más complicada en las horas de calor, pero el pequeño esfuerzo vale la pena. Volví a caer en la trampa de intentar acceder directamente por un sitio desde el que no se puede llegar. Hay que hacerlo desde donde está la oficina de correos. Recordatorio para la próxima.

En lo que subíamos a mi padre le llamaron para un trabajo que lleva más de cuarenta anos haciendo y no sé ni cómo aceptó. Con lo bien que se está uno viajando y descansando cuando lo puede elegir.

Pasear por las calles llenas de restaurantes del puerto es una delicia si se encuentra la proporción justa de muchedumbre, que ni esté vacío ni lleno. El agua está muy limpia y se ve mucho peces en la orilla. Estuvimos mirando cómo arriban y zarpan los baros que vienen y van de Arguineguín en el recorrido turístico que hicimos la otra vez y esta no. Ni siquiera pasamos por este puerto, hoy conocido por la llegada de embarcaciones repletas de africanos.

Hay tantos sitios en el mundo que uno nunca sabe, pero tras dos veces este es un lugar al que no me importaría volver.


Maspalomas

25/11/2023

Dunas de Maspalomas (21.02.2023)

A lo largo de una semana entera disponiendo de vehículo en el sur de Gran Canaria es fácil que, como en nuestro caso, uno acabe recalando varias veces en la playa. Sea para un chapuzón matinal, un paseo vespertino, echar un café al aire libre o dejar a la juventud en un sitio agradable antes de partir de gira. Desde la primera tarde hubo varias ocasiones en las que acabamos pasando por Maspalomas o parando allí.

No encontré grandes diferencias con cómo estaba comparado con cinco años atrás. Cerca del faro hay una parte muy urbanizada llena de hoteles, desde el faro hacia el oeste hay un paseo marítimo muy bien acondicionado que va hasta la playa de Meloneras por el que la gente camina o hace deporte y saliendo del faro hacia el otro lado, tras unos cuantos chiringuitos, uno llega a la zona más agreste de las dunas, que es un paisaje natural relativamente intervenido.

En 2018 pensé que sería agradable caminar por la playa desde la Playa del Inglés hasta Maspalomas, que creo recordar que eran unos cinco o seis kilómetros. Aquella vez llegamos a la playa en autobús, por lo que no había problema en no regresar al punto de partida. La Playa del Inglés lleva su nombre por el intento de invasión de los holandeses, pero la gente del XVI no sabía idiomas y le echaba la culpa de los males a los malos de costumbre. Este año la he visto por primera vez dando un paseo con los veteranos el día en que la chavalería se fue al Palmitos Park, plan del que no quise participar ya que ya tengo vistos varios parques de esos. Esta zona del sur de la isla es muy parecida a lo que hay en el faro, quizá me gusta un poquito menos. Atravesamos un pasillo de tiendas y restaurantes hasta llegar a un lugar en el que ya hay buenas vistas de las dunas desde el lado contrario al que conocemos mejor.

Aquel mismo día volvimos a Maspalomas y al dejar el coche un tanto alejado pudimos observar la cantidad de terreno urbanizable que aún queda en el lugar. Unos días después, ya en casa, pude ver el episodio dedicado a esta provincia de la serie España a vista de pájaro de TVE de los años ochenta y pude comprobar cómo hace apenas cuatro décadas junto al faro no había apenas nada.

El equipo veterano caminó por el paseo marítimo, donde confundí un hotel con una iglesia, ayudé a un vejete inglés que iba perdiendo los billetes y contemplamos a lo lejos las parabólicas de la famosa estación de Maspalomas, antes de volver montana arriba hasta el zoológico en donde a las mocitas les había llovido sin que a nosotros nos cayera una gota, cosa de los microclimas.

En la penúltima de las tardes pisamos algo más de arena para mirar las dunas y que la gente se refrescara. Este año no vi ningún lagarto. Me pareció que la charca llevaba más agua que la otra vez. Volvimos hacia el auto por el paseo que va junto al agua dulce en el que las aves repostan. Algunos de los hoteles disponen de jardines enormes en los que nunca se ve a nadie. Varias veces hicimos la jugada de meternos con el coche hasta el mismo faro, que al parecer sólo pueden hacerlo los taxis, pero es que era muy práctico para recuperar tropa y bagajes antes de volver a casa.

 


Otra mansión canaria

21/11/2023

Una de las funciones básicas de la comunicación mediante redes sociales es mostrar opulencia y estatus, así que voy a fingir que la casa que alquilamos en Gran Canaria este año es nuestra y que nuestro estilo de vida habitual incluye actividades como beber champán junto a la piscina y cosas así.

Titulo «otra mansión» porque hace unas semanas recuperé fotografías de una anterior que habíamos arrendado en Tenerife tres años atrás, aquella sin piscina para desilusión de la juventud.  La que nos tocó esta vez sí que tenía y nuestros buenos ratos echamos en ella, sobre todo por las tardes al volver de nuestras expediciones. La casa se ubicaba en un valle seco y agreste del sur de la isla, concretamente en una parte excavada en la roca de la ladera de una montaña que por hipérbole imaginativa me recordaba al cuerno del Valle de los Reyes faraónicos de Egipto.

Esta vida de lujo no es en realidad tan onerosa ya que si uno quisiera hay viviendas a a venta bien hermosas en el litoral y las islas que cuestan menos que un piso en las ciudades-dormitorio de las regiones industriales, eso sí, hay que poder permitirse el permanecer ocioso en lugares así. En cuanto al alquiler vacacional, en cuanto se junta un grupo mediano de gente este tipo de alojamiento resulta más económico que tres o cuatro habitaciones de hotel. Un problema potencial que tenía esta urbanización es que constaba de varias casas en hilera y habría bastado con que en la vecina se hubiera metido un grupo de revoltosos para que nos hubieran arruinado las vacaciones, cosa que por fortuna no ocurrió.


El hotel de Las Palmas

16/11/2023

Tengo también unas fotos del hotel de Las Palmas en el que pasamos la última noche,  que ni recuerdo cómo se llamaba ni lo voy a buscar (que no me dedico a hacer publicidad ni buena ni mala de los sitios). Sólo sé que nos tocó una habitación creo que en el séptimo piso y desde la que había muy buenas vistas a la calle, y que para las pocas horas que pasamos en el lugar fue más que suficiente y también creo recordar que no era caro. Todo muy tranquilo, las chicas de recepción muy amables y el desayuno muy bueno.

Después de habernos aposentado salimos a dar un paseo por los alrededores, donde hay un hotel de mucho más postín que se llama Santa Catalina por cuyos terrenos, así como por los de otro parque que había en la zona, anduvimos merodeando. Parte muy tranquila de Las Palmas de Gran Canaria en tierra de nadie entre el centro histórico y la parte donde está la playa.

Las vistas nocturnas también tenían su atractivo, o puede que sea que este teléfono que tengo haga fotos muy buenas. Es una lástima que pronto tendré que devolverlo, pero por otra parte también es esta la razón por la que cuelgo aquí estas imágenes para disfrute de quienquiera al que le gusten estas cosas.


El segundo día en Las Palmas

15/11/2023

En principio yo no tenía demasiado interés en ir a Las Palmas el primer día que fuimos ya que desde el principio estaba previsto que el día que dejábamos la casa en el sur teníamos que pasar una noche en la capital para tomar el vuelo al día siguiente. Es lo que tiene lo de que los alojamientos estén organizados de siete en siete en días y no siempre coincidan con el calendario de los vuelos. Así pues, salimos todos juntos del sur, dejamos a los abuelos y a la sobrina en el aeropuerto donde también se quedó el coche de alquiler y agarramos el autobús hacia San Telmo y Santa Catalina. Como no sabíamos exactamente qué parada era mejor para nuestro hotel nos fuimos hasta la última y luego nos tocó caminar un rato, pero así también vimos una parte desconocida para nosotros de la elongada ciudad.

 

El hotel estaba cerca del Parque Romano y de la comisaría de policía. Como llegamos temprano no pudimos meternos en la habitación pero sí dejar las maletas y seguir caminando más ligeros hacia el centro histórico, donde más o menos hicimos cosas parecidas (pasear, tomar algo, mirar, meterse a fisgar en tiendas) a las del primer día por Triana y Vegueta. Antes de nada, hicimos parada en San Telmo, donde había bastante más actividad que el domingo anterior, y nos desayunamos en la terraza del bonito quiosco de estilo fin de siècle.

Tenía interés por llevar a la pequeña a la Casa de Colón para que se empapara un poco de historia. El museo que me gustó y que no habíamos visto el primer día fue el Museo Canario, donde a alguien le desagradó sobremanera el excesivo número de calaveras colocadas sobre anaqueles. Creo que es un gran museo. Luego como mucho recorrimos dos o tres calles por las que no habíamos pasado el primer día y nos fuimos retirando en dirección al hotel, al que todavía se tardaba un rato en llegar.

Durante la jornada hice un poco el mal y llevé a la chavalilla un par de veces a la hamburguesería, cosa que su madre le tiene medio prohibida,  pero son vacaciones. Yo no podía comer después de una ración gigantesca de papas arrugás que nos dieron frente a la catedral, que creí que vendrían cinco o seis y había lo menos treinta. Nos retiramos casi temprano para tomar posesión de la habitación del hotel y todavía nos dio tiempo a subir a la azotea, ver las instalaciones, salir a tomar algo a un bar cercano e ir en busca de la parada donde al día siguiente deberíamos tomar la guagua para el aeropuerto.

22.02.2023


Por las peores carreteras de Gran Canaria

12/11/2023

El día siguiente de volver de Las Palmas y el botánico se nos ocurrió subir a ver el pueblo de Tejeda, que según fama es uno de los más bonitos de Gran Canaria. Un par de días antes había nevado y nos dijeron que la carretera estaba cortada pero las cosas cambian muy deprisa así que dos días después el tiempo no tenía nada que ver. Siendo un poco inconscientes se nos ocurrió ir a las bravas por una carretera que puede que no sea la mejor del mundo, pero dice el capitán que no hay carreteras buenas ni malas, sólo que por unas se puede ir a cien y por otras hay que ir a veinte.

Volvimos a subir al pueblo de Mogán y un poco después de dejarlo atrás se encuentra el cruce del pie de la cuesta en el que uno comienza a subir. Tras una serie de curvas cerradas se acaba llegando al Mirador del Mulato desde el cual las vistas del barranco de Mogán son espléndidas.

Algo más adelante se encuentra la Presa de las Niñas en un paraje cuya llanura sorprende hasta cierto punto, tras el desnivel y los giros de los que venimos. Desde el litoral no pueden verse los lugares en los que se acumula el agua, siempre necesaria. Había una zona de acampada bastante bien acondicionada y caravanas y algo de gente por allí. Salimos a dar un paseo por este paisaje que hasta cierto punto parecía un tanto desconectado estéticamente de los ecosistemas más característicos de la isla.

Más adelante y ya cerca de nuestro lugar llegamos al mirador de la Cruz de Timagada desde donde ya se divisan Tejeda y Artenara. El mirador no queda inmediatamente junto a la carretera, hay que subir una pequeña cuesta para llegar al otero desde donde se llegan a ver las dos poblaciones situadas a mayor altitud en esta isla.

Improvisamos un desvío para llegar a la base del Roque Bentayga al pie del cual hay un pequeño centro de interpretación en el que supimos de las guerras de los castellanos del XV con los aborígenes canarios. Idealmente uno debería disponer de más tiempo para poder hacer alguno de los muchos senderos que hay por esta zona y llegar hasta el almogarén. que algunos dicen que no es tal. Desde por aquí se ve el Roque Nublo, que siendo la tercera altura de la isla creo que es la más conocida debido a la peculiar forma geológica de su cumbre.

En el pueblo de Tejeda realmente nos costó aparcar. Hay una calle muy bien peatonalizada que dice el mapa que se llama Dr. Domingo Hernández Guerra desde la que hay vistas impresionantes del paisaje de los alrededores. La hemos recorrido hasta el final y hemos rodeado una iglesia advocada a la virgen del Rosario y hemos llegado hasta un parque que me ha resultado curioso como siempre que se urbaniza para naturalizar zonas que ya están en plena naturaleza. Vi carteles sobre la fiesta del almendro en flor que se celebra por estas fechas de febrero y todos los establecimientos de comer y beber estaban de bote en bote. También había una cola considerable frente a una pastelería. Luego leí en un folleto que son muy típicos de esta localidad almendrera productos como el mazapán y algo que se llama bienmesabe que la próxima vez intentaré descubrir en qué consiste exactamente. A pesar de los más de mil metros de altitud hacía calor, pero eso estaba a punto de cambiar.

Saliendo del pueblo nos dio de nuevo por improvisar para subir a la Cruz de Tejeda, donde aparte de la cruz de piedra hayun parador nacional. Es probable que un par de horas antes el tiempo estuviera bastante mejor pero antes de llegar a esta cumbre ya hemos notado la niebla que venía del norte y que iba descendiendo unos cien o doscientos metros (verticales) hacia el sur. Parecía que los que viven del turismo, los de los puestos de productos típicos y recuerdos y un hombre con su borrico que se hace fotos junto a los turistas, estaban desmontando sus respectivos tinglados. Hemos intentado tomar café en el parador sin éxito debido a que sólo había un camarero para la cantidad enorme de gente que se había metido en la cafetería. Por causa de la niebla las vistas no han resultado las que pueden ser en días soleados o incluso un rato antes.

Así pues, hemos bajado por la misma carretera hasta el cruce en el que se toma la ruta hacia Artenara que debe de ser el municipio más fresco de la isla al ser el que se encuentra a mayor altitud. Hemos subido hasta un mirador que queda por encima de las casas del pueblo, el mirador de la Atalaya, desde donde en días más claros debería verse el Teide en la isla vecina. Había en este lugar un curioso monumento que yo no habría sabido imaginar qué representaba y menos aún que homenajease  a los trabajadores del medio ambiente y la conservación.

Incendio de Artenara 2019

Conectando a los homenajeados del monumento con el inicio del descenso hacia la costa, al poco de tomar la GC-210 y salir de Artenara noté algo extraño en las ramas de los pinos y de pronto recordé el incendio que padeció esta zona en 2019. Se supone que la GC-210 es la carretera realmente más complicada de la isla. Aunque el piso es bueno es de un sólo carril y tiene curvas muy cerradas. Por fortuna no hay demasiado tráfico pero las pocas veces que nos cruzábamos con alguien había que esperarse en algún punto de mayor anchura. No recuerdo si se me acabó la batería o qué pero no tengo a manos más fotos del día. Sé que existen y cómo recuperarlas y algún día completaré esta entrada con las mismas. Entretanto les dejo con un vídeo de esos hechos con una cámara de coche a más velocidad de la normal, aunque tomado en sentido contrario.

 

Se que medio por error nos hemos metido en una ermita de la Candelaria, que en algún momento del descenso he alucinado con una vivienda colgada en la roca y que nos hemos detenido un rato en el mirador del Molino, desde el que se ve la presa del Parralillo por cuyo lado hay que pasar después. De ahí en adelante es cuando la carretera va más pegada a la pared de roca y con poquito espacio hacia el barranco. Al final se acaba llegando al mar de invernaderos de la Aldea de San Nicolás, donde ya no nos detuvimos de puras ganas que teníamos de volver a casa tras tantos kilómetros de traqueteo. Sí que vimos el monumento natural de los Azulejos. Al pasar por Veneguera pensé que ahí había recorridos interesantes para hacer en alguna otra ocasión. Al final se cierra el círculo en el Pie de la Cuesta y nos reincorporamos al barranco de Mogán que baje caminando unos años atrás.

20.02.2023


Por el barranco de Guayadeque

11/11/2023

Otro de los días canariones dejamos a todo el mujerío en la playa de Maspalomas y el chófer profesional y yo mismo nos fuimos a recorrer y a descubrir. Quisimos ir a Agüimes, lugar de cuya belleza habíamos leído. Llegamos hasta Ingenio desde donde hay una vista magnifica de la localidad donde íbamos a hacer esta primera parada y nos detuvimos a la entrada de un lugar llamado Mondragón.

El pueblo de Agüimes es un poco como la parte histórica de Las Palmas pero en pequeñito. Llegamos a una hora como de la siesta y apenas había nadie por las calles, que es algo que causa que uno se fije más en los aspectos urbanísticos y arquitectónicos (creo cuando la calle está llena de gente se fija uno más en los aspectos y los acentos).

Aparcamos cerca del cuartelillo de la Guardia Civil y nos metimos en el centro histórico peatonal. Yo llevaba una guía de viaje que recomendaba algunas vistas: la iglesia de San Sebastián en la plaza del Rosario, la casa de los camellos (que es un hotelito)… nos llegamos hasta un auditorio que me pareció bastante importante para una población de este tamaño.

En principio ese paseo y tomar algo iba a ser todo pero saliendo a la carretera principal al conductor se le ocurrió tirar para arriba y mirando el libro vi yo que ponía que la GC-550 era una carretera muy escénica que llevaba al pueblo de Temisas y para allí que nos fuimos, admirándonos del paisaje y de la labor de las guaguas del transporte público que llegan a lugares impensables. También cualquier canalización de agua nos fascina porque somos gente así.

Tanto Temisas como Santa Lucía como San Bartolomé de Tirajana los tocamos de refilón con paradas ocasionales en algún que otro mirador. Una vez que estamos en la parte alta de la isla hemos dejado atrás el barranco de Guayadeque y toca volver hacia el sur desde las alturas descendiendo por el barranco de Maspalomas.

Nos vimos favorecidos por una luz muy bella. Pasamos junto a Fataga y Arteara e hicimos parada en el mirador de la Degollada de las Yeguas, que nos ofreció las mejores vistas de la jornada. Desde allí al faro de Maspalomas se va prácticamente en línea recta.

17.02.2023


Jardín botánico de Gran Canaria

10/11/2023

El jardín desde las alturas

Volviendo de Las Palmas hacia el sur hicimos parada en Tafira Baja para ver el jardín botánico de la isla que lleva el nombre de José de Viera y Clavijo (1731-1813), erudito canario de la era de la Ilustración. Siempre me han gustado mucho los jardines botánicos y tengo vistos unos cuantos. También, por su exotismo, me resulta más interesante la flora tropical que la europea continental, así que tanto el de La Orotava como este eran visitas más o menos obligadas.

Tremendo cacto

Según he visto en un interesante libreto disponible en Internet, el jardín inicio su historia en 1952 y es verdad que hay algunas partes del mismo que parecería que necesitan renovación. Siempre falta presupuesto para estas cosas. Un detalle leve que me invita a pensarlo es que no disponían de mapas para los visitantes, que no es que fuera terrible ya que le puede hacer uno una foto al que hay en la entrada y luego hay letreros cuando uno comienza a perderse.

Las plantas suculentas y cactos suelen ser mis favoritos en este tipo de lugares y fue la primera zona a la que nos acercamos. Por aquella parte que está hacia la derecha de la entrada hay también palmeras y dragos. Luego acaba uno retrocediendo hacia un puente de palo que más tarde como hito geográfico para facilitarnos el regreso. En un momento nos disgregamos cuando me dio por hacer el cabra y subir al paseo de los dragos por un sendero no del todo aconsejable pero al final del cual había excelentes vistas del conjunto del complejo.

Aves realmente no vimos demasiadas

La parte más lejana a la entrada me pareció que estaba algo más descuidada, por la zona de la cascada y el monumento con los medallones que conmemoran a los sabios del lugar, pero en realidad cuanto más silvestre parezca todo mejor se siente uno. Por allí hay unas zonas de fauna más específicamente canaria como tabaibales y monte de laurisilva y descubrimos lo que es un alpendre en el archipiélago. El paseo vespertino siempre muy agradable.

 

19.02.2023


Un día en Las Palmas de Gran Canaria

09/11/2023

Plaza del Pilar Nuevo

En las vacaciones de fin de invierno del año en curso nos volvió a tocar ir a Canarias. Esta vez a Gran Canaria, donde ya habíamos estado en 2018, con la diferencia de que aquella vez por motivos de la crianza estuvimos muy limitados al Puerto de Mogán y alrededores del sur de la isla y en esta ocasión teníamos la expectativa de recorrer algo más. Dos días estuvimos en la capital de la isla y como en ambos recorrimos aproximadamente los mismos lugares casi me cuesta diferenciar los recuerdos. En el primero de ellos, que era un domingo, llegamos relativamente temprano y sin apenas conocer dejamos el vehículo en un subterráneo bajo la plaza de San Telmo que luego resultó ser el lugar perfecto para empezar a recorrer.

Casa de Colón

Con las calles bastante vacías recorrimos Triana admirándonos mucho de la arquitectura. Pudimos hacer la visita guiada a la casa de don Benito Pérez Galdós que mucho me agradó y vimos también el museo que hay en la que llaman Casa de Colón, a la salida de la cual pudimos observar el espectáculo de folklore canario que hay los fines de semana en la plaza del Pilar Nuevo. Callejeamos algo por la zona que llaman Vegueta y nos volvimos hacia la catedral de santa Ana, en la que entramos fugazmente. En la plaza de la catedral estuvimos tomando algo y volviendo para el aparcamiento a mi señor padre se le ocurrió comprar un cinturón de cuero por una casualidad de la vida.

Paella

Fuimos comer a la zona de la Puntilla e intentamos hacerlo en el restaurante que me había recomendado la austriaca de mi trabajo, pero no pudo ser porque sólo se podía con reserva, así que acabó cayendo una paella de esas que hacen al gusto del turista en uno de los miles de sitios que hay en los alrededores de la playa de las Canteras, cuyo paso marítimo estuvimos recorriendo un poco. Recorrimos también la zona del mercado del puerto, subiendo por una pasarela peatonal. Por ser domingo supongo que habría menos actividad de lo normal. Saliendo en auto hacia el sur vimos el auditorio dedicado a Alfredo Kraus, en cuya casa habíamos visto antes una placa. Desde por allí es bastante curiosa la topografía de los barrios altos de la ciudad por los que salimos para llegar al jardín botánico canario Viera y Clavijo, que fue el lugar donde pasamos un par de horas de la tarde antes de volver a nuestros cuarteles meridionales.

19.02.2023


Por el Puerto de la Cruz

07/11/2023

Lago Martiánez

El día que se tenían que ir los abuelos la jefa los llevó a Los Rodeos y al volver acabó en una calle con el mismo nombre que la de nuestro alojamiento… pero en Santa Cruz. El día en que llegamos yo le había liado una parecida con el GPS y también acabamos en la capital, así que empate. Una vez que llegó a casa nos tomamos el día con calma, bajamos al Puerto de la Cruz por la cuesta de siempre y dejamos el coche por donde se solía encontrar aparcamiento con facilidad y luego nos dedicamos a lo que ya habíamos hecho varias veces durante nuestra estancia, que es recorrer la población y parar a tomar alguna cosa de vez en cuando.

Una de las cosas en que nos detuvimos fue un museo en el que se trataba la cultura prehispánica y los dos recuerdos que se me quedaron fueron que las momias estaban expuestas así como si nada (y no sé si esto algún día generará un conflicto como aquel del negro de Bañolas) y que en un cartel se hablaba de los guanches y las guanchas originarios y originarias en la jerga administrativa esa que llaman inclusiva y que se ha convertido en la lengua liturgia de la religión oficial del Estado.

No sé por qué le tiré una foto al campo de fútbol que se ve desde un punto elevado al que llaman el Peñón del Fraile. Por la calle Mequínez llegamos al centro muchas veces. Me resulta asombroso que la enorme explanada que hay frente al mar y que se usa para aparcar no se haya urbanizado de mejor manera. Alguno de los otros días estuvimos conversando con un nonagenario inglés que llevaba seis décadas en el lugar y que se había dedicado a la construcción cuando había apenas nada.

Nuestro paseo por la avenida de Colón solía concluir en la playa de Martiánez, desde donde dábamos la vuelta callejeando por alguna otra ruta por intentar descubrir. En el escaparate de alguna inmobiliaria descubrí que los precios de los apartamentos pequeños no eran especialmente excesivos, aunque no estoy seguro de que un sitio tan transitado como el centro del Puerto sea un lugar en el que querría pasar temporadas largas, si bien puede utilizarse como base para recorrer.

19.02.2020