El Escorial

Monasterio

Del Valle de Cuelgamuros nos acercamos a El Escorial, donde ya habíamos estado aquella otra vez aunque sin poder entrar al monasterio. La casualidad quiso que, pasado el monumento, encontrásemos aparcamiento frente a una placa que conmemoraba la residencia en la población de los hermanos Álvarez Quintero. Volvimos caminando hacia el grandioso edificio, que esta vez sí que estaba abierto al público, y finalmente pudimos entrar a verlo. Yo diría que la visita requiere entre dos y tres horas, y eso sin detenerse demasiado a reparar en detalles.

Una vez adquiridos los boletos es relativamente sencillo moverse por el enorme edificio siguiendo los carteles con fechas. Sólo para llegar a la Biblioteca Real es necesario un pequeño desvío. Mis espacios preferidos fueron la propia biblioteca (donde pude observar por la página en que estaba abierto el Libro de ajedrez, dados y tablas de Alfonso X), la impresionante Sala de Batallas y otra próxima a los aposentos de Felipe II cuyos muros están decorados con multitud de mapas. En general es mucho más interesante la parte de los Austrias, más sobria, que la de los Borbones, que me pareció un remedo de Versalles.

Obras (agosto de 2023)

En la Basílica pasamos bastante rato, observando pinturas, relicarios y los cenotafios de los Austrias mayores. El lugar donde más parece que uno siente la Historia con mayúsculas es la cripta en la que se encuentran los panteones de infantes y reyes de España. Desde el Emperador Carlos V todos excepto Felipe V y Fernando VI yacen allí. Me pareció curioso pensar que la princesa de Asturias, a pesar de ser tan joven, ya sabrá que aquí tiene que acabar.

Jardines

En general creo que El Escorial no es tan conocido fuera de España como debería. Es el problema de que un país tenga demasiados atractivos turísticos. Aunque a mí no me gusta utilizar este tipo de comparaciones o al menos no de modo oficial, si uno lo piensa, este lugar es como el Pentágono junto con la Casa Blanca en el siglo XVI.

Felipe II

Tras salir del sitio entramos a tomar un refresco en un bar que había en los edificios de enfrente, que también tienen una interesante historia y luego estuvimos descansando un rato en un jardín de por allí que parece ser que también pertenece a Patrimonio Nacional. Curiosamente el parque está delante del Centro Universitario María Cristina, que es donde, según había leído un par de días antes, Pedro Sánchez estudió Empresariales aunque él haya dicho que hizo Económicas en la Complutense. Tras despedirnos de Felipe II bajamos a Barajas a recoger a nuestra pasajera y pusimos rumbo de vuelta a Salamanca después de habernos sacado la espina de aquel plan por fin cumplido.

 

01.08.2023

2 Responses to El Escorial

  1. […] con que unos cuantos años antes había entrado a la Alhambra por seis. Doce es lo que hemos pagado el otro día para entrar a El Escorial. Me sorprende que parece que ahora ha bajado el precio. Como con el libro de Kells yo fui reacio […]

  2. […] Respecto a las visitas a la madre patria en febrero bajamos a Gran Canaria, a la zona del sur donde ya habíamos estado en 2018 y esta vez al trío de costumbre se unieron los abuelos y la segunda de mis dos segundas sobrinas favoritas. Luego en Semana Santa estuve trabajando unos días desde la casa solar y durante otros pocos acompañé al legionario a Melilla, muy interesante viaje. El verano vio otro par de semanas de trabajo en Guipúzcoa además de las dos de asueto entre Salamanca y Extremadura, plan habitual con la novedad de haber podido culminar un plan que no salió hace casi veinte años y mediante el cual pudimos ver el valle de Cuelgamuros y El Escorial. […]

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