El hombre del cuchillo de Pistoya

San Juan Extramuros (San Giovanni Fuorcivitas) 01.05.2009

Hoy me he comprado un bonito libro sobre el arte y la arquitectura de la Toscana. Por tres euros ha sido una ganga. Seiscientas páginas llenas de fotografías, planos y todo tipo de datos históricos. Espero que me sirva para recordar los diez días que pasamos por aquellas tierras en 2009.

Lo primero que se me ha ocurrido indagar en el libro tiene que ver con la ciudad de Pistoya (Pistoia), adonde llegamos provenientes de Pisa y Lucca en el primer día de nuestro recorrido, día que acabó en Florencia. Cerca de la plaza de la catedral (Piazza del Duomo) en una calle que se llama Via Cavour, se encuentra la iglesia de San Juan Extramuros (San Giovanni Fuorcivitas).

Según puedo leer, a pasar de su céntrica ubicación, la primera iglesia que se construyó en el lugar en el siglo VIII, sí que estaba por fuera de la muralla. Lo que puede verse en la actualidad está reconstruido en el siglo XII, en estilo románico pisano. Creo que la iglesia no estaba abierta cuando pasamos por allí. Estoy seguro de no haber entrado, a diferencia del duomo, donde sí lo hicimos. Las fotografías del interior que observo en mi nuevo manual no me resultan especialmente atractivas.

La fachada principal me agradó. Fue la primera de una serie de fachadas blanquinegras toscanas que pudimos ver. Este estilo no existe en Hispania. Hubo algo que me llamó la atención en el dintel. Unos leones que estaban devorando  un cordero y a un hombre. Debajo estaba la Última Cena y la figura central debía de ser San Juan, pero ¿qué representaban los leones? y, sobre todo ¿quién era ese tipo?

El libro dice que la inscripción que hay en el tímpano, del año 1162, indica que Gruamons Magister Bonu fec[it] hoc opus, o sea que el Maestro Gruamonte hizo esta obra, y añade un dato interesante, que es que el traidor Judas Iscariote aparece debajo de la mesa, con menor estatura que el resto de los comensales, no apareciendo a la altura de su santidad.

Pero no dice nada de mi amigo devorado por el león. Tampoco me ayuda la wikipedia italiana, que toma como referencia el libro de Ferrali,  «S. Giovanni Fuorcivitas: Il patrimonio artistico di Pistoia e del suo territorio: Catalogo storico descrittivo» (1970). También he encontrado una página en la que dicen que San Juan aparece «flanqueado» por dos leones, pero yo no diría que lo hacen los leones sea precisamente flanquear.  La antigua página oficial de turismo de Pistoia indica que se trata de un leone che atterra un orso y de un leone che atterra un uomo armato. Dos sorpresas: Nunca había pensado que el verbo aterrar tuviera un significado literal y mi cordero resulta ser un oso.

Ciertamente, mi imagen no es de mucha calidad, pero hay disponibles muchas ampliaciones en las que puede apreciarse al menos el cuchillo del hombre. La ciudad de Pistoya dio después nombre a un artilugio que le hubiera sido de mayor utilidad para resolver la acometida de la fiera. Para saber que el animal de la izquierda es un oso hace falta más imaginación o conocimientos sobre el arte del siglo XII. Así, de momento sigo con la curiosidad de saber quién era ese hombre y del simbolismo de los leones y el oso. Si de verdad no se sabe, puede ser el inicio de otra buena novela.

Leone che atterra un uomo armato

4 Responses to El hombre del cuchillo de Pistoya

  1. […] afluencia relativamente importante de visitas sin que el enigma fuera resuelto, al igual que otro enigma toscano más antiguo. Otra sobre los 27 puntos de Falange recibió la aprobación favorable de un buen […]

  2. […] Años después he mezclado los recuerdos y los días. Por fortuna las fotografías me recuerdan que de Lucca salimos por carretera hacia las termas de Montecatini llegando a nuestro siguiente destino, Pistoya. […]

  3. […] y Venecia (que se había incorporado al reino italiano el año anterior). Supo ver menos que yo en Pistoya “Pistoia awoke but a passing interest” y alguna otra ciudad destacable como Bolonia […]

  4. […] de esta población un par de veces en estas notas: una para comentar el interés que me despertó cierto motivo artístico en la iglesia de San Giovanni Fuorcivitas y la otra fue una vez que se me presentó el nombre del lugar leyendo a Mark […]

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