El tren llegó puntual

Das Schweigen derer, die nichts sagen, ist furchtbar. Es ist das Schweigen derer, die nicht vergessen, derer, die wissen, dass sie verloren sind.

El tren llegó puntual

Me han pasado este libro de Heinrich Böll y me lo he leído de un tirón. Der Zug war pünktlich, su primera obra, de 1947. La acción se desarolla a finales de 1943 y son tres días, acaso los últimos, de la vida de un soldado alemán de camino al frente oriental que ya está desmoronándose. Comienza a bordo de un tren que sale de Dortmund junto con otros soldados y destacan los pensamientos de Andreas en el trayecto. Dresde, Breslau y luego Polonia para llegar a la capital de Galizia: Lemberg. Andreas ha calculado que morirá en algún lugar entre Lemberg y Czernowitz, pero finalmente ocurrirá o no entre Lemberg y Stryj.

Lo he leído con avidez porque junta tres intereses míos como lo son la historia cultura y literatura de Alemania (nada menos); la Segunda Guerra Mundial y los nacionalismos de Europa oriental. Además ocurren cosas en dos de ciudades de las que hemos escrito como son Breslavia (entonces Breslau, hoy Wrocław) y Leópolis (Lemberg, Lvov, L’viv).

Cuando lo he leído me ha venido a la cabeza la idea importante de que hay libros que sólo pueden escribir quienes han vivido lo que se narra. Böll fue soldado raso durante la guerra y seguramente conoció cosas que cuenta y que son muy difíciles de inventar: pequeñas como el olor a café de los trenes, el sabor de las raciones; otras que tienen más importancia y no suelen salir en los libros, como las corruptelas en el ejército, el mercado negro o la interacción de soldados y población civil ocupada o sucesos terribles como los de las marismas de Ssiwasch; pero también hay algo discutible en su planteamiento y es que Andreas «sabe» lo que va a pasar, tiene la premonición de que todo está perdido y llega a hablar a Olina de de 1945.

Aquí no es problemático porque es literatura, pero cuánta gente quiere escribir la Historia así. Siempre me ha parecido interesante observar las cosas desde la perspectiva del que falta y no pudo saber. Uno de los inconvenientes de la muerte es no poder satisfacer la curiosidad por qué pasará luego. Andreas lo ha visto todo sin duda a través de los ojos de Böll, pero algunas veces he pensado en sus coetáneos, que murieron en la estepa a cientos de kilómetros de casa defendiendo una superioridad racial absurda y una ensoñación imperial demente. No se les dio la oportunidad de cambiar y si ya es malo morir, cuánto más lo es hacerlo luchando por unas tonterías en las que ya sólo los tarados creen.

Escenarios.

La historia va en dos sentidos, el del soldado hacia el frente y el del frente hacia el soldado. He puesto un mapa para ilustrar el recorrido geográfico que hace Böll. Aunque el primer título de la novela fue Zwischen Lemberg und Czernowitz la historia de Andreas acaba entre Lemberg (F) y Stryj (G). pero las menciones a otros lugares, a un mapa que lleva y al lugar en el que calcula que lo encontrará la muerte son continuas.

En mi edición española no hay mucha coherencia toponímica, pero quizá en el original alemán tampoco la haya. Przemyśl se llama en alemán Premissel, pero me supongo que lo que hacen los traductores es copiar lo que pusiera Böll excepto para Cracovia. En esta lista pongo los topónimos que aparecen en la novela junto con los actuales. El mapa en Google Maps tiene las fronteras posteriores aa 1945, lo cual no es ideal pero sólo llego técnicamente hasta ahí. Yo hago indicaciones teniendo en cuenta las anteriores a 1939, ya que en los años de la guerra las fronteras son flexibles y sin demasiado valor.

  • A: Dortmund, Alemania
  • B: Dresden, Alemania (en español Dresde)
  • C: Breslau, Alemania (en español Breslavia; pertenece a Polonia como Wrocław desde 1945)
  • D: Cracovia (en polaco Kraków, en alemán Krakau)
  • E: Przemysl, Polonia (en polaco la ese es acentuada: Przemyśl)
  • F: Lemberg, Polonia (en Polonia hasta 1939 como Lwów; en la URSS desde 1945 [ruso Lvov] [ucraniano L’viv] )
  • G: Stryj, Polonia (es el nombre polaco; hoy pertenece a Ucrania [en ucraniano Стрий, Srtiy]) – no confundir con otro Stryj que hay en la Polonia actual.
  • H: Czernowitz, Rumania (es el nombre alemán, en ucraniano es Чернівці Chernivtsi; hasta 1940 perteneció a Rumania como Cernăuţi)
  • I: Stanislau, Polonia (hoy en ucraniano Ivano-Frankivsk, antes fue Stanyslaviv, perteneció a Polonia hasta 1939 como Stanisławów)
  • J: Kolomea, Polonia  (hoy en ucraniano Коломия Kolomya, perteneció a Polonia hasta 1939 como Kołomyja
Más adelante aparecen Nikopol (K) y Anapa (L), que también se mencionan. Las marismas de Ssiwasch están en Crimea.


2 Responses to El tren llegó puntual

  1. […] otro día no conté demasiado de la novela de Heinrich Böll, casi que me limité a acotar el espacio y el tiempo de Der Zug war […]

  2. […] varias entradas dedicadas a la navidad consumista irlandesa. Entre los descubrimientos pondré la novela de Böll que Greta me sugirió, un poema de Cavafis que llevaba años esperando conocer y una conexión […]

Deja un comentario