Pistoya

30/03/2024

Hace poco me han pedido recomendaciones para recorrer la Toscana y he tenido que pararme a pensar ya que hace ya quince años que fuimos a conocer aquella parte de Italia y aunque recuerdo los nombres de la mayoría de los pueblos en los que hicimos parada he olvidado cómo se situaban geográficamente en relación los unos con los otros y el orden preciso en que los fuimos descubriendo.

Lo que mejor me puede ayudar a hacer memoria es mirar las fotografías y he empezado casi por el principio, por el lugar de Pistoya (en italiano Pistoia, que quiere decir pistola) en en que recalamos en llegando a Florencia, después de haber pasado la mañana en Pisa y haber hecho otra escala en Lucca.

Como la estancia fue tan breve que apenas dio tiempo de asomarse a un par de edificios principales, no conservo grandes recuerdos y apenas ha aparecido el nombre de esta población un par de veces en estas notas: una para comentar el interés que me despertó cierto motivo artístico en la iglesia de San Giovanni Fuorcivitas y la otra fue una vez que se me presentó el nombre del lugar leyendo a Mark Twain.

Bici rosa

Ciudad de unos noventa mil habitantes a unos cuarenta kilómetros de Florencia, tiene un pasado vinculado a las luchas entre güelfos y gibelinos. Además de mi apreciada iglesia de extramuros destacan la catedral de san Zenón y el baptisterio y varios edificios nobles en la piazza del duomo. Parece ser que le industria de los viveros adelantó en algún momento a la armera y no en vano aparcamos junto a una muralla desde la que se divisaba mucho verde.

01.05.2009


Lucca

27/12/2017

Así era y es la planta de la ciudad

Hará una semana que me he acordado de la ciudad amurallada de Lucca en Toscana. En un juego que consistía en acertar de entre tres opciones el nombre de una ciudad a la vista de un plano antiguo de la misma escogí Lucca para la que no era. Me pareció que aquellas tenían que ser las murallas por las que habíamos paseado en 2009 tras dejar Pisa atrás. Luego hace un par de días día me ha dicho una amiga que ella iba a ir en enero y se me ocurrió volver a mirar mis viejas fotos.

Nunca colgué aquí demasiadas fotos ni historias de aquel viaje por el centro de Italia. Creo que es porque había tanto que ver y tanto que contar que me saturé antes de empezar. Una vez puse fotos de la torre Guinigi, que es el segundo lugar al que fuimos en Lucca después de comer un helado en el «anfiteatro».

San Frediano es San Frigidiano en castellano

Mirando al mapa (moderno) me parece que dejamos el auto de alquiler cerca de la Puerta de Santa María. Esto se corresponde con la primera imagen que tengo de la ciudad, que es de la iglesia de San Frediano y su potente mosaico. Ya de aquellas me quedé con la duda de si ese nombre existía, porque Frediano me parecía muy raro, y compruebo que san Frigidiano ¿principe de Irlanda? y obispo de Lucca construyó una iglesia en este lugar bajo la advocación de san Vicente martir, que era de Zaragoza.

La laguna de Venecia no es laguna sino albufera y el «anfiteatro» de Lucca no es anfiteatro sino es plaza (Piazza San Michele) situada en el lugar donde hubo un anfiteatro que supongo que ya estaría allí cuando César, Pompeyo y Craso revalidaron el Primer Triunvirato.

El anfiteatro es centro de la vida social, terrazas de restaurantes, turisteo a tope y casas amarillas con verdes balcones y contraventanas que muestran un estilo típico de la región.

Del anfiteatro nos subimos a la torre Guinigi donde pasamos un rato disfrutando de las vistas y el claro día y luego llegamos a la plaza de san Martín frente a la catedral del mismo nombre de la que recuerdo que tenía un pórtico con esculturas e inscripciones muy interesantes.

San Martino

Y de allí pasando por la plaza del lirio y la dedicada a Napoleón salimos a recorrer un tramo de las murallas, más adecuadas para el paseo por amplias que la mayor parte de las que he visto. Había mucha gente haciendo lo mismo: niños jugando, chicas andando en patines. Elemento antiguamente militar totalmente integrado en la vida civil.

Garibaldi en la plaza del Lirio (piazza del Giglio)

Por las murallas

Puerta de san Pietro

Casas de los adarves

Foso y pradera

Catedral de san Martín

Se puede comprobar como la vida cotididana se ha apropiado de la muralla y la cercanía de las viviendas, tal y como sucede por ejemplo en Ciudad Rodrigo. Sin llegar a lo que son les plains de Abraham en la ciudad de Quebec, el antiguo foso ha dejado lugar a una amplia llanura verde y lúdica.

Años después he mezclado los recuerdos y los días. Por fortuna las fotografías me recuerdan que de Lucca salimos por carretera hacia las termas de Montecatini llegando a nuestro siguiente destino: Pistoya.


Toscana en telefilme

15/11/2014

Estuve viendo un telefilme de 2005: «En un rincón de la Toscana» le pusieron en español; Shadows in the Sun, era el título original en inglés.

No me sorprende que se hiciera para la televisión y no se estrenara en las salas de cine ya que no aporta nada al séptimo arte. Eso sí, desde siempre me ha gustado el actor Harvey Keitel (desde los tiempos de Smoke) y una joven Claire Forlani es una alegría para los sentidos. Todo es muy tópico incluido el fugaz y previsible romance y lo peor que tiene es lo de presentar a Italia como si aún estuviera en los años cincuenta del pasado siglo con la vida rural y los Fiat cincuecento e incluso locomotoras de vapor. Lo que sí que me gusta mucho es ver paisajes de Toscana, que es una región muy privilegiada por su belleza y a la que me gustaría regresar algún día. Por el castillo y el pozo creo que el pueblo que aparece es Castiglione d’Orcia donde pasamos una noche en una casa de campo.


Lagartijas

17/07/2014
Lagartija

Lagartija italiana

Algo que puede resultar interesante que tengan en común Hibernia e Hispania son los casos de distribución disjunta de algunas especies. Interesantes en el sentido de que son puntos en común que no comparten necesariamente con el resto de Europa. Los primeros casos que descubrí fueron de babosas y caracoles que vi en mapas del Museo de Historia Natural de Merrion square.

Hoy me he dado cuenta que la lagartija normal y corriente que tenemos en el norte de la península Ibérica, la zootoca vivípara, es la misma que hay en Irlanda (el único reptil de la isla, ya habrán leído en alguna otra parte lo de Patricio y las culebras) pero curiosamente hay un corte en la distribución y no se encuentra por el centro de Francia.

También he visto que no se encuentra en Italia y me he preguntado qué tipo de lagartija sería una muy colorida que fotografié hace cinco años en Toscana. Me he puesto a mirar a ver qué reptiles había en Italia y durante un rato y a causa del color de las fotos que he encontrado he estado bastante convencido de que se trataba de la lagartija siciliana (podarcis waglerianus) pero al parecer es una especie endémica que sólo se encuentra en la isla. Me parece que lo del color es un problema para las especies que mudan la piel. Lo más probable es que se trate de la vulgar lagartija campestre (Podarcis siculus), que también tiene su origen en Sicilia pero que puede encontrarse por toda la península itálica y por muchos más sitios.

 


Torre Guinigi

10/03/2014

Torre Guinigi

Tras salir de Pisa de camino a Florencia el primer sitio en el que paramos fue Lucca. Al parecer su nombre proviene de luk, la palabra que significaba «marisma» en la lengua céltica de los ligures prerromanos. Es una ciudad pequeña y bonita cuyas principales vistas son sus murallas, un anfiteatro que no es tal sino más bien plaza y varias iglesias que, salvo la catedral de san Martín, vimos por el exterior.

Un lugar curioso al que sí nos pareció intersante subir fue la torre Guinigi (debe pronunciarse más o menos Güiniyi), que tiene un pequeño jardín con siete encinas en la azotea.

Leo que su altura es de 44,25 metros, que la construyó en el siglo XIV la familia Guinigi, que era la más poderosa de esta ciudad con pretensiones pero que tuvo que sucumbir ante el empuje de Pisa, Siena y Florencia. En aquel tiempo hubo más torres en Lucca pero la mayoría fueron destruidas durante el siglo XVI. Al parecer hay 225 escalones hasta arriba.

La vista de la ciudad y de los montes que la rodean es óptima.


Torre de Pisa: primera impresión

09/03/2014
Vista desde el hotel

Vista desde el hotel

La primera vista de la torre de Pisa no resultó nada memorable. Habíamos cogido un hotel junto al aeropuerto, adonde habíamos llegado bastante tarde la noche anterior. Por la mañana abrí las ventanas para ver Italia y ni siquiera me di cuenta de que estaba ahí. La jefa sí, y me lo dijo. Tras un momento de duda metí el zoom.

¡Zoom!

¡Zoom!

Y es verdad que allí estaba. Sin destacar demasiado entre los pabellones industriales y con el fondo de los Alpes Apuanos, de donde sacaban el mármol de Carrara. Después de un buen desayuno ya nos acercamos al llamado «campo de los milagros», desde donde pudimos ver el monumento y su inclinación desde perspectivas más habituales.

01.05.2009


Cuadro toscano

23/11/2011

Toscana en óleo

Tenía esta fotografía en el móvil desde por marzo. Se trata de un cuadro expuesto en una galería que se encuentra en una calle del Dublín georgiano. Pueden ver la típica puerta georgiana con abanico reflejado en la luna del comercio.

Me gustó mucho porque refleja en bello estilo una zona de Italia muy hermosa en la que disfrutamos unos días de la primavera de 2009, y como mis finanzas y mi posición en la vida no me permiten adquirir obras de arte, me conformo con disponer de la imágen a distancia de un clic, que durante varios meses ha estado en mi bolsillo sin que apenas yo la recordara.

Por supuesto desconozco el título del lienzo y el autor, y me sorprendería mucho llegar a descubrirlos algún día. Más me sorprendería que alguien me dijera que esto no es la Toscana.


Escalera a ninguna parte

31/08/2011

Cuando uno está frente a la catedral florentina de santa María de las Flores, esquivando a los japoneses y haciendose hueco para poder ver los dorados de la puerta del baptisterio, apenas tiene tiempo para el síndrome de Stendhal. Ve algún detalle en la fachada de marmol, busca una vista de la cúpula desde la calle más allá. Es demasiado como para que los sentidos puedan procesarlo todo. Es casi imposible darse cuenta de que en lo alto de la fachada hay una escalera que conduce a ninguna parte.

Fachada

Escalera


El hombre del cuchillo de Pistoya

30/07/2011

San Juan Extramuros (San Giovanni Fuorcivitas) 01.05.2009

Hoy me he comprado un bonito libro sobre el arte y la arquitectura de la Toscana. Por tres euros ha sido una ganga. Seiscientas páginas llenas de fotografías, planos y todo tipo de datos históricos. Espero que me sirva para recordar los diez días que pasamos por aquellas tierras en 2009.

Lo primero que se me ha ocurrido indagar en el libro tiene que ver con la ciudad de Pistoya (Pistoia), adonde llegamos provenientes de Pisa y Lucca en el primer día de nuestro recorrido, día que acabó en Florencia. Cerca de la plaza de la catedral (Piazza del Duomo) en una calle que se llama Via Cavour, se encuentra la iglesia de San Juan Extramuros (San Giovanni Fuorcivitas).

Según puedo leer, a pasar de su céntrica ubicación, la primera iglesia que se construyó en el lugar en el siglo VIII, sí que estaba por fuera de la muralla. Lo que puede verse en la actualidad está reconstruido en el siglo XII, en estilo románico pisano. Creo que la iglesia no estaba abierta cuando pasamos por allí. Estoy seguro de no haber entrado, a diferencia del duomo, donde sí lo hicimos. Las fotografías del interior que observo en mi nuevo manual no me resultan especialmente atractivas.

La fachada principal me agradó. Fue la primera de una serie de fachadas blanquinegras toscanas que pudimos ver. Este estilo no existe en Hispania. Hubo algo que me llamó la atención en el dintel. Unos leones que estaban devorando  un cordero y a un hombre. Debajo estaba la Última Cena y la figura central debía de ser San Juan, pero ¿qué representaban los leones? y, sobre todo ¿quién era ese tipo?

El libro dice que la inscripción que hay en el tímpano, del año 1162, indica que Gruamons Magister Bonu fec[it] hoc opus, o sea que el Maestro Gruamonte hizo esta obra, y añade un dato interesante, que es que el traidor Judas Iscariote aparece debajo de la mesa, con menor estatura que el resto de los comensales, no apareciendo a la altura de su santidad.

Pero no dice nada de mi amigo devorado por el león. Tampoco me ayuda la wikipedia italiana, que toma como referencia el libro de Ferrali,  «S. Giovanni Fuorcivitas: Il patrimonio artistico di Pistoia e del suo territorio: Catalogo storico descrittivo» (1970). También he encontrado una página en la que dicen que San Juan aparece «flanqueado» por dos leones, pero yo no diría que lo hacen los leones sea precisamente flanquear.  La antigua página oficial de turismo de Pistoia indica que se trata de un leone che atterra un orso y de un leone che atterra un uomo armato. Dos sorpresas: Nunca había pensado que el verbo aterrar tuviera un significado literal y mi cordero resulta ser un oso.

Ciertamente, mi imagen no es de mucha calidad, pero hay disponibles muchas ampliaciones en las que puede apreciarse al menos el cuchillo del hombre. La ciudad de Pistoya dio después nombre a un artilugio que le hubiera sido de mayor utilidad para resolver la acometida de la fiera. Para saber que el animal de la izquierda es un oso hace falta más imaginación o conocimientos sobre el arte del siglo XII. Así, de momento sigo con la curiosidad de saber quién era ese hombre y del simbolismo de los leones y el oso. Si de verdad no se sabe, puede ser el inicio de otra buena novela.

Leone che atterra un uomo armato