Pizarro

31/12/2023

Portada

El último libro del año fue «Pizarro y la conquista del Imperio Inca», de Álber Vázquez. Creo que el título es bastante explicativo de lo que en él se trata. Es una de las muchas subtramas del proceso histórico por el que nuestra civilización ibérica cambió el mundo. Debería hablarse mucho más de estas gestas brutales,  de la colisión de aquellos mundos y de las cosas bellas y trágicas que engendraron. Es una lástima que las elites que pastorean España no tengan una visión geopolítica para el futuro del país para que la comprensión de estos materiales sería clave, así que seguiremos siendo secundarios de Hollywood.

Respecto a la historia novelada en sí, me propongo algún día aventarla para separar realidad de licencia literaria. Como siempre hay que sacar algún fallo a las cosas, me desagradó el uso en el diálogo de alguna que otra expresión que no existía en el siglo XVI, aunque comprendo que la importancia de la misión divulgadora lo justifique.

Escribo desde Irlanda en las últimas horas de 2023 tras un largo día de viaje por muchos medios después de cuatro semanas seguidas en España, cosa que no se me daba desde hace dieciocho años. Se me presenta un 2024 de muchos cambios, en principio positivios, e igualmente les deseo muchas cosas buenas a quienes estas líneas leen.


Genocidios en diferido

12/10/2023

He pasado un feliz Día de la Fiesta Nacional de España a veces llamado por su antiguo nombre de día de la Hispanidad, que en realidad sería algo mucho más importante y digno de celebrar.

Ojalá el 12 de octubre lo siga siendo fiesta nacional siempre, ya que es el aniversario de la gesta histórica que está en el origen de la importancia de que hoy dispone nuestro país, gracias a la voluntad consciente de algunos españoles de entonces de aumentar su fortuna a la vez que extendían la religión verdadera por el mundo y al accidente de que junto a este sistema de valores se extendiera también nuestra lengua por todos los continentes. Esa lengua y esos valores son los que nos siguen dando un lugar en el mundo de hoy más importante que el que nos da nuestra mayor o menor fortuna.

Una de las ministras ultraizquierdistas ha sugerido esta mañana que debería plantearse dejar de conmemorar el día nacional en esta fecha. Yo creo que su mensaje incurre en varios errores de planteamiento y algunos de pura lógica formal. No hay genocidio contra los pueblos de América Latina si América no se latiniza primero, es decir, si no llega la latinidad hispana a las costas aquellas, que parte de lo que conmemoramos. Y si la latinización de América es genocidio sin paliativos no es que no habría América Latina hoy (por haber sido ya exterminada), sino que habría desaparecido sin haber llegado a latinizarse. Obviamente, la historia de la América Hispana, a pesar de toda la guerra y violencia que quepa en cinco siglos, no se caracteriza por el genocidio sino por el mestizaje.

Más fascinante me parece aún el uso del concepto de genocidio. El fin de semana pasado hemos visto un ataque inequívocamente genocida perpetrado prácticamente en directo  y la ministra y su tribu ideológica han corrido a ponerse del lado de los agresores. No son capaces de ver un genocidio ante sus ojos, pero en la llegada a las Antillas de tres carabelas ven todo eso. Y en cinco siglos de historia compartida no ven nada más que eso.


Los libros del conquistador

21/09/2023

Los libros el Conquistador

El otro día estábamos viendo la miniserie de el Quijote que RTVE hizo a principios de los años noventa y le contaba yo a la heredera sobre los libros de caballerías, ya que don Quijote tiene continuamente en los labios al Amadís de Gaula, a Palmerín de Ingalaterra o el caballero del Febo. Se me ha ocurrido buscar bibliografía sobre las novelas caballerescas del siglo XVI y me he encontrado con Los libros del conquistador de Irving Leonard (1953) el título original de la edición estadounidense de 1949 era Books of the Brave.

Es un interesante volumen que trata el tráfico de libros hacia las Indias en el primer siglo de la Conquista. A través de una serie de documentos de inventario, legado o compraventa sea en la ciudad de México o en la de Lima, puede reconstruirse parcialmente qué libros llegaban, qué precio tenían y de ahí intuir qué importancia tendrían en el imaginario de los llegados para poblar los nuevos reinos de América, ya que esta literatura no sólo le arruinó los sesos a Alonso Quijano sino que influyó en el modo de ver el mundo, las expectativas y el proceder de ciertas generaciones de hombres de acción que salieron de España hacia el Nuevo Mundo.

Muy interesante el desarrollo de la cuestión logística, la carrera de Indias que los libros tenían que hacer para atravesar el océano y la no menos trivial labor de atravesar el itsmo de Panamá o el camino hasta el Perú. Es fascinante que el Quijote estuviera disponible en Cuzco en 1606 en el año siguiente a su publicación en la Península. La pizca de conocimiento que he adquirido es que en Las sergas de Esplandián, la novela de donde salió el nombre California, la palabra «sergas» (que significa «hazañas») debería haber sido en realidad «ergas», que me supongo que tendrá que ver con los trabajos que el hijo de Amadís hubo de pasar.

De las notas de un capítulo tomo esta lista cronológica de novelas de caballería que proviene de Henry Thomas, Spanish and Portuguese romances of chivalry; the revival of the romance of chivalry in the Spanish Peninsula, and its extension and influence abroad (1920) :

1508 Amadís de Gaula
1510 Sergas de Esplandián
1510 Florisando
1511 Palmerín de Oliva
1512 Primaleón de Grecia
1514 Lisuarte de Grecia
1516 Floriseo
1517 Arederique
1518 Clarián de Landanís
1519 Claribalte
1520 Leoneo de Ungría
1521 Lepolemo
1522 Clarimundo
1522 Clarián de Landanís II
1524 Clarián de Landanís III
1524 Reymundo de Brecia
1526 Lisuarte de Grecia II
1526 Polido
1528 Lidaman de Ganayle
1530 Amadís de Grecia
1530 Florindo
1531 Félix Magno
1532 Floramble de Lucea
1532 Florisel de Niquea
1533 Platir
1534 Lidamor de Escocia
1534 Lucidante de Tracia
1535 Rogerl de Grecia
15340 Valerian de Ungría
1542 Philesbian de Candaria
1544 (?) Palmerín de Inglaterra
1545 Cirongilio de Tracia
1545 Crisalián de Espana
1545 Florando de Inglaterra
1546 Silves de la Selva
1547 Belianís de Grecia II
1550 Floramante de Colonia
1551 Rogel de Greia II
1556 Felixmarte de Hircania
1562 Espejo de Príncipes
1463 Leandro el Bel
1564 Olivante de Laura
1576 Febo el Troyano
1579 Belianís de Grecia III
1581 Espejo de Príncipes II
1587 Duardo Segundo
1589 Espejo de Príncipes III
1602 Clarisol de Bretanha
1602 Policisne de Beocia


Extremadura y América

30/10/2021
Portada del libro

Portada del libro

Ya acabé de leer este ”Emigrants and Society: Extremadura and Spanish America in the Sixteenth Century” que mencioné hace unas semanas y aparte de las cositas que sueltas que siempre aprende uno y que ya hemos comentado quisiera dar una visión un poco más general. Hay en casa de mis padres un libro viejo «Indianos cacereños» que aparece en la bibliografía y es lo único que había leído antes respecto del particular. Cuando pasaba sus hojas, hace muchos años, pude darme cuenta de que las gentes de la parte de Extremadura de la que proviene nuestra familia no hicieron gran cosa en las Indias.

Mapa del norte de Extremadura que aparece en el libro

Mapa del norte de Extremadura que aparece en el libro

Ni los de nuestra sierra ni los de las otras comarcas del norte de lo que hoy es la provincia de Cáceres, y que en aquellos tiempos a veces miraban hacia el norte y otras hacia un sur que a lo sumo era Plasencia o Coria. La mayor parte de los que fueron a América era originaria de la tierra llana que hay entre los dos grandes ríos de la región (el Tajo y el Guadiana). Dos focos principales: Cáceres y Trujillo. A diferencia de ahora, en el  siglo XVI Trujillo era más importante que Cáceres.

Supongo que desde esa lejanía de los ciento veinte kilómetros a la capital provincial y los más de trescientos al confín de la región con Andalucía es difícil entender Extremadura como una unidad cultural de algún tipo y las dudas del extremeño oficial, mi señor padre, al respecto. Comarcas naturales y distancias que se podían hacer en un día con caballerías. La ciudad más importante para nuestra zona en aquel tiempo era Ciudad Rodrigo, hoy en la región de Castilla y León. Economías de subsistencia y trueque basadas en los diferentes productos que dan la meseta y la sierra. Un dialecto compartido a ambos lados de la divisoria de aguas. Un sustrato de ocho siglos de antigüedad de leoneses (y asturianos, gallegos, portugaleses) trasplantados a la tierra de nadie y una cuña castellana que los separa de su fuente que ya no mana.

Como de todo lo demás, se puede decir de Extremadura que no existe.

07.03.2013

(No lo publiqué en su día porque el contenido del libro no cuadraba con lo que me sugirió y quería contar)


El turco

07/11/2020

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The Turk: The Life and Times of the Famous Eighteenth-century Chess-playing Machine (2002).

Trata de un autómata que en el fondo (del armario) no era tal. Es una de esas historias que cualquier aficionado al ajedrez conoce de oídas a través de los numerosos anecdotarios que se han publicado en relación al noble juego. Yo además de haber leído sobre el ingenio de Von Kempelen resulta que tuve un metrónomo Maelzel, lo cual conecta la historia con mis dos aficiones principales. El relato es interesante como concepto pero sus detalles me resultaron superfluos y seguramente tengan más interés para el aficionado a la mecánica que para el ajedrecista (o el músico).

Para quien juega al ajedrez, al final El Turco no es más que una trampa: el escondrijo donde un humano se oculta y acciona los mecanismos que mueven los brazos de la marioneta. Ilustraré el relativo desinterés con mi caso personal: Alguna vez había leído que Pillsbury (1872-1906) fue uno de los jugadores que manejaron al pseudorobot. Según iba leyendo el libro y el nombre no acababa de aparecer me di cuenta de que su época es más tardía. La solución a mis dudas es que lo que el maestro estadounidense manejó se llamaba Ajeeb, que es el nombre de otro muñeco posterior, también de aspecto oriental.

Siempre cito a Cervantes en aquello de que no hay libro que no tenga algo bueno y aquí he descubierto que en inglés se suele usar el nombre de Philidor  para hablar del famoso jaque mate que en español se conoce como «mate de la coz», si bien en unas pocas ocasiones lo he oído llamar «mate de Greco», lo cual sería más justo que lo que hacen los anglosajones, ya que en 1620 el calabrés fue el primero en documentarlo. Me he enterado también de la existencia de un texto de Benjamin Franklin, The Morals of Chess, que no sé por qué no se cita más a menudo. Por cierto, que a finales del XVIII los estadounidenses no llamaban aún América a su país:

Playing at Chess, is the most ancient and the most universal game known among men; for its original is beyond the memory of history, and it has, for numberless ages, been the amusement of all the civilized nations of Asia, the Persians, the Indians, and the Chinese. Europe has had it above 1000 years; the Spaniards have spread it over their part of America, and it begins lately to make its appearance in these northern states.

Por último una reflexión respecto a cómo para el entendido en cualquier cosa es imposible disfrutar de contenidos destinados al público en general. A mí en general las películas de ajedrez me parecen malas. Supongo que este libro no estará exento de otros errores pero para mí los más destacables aparecen en forma de diagrama:

En la página 152 hay un diagrama donde se indica que el negro debería ganar en 7 jugadas. Lo he mirado un rato y me parecía imposible. Se lo he puesto al ordenador y es que es imposible. Obviamente no he sido el único.

 

En la página 152 hay dos diagramas de los que se nos dice que el bando que juegue ganará. En el primero, en el que la posición no es simétrica, es fácil darse cuenta de que el blanco no puede ganar y algo más difícil encontrar la maniobra del negro. El otro me gusta y me parece muy instructivo. Es raro que el jugador de dentro de la máquina pudiera perder si lo conocía, aunque es suficiente con que el rey se caiga en la casilla de al lado.

Estos errores fácilmente evitables me provocan cautela no sólo ante este libro sino ante casi todo producto de la mente humana, lo cual es una actitud intelectualmente sana.


Los cuatro viajes de Colón

12/11/2016
Mi ejemplar tiene la misma portada, en inglés.

Mi ejemplar lleva la misma portada en otro idioma.

El 12 de octubre podría convertirse en la fiesta nacional de decir tonterías, pero una cosa buena es que este año los eslóganes panfletarios del sector izquierdista de mi feisbuc me lanzaron a la estantería a buscar Columbus: The Four Voyages 1492-1504 de Laurence Bergreen, que llevaba esperándome meses o años, qué sé yo.

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Cartel político en lengua indoeuropea

Quiero dejar constancia del eslogan más tonto de los que vi, que es el que dice «América no fue descubierta, fue invadida y saqueada». Bueno,  todas las semanas descubro yo cosas que otros ya conocían y no dejan por ello de ser mis descubrimientos y me parece polisemia aceptable. Las carabelas castellanas llegaron por allá y realmente no tenían ni idea de lo que había, buscaban otra cosa y durante algún tiempo (años) creyeron era esa otra cosa la que habían encontrado. Ahora bien, si aquello en realidad no era India ni China, los taínos y los caribes tampoco lo comprendían mucho mejor ni sabían de todo lo que había entre Groenlandia y la Tierra de Fuego. Colón y los que llegaron después no sólo descubrieron América, eso sería decir poco: la crearon. Esa será la razón por la no solemos ver eslóganes indigenistas en arahuaco en las redes sociales y por la que hace bastantes semanas que no le arrancan a nadie el corazón en un ritual en alguna pirámide de la selva.

Invadida sí, aunque me sorprenda que la crítica venga de los descendientes de los invasores. Podían disolver la República Argentina y volverse para Sicilia. Ni la izquierda peronista suele hablar de la Conquista del Desierto ni tampoco es que el primer contacto en el siglo XV y la primera violencia, en aquella escala, supisieran una novedad en aquel hemisferio. Los primeros que llegaron por Béring (o en canoa desde Polinesia) se encontrarían aquello vacío de gente y desde entonces para acá tuvieron varios miles de años para todas las disputas territoriales que uno quiera suponer. Saqueada por los europeos hasta cierto punto puede ser, aunque aquí no puedo evitar pensar en cuán infantiles son algunas teorías izquierdistas sobre el fundamento y origen de la riqueza. Si en la América precolombina los metales que en Europa eran preciosos no tenían valor económico y sólo ceremonial, el saqueo es como si se me llevan diez kilos de polvo que yo tengo por casa y con los que no hago nada y alguien se hace luego rico con ello vendiéndolo en Marte.

También pude ver un vídeo bastante surrealista en el que le preguntaban a indios y semiindios de los EEUU por Cristóbal Colón, que ni tocó las tierras de lo que hoy es aquel país. Lo insultaban en inglés por haber arruinado todo aquello. Me imagino dado el clima político imperante en aquel país es más fácil meterse con el genovés del XV que con los Padres Fundadores del XVII. Más fácil que con George Washington y el resto de presidentes de EEUU que se empeñaron en acabar con el problema indio o que con Custer y todos los que de verdad mataron a los indios de por allí hasta acabando el siglo XIX. Me ha recordado un poco a aquella que durante mucho tiempo fue película canónica sobre la esclavitud, Amistad de Steven Spielberg, con traficantes ibéricos más que anglosajones. (Creo que en los últimos años Hollywood ya se ha atrevido a enfrentarse al pasado del grupo étnico dominante en EEUU con otros filmes).

Los cuatro viajes colombinos

Los cuatro viajes colombinos

En cuanto a mis descubrimientos. Pues casi es una vergüenza lo poco que sabía de los viajes colombinos. La historia del primero creo que se conoce relativamente mejor pero, por ejemplo, que se hable siempre de las tres carabelas y que no esté claro si la Santa María era una nao, una carraca o una carabela me resulta un detalle curioso. Otrosí, que La Niña se llamaba en realidad Santa Clara, pero que tenía ese mote por pertenecer a la familia Niño. La historia de los treinta y nueve hombres que se quedaron en la Española mientras Colón regresaba con La Pinta y La Niña a Lisboa con poco agradable parada en las Azores también es muy interesante. Que los primeros poblados españoles en el Nuevo Mundo fueron esel fuerte de La Navidad en el que quedaron los treinta y nueve (y es extraño y quizá triste que hasta hoy haya sabido mucho más de la colonia perdida de Roanoke que de ésta) y luego La Isabela, también en la isla de La Española diría que son datos poco conocidos. Ni siquiera el naufragio de la Santa María es demasiado conocido en la España de hoy. Y esto tan sólo el primer viaje, que es el que más se conoce. Qué porcentaje de los españoles o de los iberoamericanos sabe que Colón regresó encadenado del tercer viaje ni me atrevo a preguntármelo.

Ahora preferiré meterme en harina política. Si esto fue en realidad una desgracia y un genocidio. Cuando uno lee a Bartolomé de Las Casas y la relación de hechos que se suceden, el nivel de violencia es brutal y poniendo en los siglos XV-XVI las ideas de los siglos XX-XXI, hay varios elementos de genocidio. Para mí falta uno muy esencial que es el propósito. La cuadrilla que fue para allá no tenía ninguna intención de eliminar a una gente que ya estaba y que de hecho le resultaba muy útil. De dominarla y aprovecharla para sus fines sí, pero el exterminio es sobre todo accidental. A mí hablar de genocidio, micromachismos o crímenes medioambientales en el siglo XVI me parece embarullar la discusión, pero supongo que se puede hacer un ejercicio de imaginación. Hay mucha muerte, mucha enfermedad y mucha explotación, pero la palabra genocidio está fuera de lugar. Es también todo aquello el origen de muchas cosas buenas.

Siguiendo con la accidentalidad, una cosa que no entiendo demasiado es que se critica a los conquistadores (y a veces por extensión a los europeos) por llevar enfermedades al Nuevo Mundo, males que ni ellos mismos comprendían como funcionaban. Esta parte de la Historia me parece inevitable, y si no hubiera sido Castilla en el XV habrían sido Portugal, Inglaterra o los Países Bajos en el XVI. Nunca he leído ninguna crítica geopolítica a la llegada de la Peste Negra a Europa desde Asia en el siglo XIV. Los más razonables de entre nosotros tampoco criticamos a homosexuales y heroinómanos por extender el VIH en mayor medida que los enfermos que no lo eran. Era inevitable que se llegase a un punto en el que poblaciones enteras perecieran por la lotería de los genes. Esto volverá a pasar y no tiene nada que ver con las comunidades políticas tal y com las entendemos.

¿Descubrió o conquistó España América? A mi modo de ver, no. La exploración original se desarrolló a modo de empresa privada con participación de la Corona y a la gran mayoría de la población de la pluralidad de reinos que acababa de convertirse en uno mayor llamado España no le afectó en nada. En realidad, de los varios reinos, fue el de Castilla el protagonista. La identidad nacional es un fenómeno que ha de tardar tres siglos en llegar. Los protagonistas suelen referirse a sí mismos como «cristianos», España no estaba madura aún. Sabemos también que la mayor parte de los que fueron no volvió, por lo que estos conquistadores fueran héroes o criminales no son ancestros de la población ibérica de hoy, sino de la de las veintitantas naciones a las que se suele llamar hermanas. Aquí vuelve a cobrar sentido eso de que no sólo descubrieron América sino que la crearon.

Las escenas que los cronistas relatan parecen brutales, pero no lo son tanto en comparación con la violencia habitual en el propio país de origen de los conquistadores, donde se quemaba a la gente en la hoguera por sospechas o confesiones extraídas mediante tortura. Las barbaridades perpetradas en el Nuevo Mundo son muy graves comparadas con la violencia que se da en tiempos modernos, que es menos y menos cruel, pero no demasiado diferente a la que se podría ver en las guerras o la vida cotidiana de la Europa del siglo XV. Además, los europeos que llegaron allá se encontraron con prácticas como el canibalismo en el Caribe y el sacrificio ritual en México de las que seguimos pensando que son peores aún que la violencia gratuita o por lucro y que consideraban que legitimaba su propia violencia «civilizadora». En cualquier caso, la importancia desaforada que tanto los oriundos como los recién llegados daban a las cosas sobrenaturales limita cualquier tipo de comprensión que sobre ellos y su visión del mundo podamos alcanzar.

Recordaré el libro de Bergreen como el texto en el que me enteré de que las islas antillanas de Antigua, Guadalupe y Monserrat llevan los nombres de vírgenes españolas, entre muchos otros datos interesantes. Es quizá acertado leer este tipo de historia de la pluma de alguien que no proviene del mundo hispánico, para ahorrarse los efectos nocivos del cualquier chovinismo aún si fuera involuntario, pero de todos modos me gustaría conocer la bibliografía que haya en español sobre el particular.


Tratado de Tordesillas y extensión del Brasil

21/09/2014
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Atentos también a Chile y Bolivia

Creo que una de las tiras cómicas que más me gustan de Internet es una especie de obra colectiva. Me hacen muchísima gracia esas bolas con las banderas de países haciendo chistes históricos, geopolíticos y sobre el carácter nacional. Hay tantos ejemplos que no sería ni capaz de hacer una selección.

Hoy me he encontrado con uno que bromea algo que a mí me tuvo en la curiosidad durante muchos años. ¿Cuál es la razón de que la colonias portuguesas de América se extendieran mucho más allá de la línea trazada por el Tratado de Tordesillas?

En la viñeta aparecen el Papado, Portugal y España (con los colores de la bandera de la cruz de Borgoña, que era la de la época) repartiéndose el mundo en Tordesillas (1494). España no se preocupa demasiado por el hecho de que Portugal obtenga territorio en América del Sur ya que, al fin y al cabo, es sólo un rincón. En la última viñeta se ve cómo siglos después, el territorio originariamente portugués, Brasil, se ha extendido mucho más allá de la línea imaginaria pactada, ocupando la mayor parte del continente.

La respuesta a por qué el Brasil se extendió hacia el oeste la encontré en la guía Lonely Planet en 2001. Brasil traficaba con esclavos mucho más abiertamente que España y llevó millones de africanos a sus territorios americanos. Algunos se escapaban y huían y formaban quilombos (que en Argentina es una palabra que significa desorden, pero que en Brasil era un poblado formado por esclavos escapados). Los portugueses también intentaron utilizar indios, que como a los españoles les resultaron peores para el trabajo. Los traficantes de esclavos, llamados negreiros y bandeirantes, hacían incursiones en la selva para capturar mano de obra. Para facilitar estas expediciones fueron estableciendo poco a poco núcleos de población de carácter más permanente en el interior del continente, que es casi todo jungla impenetrable. A la vez que estos puestos convertidos en poblaciones se fue desarrollando una red de comunicaciones que extendió el país hasta los Andes. En un territorio tan inhóspito y más aún en en tiempos como aquellos no operan los tratados internacionales, que poco a poco se vieron superados por la realidad.

 


Las fuentes del Amazonas

26/02/2014
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Fuentes del Amazonas

Creo que no se escucha tanto la expresión «las fuentes del Amazonas» como «las fuentes del Nilo». Hace unos días leí un artículo en National Geographic, con buen mapa y todo. Ese mapa hay que verlo, pero también sirve el que pongo aquí. En el artículo se dice que quizá en lugar de considerar el Apurimac como fuente principal habría que hacer lo propio con el Mantaro. Luego tenemos otro candidato en el Marañón. Hay que ver el mapa de Suramérica y cómo de lejos están estos sitios de lo que consideramos territorio amazónico propiamente dicho. Francisco de Orellana no empezó desde ninguno de estos ríos.

 


Interesting world map

15/04/2012

In order to spend a weekend and visit some friends I travelled with some other friends to Milan five years ago. I believed the trip pictures were in the hard drive of that old laptop from which I still need to rescue stuff, but luckily I had save them in one of the DVDs that I seldome made in my rare attacks of lucidity. I’ve spent a nice time watching them and I may publish some at any moment. The first thing I’ll drop is an advertising billboard (or may be not, as I never quite knew what it was advertising) that we came across at Linate airport. It was a very beautiful world map and I couldn’t resist the temptation to take it with me, in my camera.

Western hemisphere

Eastern hemisphere

It was quite large due to the hurry to get out of the airport, the lugagge , the passport control and stuff I didn’t manage to take a whole picture of it. I first thought I would just drop these two with maximum definition, but it is maybe more interesting to go into details:

Europe

In Europe we have a nice collection of clichés. Sure I don’t know all of them but, for instance, I can see a bull saying hola! in Spain (and Portugal?). Also a guitar and some wine; a shoe probably for the zapateado and a cathedral that looks like Barcelona’s Holy Family, but placed rather in Santiago. Italy, ciao bella, is inescapably a boot. We also have the English bobby and the Irish shamrock, a Balkanic ballerina, a cook which is maybe from Croatia and a Turkish or Greek waiter. Most of my dear Estern Europe is woodlands in Germany there are sausages, beer and a horse! Scandinavia is a place of wood, skates, deer, sleighs, viking helmets and liquors and in the Russian motherland we can see the Kremlin, matrioshkas, icons and space shuttles from Baikonur. And the decorated eggs called pisanky. Last but not least, the Caucasus is a place of tractors and mountains.

Asia

I don’t know so much about Asia and I expect to be missing even more, but I can see that Russia says до свидания to say farewell to Europe and then a quite empty Siberia is filled with pictures from which the Russians extract petrol barrels and gas. Then the Chinese Great Wall, an important defence element whose main mission is to have hundreds of restaurants named after itself. China is reduced to a water buffalo and the spiky Himalayan mountains; a rice bowl and a the multi-colour terracotta army. The Indian subcontinent is represented with images of  The Book of the Jungle: elephants and snakes, frankincense and a holy man.  In Indochina, a big-bellied Buddha and a Balinese dancer, mountains that could be Krabi islands. Korea is a dragon and Japan is a geisha ¿is it possible that a football player, a memento of that World Cup, sits between them?

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Africa

Africa is the craddle of mankind. If we start in the Maghreb we find some mountaints that must be the Atlas, palm trees, camels, heaps of sand and the pyramids of Egypt. A little farther away in Palestine is where God lives and that’s why his eye is showing up. In the Gulf of Guinea, masks and djembes and also a football, probably because the best teems in the continent (Ghana, Ivory Coast) belong to the area.  Southwards the wildlife including giraffes, zebras, elephants, lions… and the Madagascan lemur.

America

America is the most mixed continent. Canada shows up a a huge nature reserve. The United States are the largest arrival country and the iconic one par excellence. The skyscrapers in its Big Apple, its Route 66, baseball, Californian paradise. Mexico looks just like holidays and sombreros and farther South we’ve got pre-Columbian pyramids, many palm-trees, some Amazonian Indian, the Corcovado Christ, o futebol, and the imposing Andes.

Australia

In Oceanía everything is commonplace: kangaroos, boomerangs, crocodiles, koalas, dreamlines, rugby and the typical hat. I can see a bit of green Kiwi sheep. I never understood whether the continent is Australia or Oceania. I will have to study better both continents and what they contain.

If anybody detects an object that I may have omitted (I simply couldn’t write about them all) with an interesting name or story, I thank you in advance for the comment.


Perú a través de la crisis de gobierno de agosto de 2005

04/06/2011

Este fin de semana se celebra la segunda vuelta de las elecciones peruanas, entre Ollanta Humala y Keiko Fujimori. Casualmente, me he encontrado con un trabajo que hice en la Universidad para la asignatura de Sistemas Políticos de América Latina hace algo más de un lustro. Fue a propósito de la crisis de gobierno de 2005 y con vistas a las elecciones de 2006 que acabaron suponiendo el regreso de Alan García (en verano de 2005 yo creía que lo más probable era la victoria de Lourdes Flores). En fin, lo publico por si algún día acaba teniendo valor arqueológico. La crisis de 2005 sólo me sirvió como pretexto para considerar las características del sistema político peruano. Algunas de las que se describen siguen determinando el panorama político del país andino, más para mal que para bien. (4 de junio de 2011)

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El  Perú ha vivido una crisis de gobierno entre el 12 y el 18 de agosto de 2005. En esta ocasión, las circunstancias han sido de carácter puramente político. El Presidente, Alejandro Toledo nombró canciller (Ministro de Asuntos Exteriores) a Fernando Olivera, dirigente del Frente Independiente Moralizador (FIM) y hasta ese momento Embajador en España. Su nombramiento ocasionó la renuncia, el mismo día 12, del primer ministro Carlos Ferrero, y con posterioridad del gobierno en pleno, tal como obligan las leyes. Finalmente, tuvo que reconsiderar su decisión y, tras unos días de incertidumbre, nombrar un nuevo gobierno cuyo primer ministro será Pedro Pablo Kuczynski. Este artículo explica los factores que se esconden tras esta serie de movimientos, que provienen de antiguas enemistades personales y cambian el sistema de alianzas políticas que apoyan el poder, con el trasfondo de las próximas elecciones de abril de 2006.

  1. El contexto: El Perú imposible de Alejandro Toledo (2000-2005) y el Perú imposible anterior (1980-2000).

Alejandro Toledo alcanzó la presidencia del Perú tras la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, celebrada el 3 de junio de 2001. El año anterior se había descubierto la trama de corrupción de Fujimori  y Montesinos, lo que supuso la anulación el proceso electoral en curso. Toledo llegaba a la Presidencia tras derrotar a Alan García, del Partido Aprista Peruano (que presidió el país de modo lamentable, según la mayor parte de los comentaristas, entre 1985 y 1990), aunque sin un partido político sólido, apoyándose en la plataforma “Perú Posible”.

Antes de este proceso electoral, Toledo se había presentado en dos ocasiones a la Presidencia. En la primera, en 1995, su candidatura obtuvo el 3’2 por ciento de los votos presidenciales y su lista el 4’1 por ciento. La segunda ocasión fueron las elecciones de 2000, en las que se enfrentó a Alberto Fujimori, en esta ocasión obtuvo un 45% de los votos en la primera vuelta y renunció en la segunda, lo que provoco la victoria y reelección de Fujimori. Las elecciones fueron un escándalo debido a las irregularidades acreditadas por los observadores internacionales, aunque finalmente se proclamaron los resultados y Fujimori pudo gobernar durante tres meses, hasta que envió su carta de renuncia desde el Japón (una vez  descubierta la trama y los vídeos de Montesinos) y el Congreso lo suspendió por autoridad moral. En ese momento se abrió un interregno en el que la Presidencia de la República fue ejercida de modo interino por Valentín Paniagua Corazao, presidente del Congreso, hasta la celebración de las elecciones de abril en las que Toledo resultó victorioso.

De algún modo, su victoria no fue una gran victoria, ya que él se había proclamado “líder” de la movilización popular que condujo a la renuncia de Fujimori, y se observa que no capitalizó electoralmente ese impulso cívico, ya que no obtuvo una gran ventaja en relación al año anterior y ni consiguió el control de la asamblea, donde su plataforma “Perú Posible” tiene 45 escaños de los 120 de los que se compone el Congreso[1].

Al año de resultar elegido, la popularidad de Toledo, que comenzó alrededor del 58% se encontraba en un nivel bajísimo (alrededor del 10%). Sin embargo, ha conseguido sortear los obstáculos y hasta la crisis de agosto, se pensaba que iba alcanzar el fin de su mandato en 2006 sin más sobresaltos.

En cualquier caso, el Perú de Alejandro Toledo no se entiende sin remontarse a las dos o tres etapas anteriores: La dictadura militar (1968-1980), el regreso de la democracia (1980-1990) y la década de Fujimori (1990-2000).

Tras los doce años de dictadura militar (1968-1980), dirigida por Velasco Alvarado (hasta 1975) y Morales Bermúdez (1975-1980), volvió a gobernar en el Perú el que fuera depuesto por los militares, Beláunde Terry, del Partido Acción Popular.

La primera etapa de la democracia (1980-1990) se caracteriza por un sistema de partidos sólido, en el que el espectro político está compuesto por: Izquierda Unida (IU), el Partido Aprista Peruano[2] (PAP), el Partido Popular Cristiano (PPC) y la Acción Popular (AP). Este sistema de partidos permanece estable desde la transición hacia la democracia, alrededor de 1978 hasta 1989-90 en el que finalmente queda roto tras la aparición del outsider Fujimori.

Aunque se trataba de cuatro partidos, lo que existía era básicamente tres modos distintos de entender Perú. Tres ideologías. Acción Popular y el Partido Popular Cristiano eran las fuerzas conservadoras a la derecha, defensoras del establishment y herederas de las oligarquías criollas que habían gobernado la República durante más de siglo y medio. El Partido Aprista Peruano, era heredero de la ideología del pensador de principios del siglo XX, Víctor Raúl Haya de la Torre, un nacionalismo redistribuidor de centro-izquierda, de carácter reformista y vocación panamericana. Izquierda Unida ocupaba el espacio político próximo al comunismo y representaba la herencia política de otro pensador, José Carlos Mariátegui, que tuvo gran influencia en los movimientos de izquierda latinoamericanos del siglo XX y que recientemente ha sido revindicado por Chávez.

Esta primera década de la democracia, la década de los ochenta, se divide a su vez en dos quinquenios: El primero entre 1980 y 1985 fue el de la restauración democrática en el que le correspondió el gobierno a Beláunde Terry. Éste, que ya había gobernado antes de la dictadura, se encontró con un país muy diferente al que había dejado atrás. La explosión demográfica, el éxodo rural, el cambio en la estructura económica, procesos propiciados por los gobiernos desarrollistas de la dictadura lo enfrentaron a una realidad diferente. Su gestión no fue exitosa, y fue víctima del estallido de la crisis de la deuda en 1982 y de la aparición con fuerza del fenómeno terrorista, con la guerrilla maoísta Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA).

El siguiente quinquenio, entre 1985 y 1990, es el de la llegada al poder del APRA, sesenta años después de su fundación. Un líder joven y carismático,  Alan García, de 35 años, llega al poder con mayoría absoluta. Durante su presidencia el fenómeno del terrorismo no remite. Intenta aplicar el programa histórico del APRA: máxima intervención del Estado en economía, gasto público para el desarrollo y con una mentalidad clásica de populista. García se niega a pagar los intereses de la deuda a la banca internacional. Expulsa del país a los miembros del Fondo Monetario Internacional, a consecuencia de lo que deja de recibir crédito, lo que a su vez conduce a la hiperinflación. Su solución para los problemas económicos es nacionalizar la banca en 1987. En un estado de crisis absoluta se producen manifestaciones de repulsa y finalmente da marcha atrás en su propósito estatalizador. Liderando estas manifestaciones aparece la figura del escritor Mario Vargas Llosa, que será protagonista de la siguiente convocatoria electoral. Alan García deja el país en bancarrota, asediado por escándalos de corrupción en su entorno, descrédito personal y descontrol en el orden público.

En 1990, Vargas Llosa aprovecha el tirón popular que le ha otorgado su presencia en las movilizaciones para postularse como candidato a la Presidencia de la República. En ese momento nadie conoce aún al que será el protagonista de la vida política peruana durante los diez años siguientes: Alberto Fujimori. Era rector de una Universidad y presentaba un pequeño programa de televisión. Su intención original era presentarse para senador, pero a la vista de las encuestas favorables decide intentar la carrera presidencial. En gran medida fue favorecido por el sistema electoral (mayoritario a doble vuelta, ballotage) y la fragmentación, la izquierda estaba dividida en media docena de partidos, el que APRA había conducido al país a una situación lamentable y una derecha que presenta a Vargas Llosa, representante de las clases altas, blancas y de origen europeo, que propone duros ajustes neoliberales. Antes de las elecciones, Fujimori había mejorado su intención de voto del 6 al 15%. En la primera vuelta resultó victorioso Vargas Llosa, pero en la segunda todos van contra él, de modo que tanto sus propios votantes, como el APRA y la izquierda votan a Fujimori.

Fujimori no tenía ni experiencia ni partido político, Cambio 90 no fue un partido político, sino una plataforma creada ad hoc (por eso lleva en su nombre el año 90, 1990) para la elección presidencial. Durante los dos primeros años implementó unos ajustes neoliberales muy duros, aunque sin renunciar al populismo, los baños de masas, la aparición en los medios y la crítica a los partidos políticos. Finalmente, el 5 de abril de 1992 da un golpe de estado (el “autogolpe”) en colaboración con las Fuerzas Armadas, golpe mediante el que disuelve el Congreso y el Tribunal Supremo. Este momento coincide con la detención de la cúpula de Sendero Luminoso, logro que se adjudica como propio y que refuerza su imagen ante la opinión pública.

La comunidad internacional no acepta el golpe, pero Fujimori se compromete a celebrar elecciones para elaborar una nueva constitución. A estas elecciones no se presenta el APRA, y además son muy irregulares[3] . En 1993 se proclama una Constitución política del Perú que introduce la reelección presidencial y el unicameralismo. En 1995 se convocan elecciones presidenciales, que dan el triunfo a Fujimori frente a una amalgama encabezada por Javier Pérez de Cuellar, ex secretario general de la ONU, pero que cuenta con más prestigio en el concierto internacional que en el interior del país. El leit-motiv de estas elecciones fue «partidarios de Fujimori» contra «detractores de Fujimori», lo que de alguna manera da una medida de hasta qué punto estaba malherido el sistema tradicional de partidos. Fujimori se asegura el poder por otros cinco años. Los peruanos prefirieron dar su apoyo al hombre que había vencido a la inflación y el terrorismo y que había creado empleo.

Estos diez años de Fujimori se caracterizan por una actuación muy autoritaria apoyada por un sector muy difuso de la sociedad y las Fuerzas Armadas. La conexión con las Fuerzas Armadas se efectúa en gran medida a través del Servicio de Inteligencia Nacional y su director Vladimiro Montesinos (que llega a gravar más de 20.000 casos de corrupción en los que participa en video). Fujimori tiene gran capacidad de sintonizar con sectores populares, Fujimori interpreta la Constitución de forma peculiar par presentarse a las elecciones de 2000 alegando que la primera elección es anterior a la Constitución. Con la Ley de la interpretación auténtica de la Constitución el Congreso se lo permite (el Tribunal Constitucional no, pero consigue neutralizarlo).

En estas elecciones aparece la figura de Toledo, ninguno obtiene mayoría absoluta y en la segunda vuelta Toledo no se presenta alegando fraude y cuando empiezan a aparecer los videos de corrupción, se producen movilizaciones Fujimori abandona el país y el Congreso le destituye. Se abre un proceso de transición con un gobierno que en el 2001 convoca elecciones a las que se presentan Toledo y Alan García, que recupera el APRA. Las elecciones las gana Toledo pero sin partido político (Perú Posible), el principal partido vuelve a ser el APRA. Es un gobierno débil, impopular en un país con el sistema de partidos totalmente destruido, salvo el APRA y donde Alan García se presenta como claro candidato después del fracaso que supuso su anterior mandato, aunque Lourdes Flores se lo va a poner difícil.

La previsión que puede hacerse tras lo visto los últimos años es que, tras la paulatina muerte de los partidos políticos,  en Perú no existen y los líderes se eligen de una forma mesiánica. Esta situación no es solo imputable a Fujimori, sino que hay que destacar que las leyes tienen un marcado carácter antipartido. Si el sistema de partidos no acaba sedimentándose de algún modo generando un marco estable, puede que sean necesarias reformas para evitar que siga sucediendo lo que sucede.

En el momento actual, la situación económica del país es razonablemente buena y el país lleva más de veinte meses consecutivos de crecimiento económico; en cambio, la vida política sigue desestructurada. En gran parte debido a los elementos antipartidistas del sistema, consagrados en la Constitución política del Perú, impulsada por Fujimori y aprobada en 1993.

  1. El Perú de hoy

 

Estos fueron los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales (celebrada el 8 de abril de 2001). La gran sorpresa fue el retorno a la arena política de Alan Garcia tras su ineficiente gobierno entre 1985 y 1990. Los peruanos se vieron forzados a elegir entre el fuego y las brasas, entre dos candidatos que no ilusionaban a nadie. Finalmente venció Toledo, que al poco tiempo era el presidente más impopular.

Partido Candidato Votos válidos % votos válidos
Perú Posible (PP) Alejandro Toledo

3.871.167

36.51

Partido Aprista Peruano (PAP) Alan García

2.732.857

25.78

Unidad Nacional (UN) Lourdes Flores

2.576.653

24.30

Frente Independiente Moralizador (FIM) Fernando Olivera

1.044.207

9.85

Solución Popular (SP) Carlos Boloña

179.243

1.69

Renacimiento Andino (RA) Ciro Gálvez

85.436

0.81

Proyecto País Mateo Arrunátegui

79.077

0.75

Todos por la victoria Ricardo Noriega

33.080

0.31

Votos nulos 402.416
Votos blancos 1.260.193
Total de votos válidos 10.601.720

Fuente: Pásara 2001, a partir de datos de la ONPE

 

Alejandro Toledo se impuso a Alan García en la segunda vuelta (celebrada el 3 de junio de 2001)

 

Partido

Candidato

Nº de votos % de votos válidos
Perú Posible (PP)

Alejandro Toledo

5.548.556

53,08

Partido Aprista Peruano (PAP)

Alan García

4.904.929

46,92

Votos nulos

1.341.938

11,06

Votos blancos

333.546

2,75

Votos emitidos

12.128.969

81,37

Total de votos validos

11.153.185

86,19

Electores hábiles

14.906.233

81,37

Partido Nº de  votos Porcentaje Escaños
Perú Posible (PP) 2.477.624

26.30

45

Partido Aprista Peruano(PAP) 1.857.416

19.71

28

Unidad Nacional (UN) 1.304.037

13.84

17

Frente Independiente Moralizador (FIM) 1.034.672

10.98

11

Solución Popular (SP) 333.172

3.57

1

Proyecto País (PP) 155.572

1.65

Todos por la victoria 191.179

2.03

1

FREPAP 156.264

1,66

Somos Perú (SP) 544.193

5.78

4

Acción Popular (AP) 393.433

4.18

3

Unión por el Perú (UPP) 390.236

4.14

6

Renacimiento Andino (RA) 127.707

1.36

1

Cambio 90 – Nueva Mayoría 452.696

4.80

3

Total escaños

120

Votos nulos 1.352.780
Votos blancos 1.213.152
Total de votos validos 9.421.709

Por su parte, la única cámara, el Congreso, dividió sus 120 escaños entre 11 grupos, lo que hace del mismo un foro notablemente fragmentado. El grupo principal, Perú Posible, el del Presidente Toledo tiene 45 escaños; mientras que el principal partido de la oposición, Partido Aprista Peruano, tiene 28. La cooperación del Perú Posible con el FIM ha sido importante y necesaria, y se ha visto favorecida por la amistad personal entre Toledo y Olivera. Esta crisis, dificulta sus relaciones hasta la próxima elección, pero puede que exista un realineamiento y que el FIM pierda su papel, ya que la popularidad de Olivera es bajísima en el país. Por un lado, la crisis ha contribuido a que ambos grupos mantengan una distancia que les puede convenir electoralmente.

  1. La crisis de gobierno de agosto de 2005

 

El 12 de agosto, Carlos Ferrero presenta su dimisión como premier, a la que sigue la de todo el gobierno. Toledo se encuentra en la disyuntiva de mantener a Olivera en el gobierno o de desechar al que ha sido su mejor aliado político durante los cuatro últimos años. Gran parte de la impopularidad de la figura de Olivera es debida al hecho de haber apoyado a Toledo en diferentes situaciones políticas.

El País lo recogía así:

Dimite el primer ministro peruano por discrepancias en el Gobierno

AGENCIAS, Lima.

El presidente del Consejo de Mi­nistros de Perú, Carlos Ferrero, renunció ayer al cargo de forma irrevocable minutos después de que el ex embajador de Perú en España Fernando Olivera asu­miera el cargo de ministro de Relaciones Exteriores.

La salida de Perrero es la pri­mera baja en el Gabinete tras el juramento como canciller de Olivera, con quien se enfrentó públicamente en los últimos días por sus opiniones dispares en relación a la legalización de la hoja de coca en la región de Cuzco.

Olivera, de 47 años y funda­dor del Frente Independiente Moralizador, ha sido, desde que Toledo llegó a la presidencia en 2001, su aliado político con im­portantes cuotas de poder en el Gabinete ministerial.

Finalmente, el presidente de la República, Alejandro Toledo, se decantó por el embajador Oli­vera para ocupar la cartera de Exteriores, cuya decisión ha si­do criticada por amplios secto­res de la sociedad peruana. «Las indiscreciones e imperti­nencias que cometerá Olivera son mayúsculas, porque el pro­blema no está sólo en su falta de formación doctrinaria, sino en su estilo», afirmó el jurista Javier Valle Riestra tras cono­cer la noticia.

Además de al hecho de haber apoyado a Toledo en momentos clave, Olivera es impopular a causa de su propia personalidad. Las “indiscreciones e impertinencias” a las que alude el jurista Valle, no lo harían el mejor candidato para ser el jefe de la diplomacia peruana. Su carácter le ha jugado con anterioridad malas pasadas[4]. Curiosamente, no hace mucho tiempo fue uno de los políticos más respetados del país, debido a sus campañas y su lucha contra la corrupción, elemento al que hace alusión el nombre del FIM, el partido que fundó.

En la medianoche entre el 12 y el 13 de agosto, Toledo aceptó la dimisión del primer ministro y se puso a la tarea de recomponer el ejecutivo. En ese momento, la mayor parte de los medios daba por seguro que Olivera no estaría en el nuevo gabinete. Escribe Adolfo Bazán Coquis[5] que Olivera y Toledo “antes que siameses políticos, son compinches de rúbrica”, debido a los acuerdos que firmaron para que el primero venciera en las presidenciales de 2001 al candidato aprista.

Carlos Ferrero había sido, hasta su dimisión, el premier de más larga duración en el toledismo (17 meses)[6]. Había sustituido en diciembre de 2003 a Beatriz Merino, a la que Toledo reclamó la dimisión[7]. Entre los cuentas pendientes que tenía con Olivera se encuentran el que, en el año 2000, tras la huida de Fujimori se postuló ante el Congreso para ser elegido presidente interino. El FIM apoyó a Valentín Paniagua, que finalmente ejerció el cargo hasta la toma de posesión de Toledo tras las elecciones de abril y junio de 2001. Más recientemente, se habían enfrentado a causa de la decisión del gobernador de la región de Cuzco, Fernando Cuaresma (del FIM), de legalizar el cultivo de la hoja de coca. Decisión a la que Ferrero se opuso desde el gobierno.[8] En realidad, gran parte de la crisis deriva de un ajuste de cuentas personal entre Ferrero y Olivera que Toledo no ha sabido prever.

La Constitución de 1993 exige que el gabinete sea ratificado por el Congreso, y un consejo de ministros en el que Olivera hubiera estado presente no lo hubiera logrado, debido a que entre el Perú Posible y el FIM sólo suman 45 de los 120 diputados. Por eso Toledo, a su pesar, tuvo que dejar a su aliado político y amigo personal a un lado. El ministro de trabajo saliente, Pedro Sheput, uno de los posibles candidatos al cargo de premier, se negaba a unirse a la “trituración política de Olivera”, a la vez que reconocía que “había sacrificado su capital político por Toledo”[9]

La incertidumbre respecto a qué va a pasar tras esta crisis se despejó pronto, el mismo día 14 aparecieron en “El Peruano” unas declaraciones de Olivera comprometiéndose a apoyar la gobernabilidad. Uno de sus hombres de confianza, el congresista del FIM Gustavo Pacheco afirmó  que la “alianza con el Perú continúa firme” y que “siempre apoyarán la gobernabilidad del país”[10], aunque evitó comprometerse a decir si continuarían apoyando a Perú Posible.

En sus primeras declaraciones, también el día 13, el líder del FIM, anunció su alejamiento del Gabinete Ministerial, al manifestar que “nunca más” ningún integrante de su partido formaría parte del Ejecutivo, enfatizando que “con alianza o sin ella, nos seguiremos jugando completo por la gobernabilidad”.  Explicó que ni él ni su partido pidieron nunca un ministerio, “y menos la Cancillería”, y aseguró que el presidente Alejandro Toledo le pidió asumir el cargo. Según estas declaraciones la responsabilidad de la crisis correspondería totalmente al Presidente, que tomó la decisión sin contar ni con la opinión pública, ni con su primer ministro, ni con su partido.

Olivera también dijo que estaría siempre dispuesto a “defender la gobernabilidad y la moralidad a cambio de nada, como siempre con la única condición de que se siga por el buen camino y que haya moralidad”. Del mismo modo, señaló que no se arrepentía de haber apoyado las acciones del Gobierno para lograr la estabilidad, la gobernabilidad

la seguridad jurídica que permitieron –por ejemplo– incrementar las inversiones.

Lo más interesante es que responsabilizó al saliente jefe del Gabinete, Carlos Ferrero, de la crisis ministerial al haber renunciado “con premeditación y alevosía”, pese a que él firmó la resolución para su designación, en presencia del presidente Toledo. Se mostró dolido por lo sucedido[11] y recordó los apoyos que había prestado a Toledo y a Perú Posible cuando su apoyo era indispensable, en situaciones como la vacancia presidencial o la reciente elección del presidente del Congreso. Olivera ve claro que a un año visto de las elecciones nadie es indispensable y que todo el mundo está tomando posiciones para partir en la mejor situación posible.

En cualquier caso, intentó dejar claro que su afán no era el conseguir carteras ministeriales, ya que según él, en 2001, antes de la segunda vuelta electoral, se reunió con Pedro Pablo Kuczynski, Kurt Burneo y otros miembros del Perú Posible para suscribir un acuerdo programático sin pedir a cambio ningún cargo público.

Desde el aprismo, se mostraban satisfechos con la renuncia de Olivera a ejercer como canciller. Mauricio Mulder, congresista del PAP dijo que “Fernando Olivera ha sufrido la unión de todas las fuerzas de izquierda y de derecha en contra de su nombramiento como canciller. Esperamos que el presidente Alejandro Toledo no cometa el mismo error de colocar gente en el Gabinete que no alcance el consenso necesario”.

Desde los dos partidos principales de la oposición de la oposición se aprovechó el episodio para atacar, tanto a Olivera, como a Toledo, como a Ferrero: “Lourdes Flores y Alan García, líderes de los principales partidos de oposi­ción, dijeron que Olivera debe apartarse del poder por el bien del país. Además, Flores, presidenta del conser­vador Partido Popular Cristiano arremetió contra el ex jefe de Gobierno. La serie de vacíos de poder generados por la debilidad de la investidura presidencial que no fue cubier­ta por Carlos Ferrero, dijo, ge­neraron un cada vez mayor pro­tagonismo del FIM.”[12]

Por otro lado, el líder del APRA, Alan García, calificó de nefasta la alianza FIM-Perú Posible. “Esta alianza de dos personas —Alejandro Toledo y Fernando Olivera— hundió to­do el sistema político. En cuan­to se juntan la maldad, la menti­ra y el odio nada duradero se puede construir a partir de ello”[13]. García, además, exhortó al presidente peruano a nombrar un Gabinete de consenso con personalidades independientes y que garantice la neutralidad de las elecciones generales del abril próximo, cosa que no ocurrió.

A partir del momento en que Ferrero dimite, se abre una crisis en la que Toledo dilapida parte de la popularidad que había obtenido a consecuencia del buen momento económico[14] (Según el País, finales de julio había alcanzado cerca del 20% de popularidad, mientras que a lo largo de su mandato su media había rondado el 10%; IPS News da las cifras de 16% y 8%).

Días más tarde (17-08-05), El País recoge las mismas cifras en un artículo titulado La crisis peruana fulmina la popularidad de Toledo, en el que menciona un estudio según el que “para el 51% de los peruanos el principal responsa­ble es el presidente.”. Además, menciona otros problemas que lo acucian, a el y a su entorno:

“Una vez más, Toledo pone de manifiesto su voluntad suicida. Tras cuatro años de sobresaltada gestión, todo parecía indicar que, pese a los pronósticos, terminaría su mandato en julio de 2006 con relativa tranquilidad. Las denun­cias de corrupción en su entorno más cercano —tres de sus herma­nos tienen procesos penales y su ex asesor, César Almeyda, está pre­so— y su frivolidad lo colocaron muchas veces en la cuerda floja, alcanzando niveles de rechazo del 90%. El pasado 28 de julio, sin em­bargo, inició su quinto y último año con una aceptación del 20%. Los indicadores económicos le son­reían. Pero se disparó a los pies.” (El País, 17 de agosto de 2005)

Estas circunstancias personales, recuerdan aquellas con las que Toledo llegó a la Presidencia: aparición de una hija no reconocida legalmente, farra disimulada como intento de secuestro, manejo oscuro de fondos de campaña[15]. Ciertamente los meses que le quedan de Presidencia no van a ser un camino de rosas.

La siguiente tarea para Toledo encontrar un nuevo candidato. Diferentes encuestas iban apareciendo en los medios. En la que aparece en La República el día 14 de agosto, Fujimori aparece mejor valorado que Toledo, Alan García y Lourdes Flores, así como que la mayoría de candidatos a primer ministro. Los nombres que más suenan en los medios son Kuczyinski, Waisman y Pease.

 

El editorial de Peru21, apoyaba el día 15 de agosto la elección de Henry Pease, al que consideraba –dada su anunciada retirada de la política en julio de 2006-, un candidato al que definía como “Es un político curtido, preparado para la concertación -aunque un poco cascarrabias-, con capacidades administrativas y respetado por Perú Posible y por la oposición. Sería, en ese sentido, lo más parecido al Valentín Paniagua que se necesitó en 2001 para liderar una transición ordenada.”[16]

Fiinalmente, el día 18 de agosto, Toledo se decidió por el ministro de economía, Pedro Pablo Kuczynski (conocido como PPK en la prensa), el candidato mejor situado en las encuestas[17]. Kuczyinski era ministro de Economía en el gobierno dirigido por Ferrero y tiene mejor imagen que el propio Toledo. Se incorporaron al gobierno seis nuevos nombres, a la vez que se confirmó en sus cargos a los nueve ministros restantes.

Algunos analistas creen que Kuczynski quiere ser Presidente de la República, para lo cual debería dimitir en breve, lo que generaría una nueva crisis de gobierno. El ex viceministro de interior, Basombrío, no obstante, pronosticó en declaraciones a la prensa[18] que “pasada esta crisis habrá protestas y cierto movimiento en las calles, pero que, en rigor, no debería pasar nada grave. Por supuesto, si es que el presidente no vuelve a hacerse el harakiri político”. Para ello, tampoco le queda mucho tiempo, además de que cuenta con la ventaja de que, al ser su popularidad tan baja, no puede caer demasiado. Sus adversarios están esperando el día de su partida del mismo modo que la ciudadanía, con paciencia y resignación.

 

  1. Consecuencias y conclusiones

 

Una visión superficial sobre los acontecimientos políticos desarrollados en el Perú en la semana de la crisis de agosto de 2005, podría llevarnos a la conclusión errónea de que la crisis de gobierno que se produjo entre el día 12 y el 18, pudiera tener un carácter meramente coyuntural o que el motivo de la misma fuera tan sólo la idoneidad para ejercer los cargos de ciertas personas o la continuación de viejas rencillas personales.

Ciertamente, el personalismo (podría decirse incluso caudillismo) que ha caracterizado la política peruana a lo largo de las últimas décadas ha tenido una influencia notable en el proceso. La personalidad de Alejandro Toledo, que ha gobernado el país los últimos años con unos índices de popularidad más bajos que los de ningún otro presidente latinoamericano, y su “impulso suicida”, al tomar la decisión de nombrar canciller a Olivera. Es claro que más allá de las estrategias políticas a largo plazo, decisiones tácticas tomadas en un momento concreto pueden contribuir a generar una reacción contraria, que es poco previsible cuando quien toma la decisión está “aislado en lo alto”, pero también lo es que la configuración institucional presidencialista, en la que un solo individuo tiene grandes cotas de poder, favorece la toma de decisiones personalistas, que después no son corroboradas por otros actores importantes, produciendo crisis.

El hecho de que el Congreso sea una cámara dividida y desestructurada, en la que los 120 se dividen entre 11 partidos y en la que Perú Posible necesita el apoyo de otras fuerzas, tiene mucho que ver con el desarrollo de esta crisis. Al fin y al cabo, el grupo de Perú Posible en el Congreso sólo cuenta con 45 representantes, por lo que los 11 del FIM han sido de gran ayuda. Esta ayuda se paga y el precio político puede resultar, como ha sido el caso, caro.

“Tres días, apenas tres días bastó para que la alianza entre Perú Posible y el Frente Independiente Moralizador (FIM) pase de ser un matrimonio feliz a un divorcio de consecuencias insospechadas”[19], escribe Flor Huilca. El FIM ha pasado del gobierno a la oposición, Olivera se mostró dolido ante la prensa y anunció que el FIM no volverá nunca más al gobierno, a la vez que se declaró víctima de un “asesinato político” del que culpó a Carlos Ferrero.

Ciertamente, las relaciones entre el Perú Posible y el FIM ha  quedado muy dañadas, aunque se observan algunas actitudes posibilistas en Perú Posible[20], mientras que otros sectores se muestran más solidarios con el que acababa de dejar de ser socio de gobierno.[21] Parece que el Perú Posible puede sufrir un descalabro en las elecciones legislativas, cosa que intentará evitar Ferrero, su probable candidato.

 

Este divorcio está calculado con vistas a las elecciones que se celebraran el próximo año y el ruido de espadas pre-electoral. Habrá que ver si del nuevo Congreso surge un sistema de partidos sólido, que va a ser del Perú Posible y del que ha sido su socio, el FIM, si puede haber un gobierno conservador presidido por Lourdes Flores, candidata capaz y la mejor situada en las encuestas o si puede ser el momento para el retorno de Alan García, aunque parece que lo más probable sea un duelo entre Valentín Paniagua y ella.

En resumen, alguien que ha gobernado durante 5 años con tan poco apoyo como Toledo, puede agotar su mandato en abril finalizando su recorrido sin pena ni gloria, a la vista de que, para la opinión pública, la situación tan sólo parece tan mala como de costumbre y los peruanos no albergan esperanzas de que llegue algo mejor. Sería deseable que las elecciones clarificaran algo en panorama político peruano, pero lo más probable es que no sea así y que sean necesarias grandes reformas para limitar la fragmentación en el Congreso y encontrar un mayor acomodo institucional entre la Presidencia y el resto de actores políticos de la República

  1. Bibliografía

 

ALCÁNTARA SÁEZ, Manuel: Sistemas políticos de América Latina (2 vol.) Tecnos, Madrid, 2003.

DÍAZ-ALBERTINI FIGUERAS, Javier: La participación política de las clases medias y las ONGDs en el Perú de los noventa, en Revista América Latina Hoy, 28, 2001, pp. 115-147.

GARCÍA MONTERO, Mercedes: La década de Fujimori: Ascenso, mantenimiento y caída de un líder antipolítico en Revista América Latina Hoy, 28, 2001, pp. 49-86.

MELÉNDEZ GUERRERO, Carlos: Último mapa político. Análisis de los resultados de las elecciones regionales de 2002. Instituto de Estudios Peruanos, Lima

PÁSARA, Luis: Perú, después de las elecciones, en Revista América Latina Hoy, 28, 2001, pp. 87-98.

TAYLOR, Lewis: Alberto Fujimori’s Peripeteia: From Re-reelección to Regime Collapse, en Revista Europea de Estudios Latinoamericanos y del Caribe 70, abril de 2001

Prensa

Diario Oficial El Peruano, El Comercio, El País, IPS News online, La República,

Perú21


[1] Los 120 escaños de los que se compone el Congreso de Perú se oponen a la lógica demográfica, ya que parecen pocos para un país de unos 28 millones de habitantes (2002). La razón de esta composición está en el fundamento antipolítico del gobierno de Fujimori (como la política y los partidos son algo malo, cuanto menos representantes haya, habrá menos políticos).

[2] También conocido por su nombre original: APRA, (Alianza Popular Revolucionaria Americana) con el que fue fundado en los años treinta por Víctor Raúl Haya de la Torre.

[3] De hecho, hoy todos los sucesos acaecidos durante el período de Fujimori están en tela de juicio, ya que el nivel de corrupción fue de tal magnitud y afectó a tantos sectores de la sociedad que no hay certeza de que los procesos electorales anteriores al del 2000 fueran limpios.

[4] En septiembre de 2004, Olivera, a quien Toledo considera su ”aliado más leal”, fue captado por la prensa cuando hacía gestos obscenos en plena vía pública contra manifestantes que lo recriminaban frente a un hotel limeño, y en abril pasado agredió a una periodista que quiso entrevistarlo (IPS News online, 17 de agosto 2005).

[5] El Comercio, 14 de agosto de 2005

[6] La República, 14 de agosto de 2005

[7] Aunque en el momento de su dimisión, según las encuestas tenía un índice de aprobación del 57% y de desaprobación de tan sólo el 30%,altos para lo que es la cultura política peruana. Para Ferrero eran 22% y 63%.

[8] El País, 13 de agosto de 2005

[9] El País, 14 de agosto de 2005

[10] “Nuestra alianza siempre ha sido con el Perú y va a continuar así, por eso, vamos a otorgar gobernabilidad con moralidad cuando sea necesario.”

[11]  “Estoy dolido, muy dolido, por el odio que han destilado los personajes con sus medios aliados y campañas difamatorias, en este linchamiento general a mi persona.” (El Peruano 14/09/05)

[12] El País 14 de agosto de 2005

[13] El País, 14 de agosto de 2005

[14] El País, 14 de agosto de 2005

[15] Pásara, Luis (2001:89)

[16] Perú21, editorial, 15 de agosto 2005

[17] En una encuesta publicada en el diario “El Comercio” del dia 14 de agosto, Kuczynski aparece como el candidato mejor situado por los encuestados (39% de acuerdo con que sea el próximo primer ministro). Otros candidatos que aparecen son David Waisman (33%), Henry Pease (24%), Javier Sota Nadal (15%), Javier Reátegui (13%) y Juan Sheput (12%). Es de destacar el alto nivel de desacuerdo con cada uno de los candidatos: 51%, 56%, 59%,51%, 58% y 61% ilustrativo del carácter antipolítico de la opinión pública peruana. En la misma encuesta, un 77% se pronuncia a favor de que el nuevo primer ministro sea un independiente (7% miembro de la oposición, 7% miembro de Perú Posible)

[18] IPS News online, 17 de agosto 2005

[19] La República, 14 de agosto de 2005

[20] “La política es el arte de lo posible. Entendemos las palabras de Olivera como fruto del dolor que siente ahora”. Hugo Garavito, Secretario de Ideología de Perú Posible; «El paso al costado de Olivera  abre un camino para la superación de la crisis y la renovación  del gabinete ministerial” Daniel Mora. Dirigente de Perú Posible, en La República, 14 de agosto de 2005

[21] “La lealtad es un valor que debe rescatarse en la política”; Juan Sheput. Ministro de Trabajo y Dirigente de Perú Posible,